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"Manos que salvan": programa de personas no videntes detecta el cáncer de mamas

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Cuando Leidy García perdió casi por completo la visión, hace seis años, comenzó a descubrir el poder de sus manos. Ahora las utiliza para ayudar a otras mujeres en el marco de un proyecto que aprovecha la habilidad táctil de personas no videntes de Latinoamérica para la detección del cáncer de mama.

"Ser una auxiliar examinadora táctil es un mundo diferente, un reto, donde la discapacidad es una oportunidad", dijo Leidy a Efe. Ella es una de las colombianas que integran el programa "Manos que Salvan Vidas", el primero que aplica este modelo en América para el cribado (examen) de cáncer de seno, el más común de la región.

"manos que salvan"

La iniciativa, promovida por el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, está inspirada en el modelo alemán "Discovering hands", del doctor Frank Hoffman, quien descubrió que las personas ciegas hacían mejor que nadie los exámenes táctiles para detectar este tipo de cáncer.

"A partir de esta discapacidad, puedo reconocer los tejidos y las diferentes patologías; tocarlas e identificarlas", afirmó Francia Papamija, mujer que perdió la visión por desprendimiento de retina bilateral.

"Ellos tienen un tacto mejor desarrollado por el fenómeno de neuroplasticidad (capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar, como resultado, sus conductas y experiencias), talento que les permite encontrar un 28 % más de masas en el tejido glandular que son hasta un 50 % más pequeñas que las que el personal médico descubre", explicó Stefan Wilhelm, coordinador del proyecto que actualmente se implementa en Bogotá, Colombia.

Metodología

"El trabajo que los no videntes realizan es minucioso porque las auxiliares táctiles emplean entre 30 y 45 minutos con cada paciente, mientras que los médicos realizan el mismo procedimiento en solo tres minutos", aseguró Wilhelm.

En la sesión, los auxiliares utilizan tiras adhesivas en braille, las que ubican verticalmente alrededor del pecho formando "coordenadas" para determinar la ubicación de anormalidades o bultos y así alertar al médico. "Es como repasar un mapa", afirma Leidy.

Según la Organización Panamericana de la Salud, el cáncer de seno causa cada año la muerte de 92.000 mujeres en la región y de seguir la tendencia actual para 2030 esa cifra ascenderá a 142.000.

"A partir de esta discapacidad puedo reconocer los tejidos y las diferentes patologías; tocarlas e identificarlas"

Leidy García, Auxiliadora del proyecto"

Salud