Censo y pago
Trabajé como supervisora en el último Censo en la comuna de Concón. El INE me prometió $ 25.000 por ese trabajo y finalmente me pagó solamente $15.000. No soy el único caso. Estas malas prácticas del Estado desincentivan la participación ciudadana en actos cívicos.
Consuelo Morales Orúe
Riesgo presidencial
A pesar de que la percepción mayoritaria es que Sebastián Piñera será el próximo Presidente, lo peor que podría hacer Chile Vamos es dormirse en los laureles y creer que esta elección es carrera ganada. Lo anterior, y en base a recientes sondeos de opinión, debido a que la suma de adhesión entre Goic, Sánchez y Guillier podría, perfectamente, superar en el balotaje a la principal figura de la oposición, sector que, dicho sea, ha sido incapaz de capitalizar favorablemente la baja aprobación tanto de la Presidenta como de la Nueva Mayoría, entendiendo que la ciudadanía no quiere más improvisación ni progresismo sin progreso.
No cabe duda que sería un golpe muy duro para la centroderecha perder una elección que hasta hace unos meses parecía ganada, incluso para los más optimistas en primera vuelta. Por esta razón, y a sólo meses de los comicios, será clave no sólo el liderazgo de Piñera, sino también cómo su sector es capaz de responder a los llamados de unidad, a profesionalizar las campañas, fortalecer tanto la ética como probidad y entender los nuevos tiempos de un país que no resiste un segundo mandato más de la actual coalición gobernante.
Ya es tiempo que la oposición, de una buena vez, madure y entienda la responsabilidad cívico-política que le compete para liderar los destinos de Chile en los años venideros.
Rodrigo Durán Guzmán
Notarios
Si bien, comparto las razones técnicas esgrimidas por el Ministerio de Justicia respecto de la proporción de notarios con el número de habitantes y la idea de ampliar la oferta de notarías para generar autorregulación de costos, creo que el foco está errado.
El lucrativo negocio de la fe pública se ha impuesto sobre razones de eficiencia y eficacia, obligándosenos a cumplir con una burocracia innecesaria que no se condice con una serie de transacciones que las personas hoy en día, realizan por medios electrónicos.
El Estado se debe modernizar y, asimismo, incentivar la adecuación de una serie de trámites privados que efectúan los ciudadanos en mérito de los tiempos que corren, donde existe tecnología suficiente disponible para la certificación, confirmación y validación de una serie de antecedentes personales.
Además, todas las entidades del Estado debieran estar interconectadas a objeto de poder contar con información actual y verídica de las personas. Por esta serie de razones, no se entiende que para realizar ciertos trámites ante servicios públicos se exija copia fotostática de la cédula de identidad autorizada por un notario. En esto, el sector privado lleva la delantera, puesto que para gestionar determinadas prestaciones basta con la identificación biométrica por medio de la huella dactilar, algo sencillo y sin mayores costos.
Por eso, mientras los que dirigen el Estado actualmente no enmienden su rumbo, difícilmente avanzaremos hacia sistemas modernos y electrónicos que faciliten la vida de los ciudadanos y que repercuten directamente en ahorro de costos para todos los involucrados.
Williams Valenzuela Villalobos
Excesos en Valparaíso
A raíz del artículo publicado el 9 de agosto, transito a diario por la calle Cumming y el ascensor Reina Victoria y percibo cómo se ha acrecentado el consumo de cerveza, vino y otras bebidas alcohólicas en espacios públicos. Y lo más complejo es que no es sólo los fines de semana, sino que todos los días a partir del anochecer.
Acá existe un problema de fondo, parece que las autoridades, tanto municipales como del área de la salud, no están dimensionado el problema que nos depara a futuro. ¿Qué calidad de vida tendrán los jóvenes y no tan jóvenes que día a día están excediéndose en el consumo de alcohol? Cuando tengan 40 o más años las enfermedades serán otras y ahí el Estado tendrá que hacerse parte con una buena política pública para asistir al segmento de personas aquejadas de enfermedades resultantes del consumo sistemático de alcohol.
No creo que se solucione el problema del consumo de alcohol en las calles con más dotación de carabineros, falta educación desde temprana edad y también reforzar la educación en la familia, el grupo cercano que está tras los jóvenes, pues el beber alcohol también obedece a desafecciones, falta de autoestima y debilidad e insatisfacciones personales. Sin más se despide una habitante de Valparaíso, perpleja de ver cómo los jóvenes están malogrando su cuerpo y sus neuronas con el consumo excesivo de alcohol.
Ángela Herrera