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ENTREVISTA. Ignacio Walker, senador, analiza la crisis del falangismo tras la polémica junta nacional del sábado:

"No sé qué fuerzas ocultas puedan estar detrás de la antropofagia política que hoy afecta a la DC"

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Paola Passig

Criticando errores de la directiva falangista en la organización de la junta nacional -que permitió votar en bloque las listas parlamentarias y con ello, aprobar la repostulación de Ricardo Rincón- y reconociendo la existencia de un grupo "organizado" que buscaba la caída de Carolina Goic, el senador Ignacio Walker cree que la cita del sábado fue vergonzosa y bochornosa, sumiendo al PDC en una crisis de pronóstico reservado. Lejos sí, advierte, de la profunda crisis que en 1969 dio origen al Mapu y en 1971, a la Izquierda Cristiana.

- Se acusa a los diputados incumbentes a de un excesivo corporativismo "mal comprendido que se cuidan las espaldas entre ellos solamente".

- Lo que hubo fue un error procedimental al plantear la alternativa de votar en bloque las propuestas de las distintas regiones o, en su defecto, votar uno a uno. La tendencia de los delegados de la junta nacional es apoyar los candidatos que vienen designados desde las regiones. La junta nunca fue un plebiscito sobre Ricardo Rincón o un voto de absolución o condena. La verdad es que creo que a nivel de la conducción partidaria faltó plantear las cosas de una manera diferente. Pero, claro, también puede que haya una cierta lógica corporativa en algunos diputados que expresan algún tipo de afecto o solidaridad respecto al diputado Rincón.

- ¿Comparte o no que se haya visado la candidatura de Rincón?

- El error mayor es haber planteado, días previos a la junta, una suerte de gallito entre el diputado y Carolina porque evidentemente la junta estaba convocada para otra cosa y, por lo tanto, haber "rinconizado" la junta fue un gran error.

- ¿Pero el error es de quién? ¿De la directiva, de los consejeros, del diputado cuestionado?

- Evidentemente que hay un error en el nivel de la conducción partidaria.

- ¿De Carolina Goic?

- Yo no critico a nadie en términos personales. Aquí hay una conducción partidaria, una directiva. Yo tuve cuatro juntas nacionales en los cinco años que fui presidente y uno sabe que los temas de procedimientos son muy importantes. Y las juntas nacionales hay que prepararlas antes a nivel de la directiva y del consejo. Pero bueno, dicho todo esto, soy partidario de que el diputado Rincón decline su candidatura y dé un paso al costado por el bien del partido.

- ¿Eso descomprimiría?

- Creo que sí. No se trata de sacrificar a una persona por el bien del partido, pero el tema es complejo, porque aunque fue un caso del 2002, hoy cobra relevancia porque la sociedad está sensibilizada respecto de los temas de violencia intrafamiliar y hay un nivel de conciencia que antes no existía. Además, en la junta nacional de abril se acordó expresamente que cualquier persona que tuviera una condena por violencia intrafamiliar no podía ser candidato. Y hay que recordar que el año 2003 Ricardo Rincón fue condenado por un tribunal civil acogiendo la denuncia y condenándolo a hacerse una terapia que no hizo, además de inscribir su nombre en un listado de agresores del registro de violencia intrafamiliar del Registro Civil, cosa que no se materializó por alguna razón. También existe un acuerdo unánime de la Comisión de Ética de hace algunos meses que dice que Ricardo Rincón no reúne los requisitos morales para ser candidato.

- Pero así y todo, la junta decidió aprobar la candidatura. Tomando en cuenta que entre los diputados incumbentes había preocupación por la eventual pérdida de cupos -a raíz de la falta de un acuerdo parlamentario-, ¿puede entenderse este apoyo a Rincón como una estrategia para hacer caer a Goic?

- Yo no hilaría tan fino. Hay solidaridades mal entendidas, especialmente cuando en la política se dan lógicas corporativas. No niego que haya habido quienes quisieron pasarle una cuenta a Carolina e, incluso, tratar de derribarla de su posición de presidenta del partido. Hablo con conocimiento porque uno conversa en los pasillos, escucha cosas, hay un ambiente de tensión y agresividad que es absolutamente incomprensible, porque hay que recordar que en marzo ella fue proclamada como candidata del partido por la unanimidad de esta misma junta nacional y en abril dos tercios de la junta decidimos apoyar a Carolina en primera vuelta. Se podrán dar muchas explicaciones, pero no hay ninguna justificación para el bochorno y la vergüenza de la junta nacional del sábado.

- En este contexto de críticas, ¿qué le parece el emplazamiento que formulara el marido de Carolina Goic cuestionando a la directiva por haberla dejado sola?

- Me parece absolutamente lamentable. Le hace mucho daño a Carolina, porque si todos nuestros familiares hablaran, habría un griterío nacional. Pero ellos tienen la prudencia de no mezclar la política con las relaciones conyugales. Todos tenemos sentimientos y emociones, pero lo que hizo el marido de Carolina, quien además firmó como marido de Carolina, es inaceptable y le causó un gran daño a ella. Esas cosas no se hacen.

- Si Goic hubiera llegado a la junta marcando más de 10 puntos y con un acuerdo parlamentario más potente, ¿habría pasado lo que pasó?

- No sé. Me cuesta mucho especular. Las cosas se dieron como se dieron debido principalmente por un tema de conducción partidaria y, segundo, porque hubo quienes se organizaron para causarle un grave daño. Incluso para algunos hubiera sido deseable que abandonara la candidatura presidencial. Y estos errores y estas operaciones se pagan caro en política, porque ante el daño que le han hecho a la DC, por acción u omisión, ellos tienen que asumir su responsabilidad.

- ¿Goic debe declinar su candidatura?

- Estoy impactado por la cantidad de conversaciones que he tenido con militantes de base y por lo que he visto en las redes sociales y en los movimientos de opinión pública, incluso más allá de la DC, que muestran un claro apoyo a que continúe. Por eso espero que ella, en este estado de reflexión, escuche la voz del pueblo porque su candidatura la trasciende como persona y decida continuar adelante. Tendrá todo nuestro apoyo.

- ¿Y si se baja?

- Ese es un escenario hipotético que nos colocaría en una situación política completamente distinta y donde habría que replantear todo.

- ¿Qué le parece que la Nueva Mayoría anunciara que si la senadora Goic se baja están disponibles para un acuerdo parlamentario?

- Eso me parece de mal gusto. Son como buitres rondando sobre la presa, esperando su oportunidad. Eso no se hace en política; eso es faltar a las normas básicas de decencia en la política.

- ¿Comparte los dichos de la senadora de que la DC ya está evidentemente fuera de la Nueva Mayoría?

- La Nueva Mayoría es un acuerdo político programático para apoyar al gobierno de la Presidenta Bachelet y este gobierno, que es nuestro gobierno, termina el 11 de marzo. Seremos leales hasta el último día. Me imagino que la Presidenta del partido se refería al fin de las tratativas para conformar una lista parlamentaria y eso, efectivamente, no prosperó.

- Se le critica a la DC dejar caer a todos sus candidatos presidenciales. Pasó con Andrés Zaldívar, con Soledad Alvear, con Claudio Orrego y ahora con Carolina Goic.

- La evidencia es bastante contundente. Eso se llama antropofagia política. Es algo que resulta muy difícil de entender en un partido como la DC con 80 años de historia. Nosotros hemos debatido apasionadamente muchas veces, pero nunca con los rasgos de antropofagia que estamos viendo. Y si hay quienes quieren llevar al partido al despeñadero, es mejor que ellos mismos den un paso al costado. No sé qué fuerzas ocultas, difíciles de identificar, puedan estar detrás de la antropofagia política.

- ¿Qué tan factible es que la DC se divida?

- No lo sé, no lo sé. Quiero pensar en positivo. Quiero pensar que Carolina va a reflexionar y va a retomar su candidatura presidencial. Quiero creer que quienes nos han llevado a esta situación van a saber rectificar. No es la primera crisis que enfrentamos y no es la crisis más grave; en 1969 se dio origen al Mapu o en 1971 a la IC, pero todos sabemos que en la DC la sangre no llega al río. Pero tampoco quiero minimizar lo que aquí ha ocurrido: una mezcla de crisis política con descomposición moral y ésa es una ecuación muy, muy compleja.

"No niego que haya habido quienes quisieron pasarle una cuenta a Carolina e, incluso, tratar de derribarla de su posición de presidenta del partido""

"Me parece de mal gusto (que la NM ofreciera un acuerdo parlamentario). Son como buitres rondando sobre la presa, esperando su oportunidad. Eso no se hace en política""