Paola Passig
Como "el talón de Aquiles" de la campaña de Carolina Goic. Así define el subjefe de la bancada de diputados de la DC, Gabriel Silber, que su tienda no se conecte con las demandas ciudadanas del Chile de hoy y que la estratégica agenda legislativa de Michelle Bachelet está poniendo en la mesa electoral. Incluido el matrimonio igualitario.
-¿Qué le parece que el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, haya pedido tiempo para legislar?
-A ver, si bien vamos a respetar las legítimas licencias de algunos colegas, la DC mayoritariamente va a aprobar el matrimonio igualitario.
-¿Incluida la adopción homoparental?
-Nosotros hemos señalado con mucha fuerza: a iguales sentimientos deben existir iguales derechos. Aquí hay una asimetría legal importante que este proyecto viene a saldar y por eso que en la nueva ley de adopción, que también estamos tramitando en el Congreso, tratamos de elevar los estándares y los requisitos para quienes adopten, pero siempre pensando en el interés superior del niño. Y eso no lo asegura si la pareja es heterosexual u homosexual.
-O sea, comparte lo señalado por el vocero del Movilh de que la heterosexualidad ¿no es garantía?
-Es un resabio cultural del siglo pasado pensar que una pareja heterosexual hace mejor hogar que una pareja homosexual. No hay evidencia técnica o académica que ampare ese trato desigual. Por el contrario. Creemos que una nueva ley de adopción tiene que hacerse cargo que al hablar de la familia no se puede hablar sólo de un tipo de familia; es más, gran parte de las familias en Chile tienen a la mujer como jefa de hogar y la ley debe hacerse cargo de adaptarse a cómo es la familia el día de hoy.
-Tanto en la DC como en la oposición el debate está dividido. ¿Son inquietudes y apoyos transversales, entonces?
-Este es un tema generacional. Quienes somos más jóvenes aceptamos más la diferencia y entendemos lo sustantivo de tener una sociedad cada vez más inclusiva y que apuesta a que es un valor el aceptarnos como distintos y en ese distinto, aceptar que hay parejas heterosexuales, homosexuales, que deben tener los mismos deberes y derechos.
-¿Es adecuado ponerle urgencia?
-Tenemos que asegurarnos de que el Congreso ocupe el rol que le corresponde: ser el lugar donde se debata. Nadie quiere una aprobación a rajatabla. Por el contrario. Tenemos que dar todas las garantías para que sea un debate justo con amplia participación de la sociedad civil y ojalá que el proyecto que salga del Congreso sea sustantivamente mejor que el que ingresó, y en consecuencia, creo que sin quitar urgencia al proyecto, el Ejecutivo debe buscar los espacios para que existan diálogo y debate.
-Tomando en cuenta que la DC ya está resentida tras la junta nacional ¿el matrimonio igualitario aumentará la tensión?
-Yo creo que aquí Carolina Goic tiene una gran oportunidad para entender que una Democracia Cristiana debe ir de la mano de las transformaciones sociales de nuestro país. Y apoyar el proyecto sería una buena señal ciudadana para interpretar a ese Chile. Si no estamos a la altura de interpretar estos cambios, claramente puede ser el talón de Aquiles de esta campaña. Por eso hay que ver esto como un desafío de mostrar a la DC como gran parte de lo que piensan las bases progresistas y abierta a los cambios.
-En octubre el Gobierno enviará un proyecto de reforma constitucional incidiendo directamente en la carrera presidencial y que se suma al matrimonio igualitario, a la reforma de las pensiones y a la despenalización del aborto recientemente aprobada. ¿Se está tirando toda la carne a la parrilla para posicionar estos temas en la campaña con miras a mantener la pinta del Gobierno?
-Con estos temas como con otros, se abandona la tesis de un gobierno prescindente que sea indiferente respecto a quien gobierne en marzo próximo. Desde el punto de vista político, la Presidenta va a hacer la deferencia para entregarle la banda presidencial a alguien cercano a su coalición. Y eso en ningún caso es intervencionismo político, sino que, por el contrario, desde la identidad del mundo progresista, apalancar de mejor forma a quien defienda esas ideas. Por eso la Presidenta va a ser audaz y a va a ocupar todo su capital político para entregar a uno de los suyos la banda. Y eso a mi juicio es positivo. Lo que la gente rechaza es el intervencionismo electoral. Pero fijar una agenda legislativa que genera sintonía con la coalición de Gobierno, es bienvenido porque echábamos de menos a una Presidenta más incumbente en lo que es la política.
-¿Hay un trauma por, eventualmente, tener que entregarle por segunda vez la banda a Piñera?
-O sea, yo creo que para la Presidenta está presente esa carga emotiva de que a pesar de haber tenido un gran Gobierno, que terminó con una alta aprobación, tuvo que entregar la banda a Sebastián Piñera y hoy día sabe que va a ser juzgada en la historia y quiere defender sus transformaciones políticas y asegurar la continuidad del proyecto.
-El padre Felipe Berríos dijo que "en varios años más, los chilenos le vamos a agradecer" (a Bachelet). ¿Comparte esta afirmación?
-Lo que pasa es que este Gobierno hizo transformaciones reales y no cosméticas: cambios al sistema político; en temas de género hay proyectos sustantivos como el Ministerio de la Mujer, la despenalización de las tres causales, el matrimonio igualitario; en materia de educación gratuidad universitaria, la desmunicipalización, la ley de inclusión. Son cambios que han generado molestias, porque cambian el statu quo de los últimos 30 años. Es como hacer cambios en la casa estando uno viviendo adentro. Entonces eso genera incertidumbre, molestias, pero visto en perspectiva, cuando estas obras estén materializadas en el mediano y largo plazo, sin duda que es una agenda transformadora desde el punto de vista social que va a poner a la Presidenta como una figura potente de los cambios que el Chile de hoy demandaba. Que generaban efectos en algunos sectores, claro, pero había que hacerlo y no quitarle el bulto a los cambios.
-¿El matrimonio igualitario podrá ver la luz antes de que se termine el mandato de la Presidenta?
-Nos gustaría, al igual que la reforma de pensiones, dejar el primer trámite aprobado y esperar y defender, independientemente de quien sea el próximo gobierno, que continúe trámite este proyecto. Por eso que es tan sustantivo elegir a uno de los nuestros para que tenga sintonía e identidad con las reformas que ahora estamos tramitando.
-Luego del apoyo que le dio el PDC a la candidatura a Insulza en Arica, en desmedro de la candidata propia, se ha entendido como una señal de que en segunda vuelta habrá apoyos mutuos. ¿Lo ve así?
-En la puesta en escena hubo cierta improvisación porque teníamos a una militante decé inscrita, pero a medida que avanza el tiempo debiéramos buscar otro tipo de gestos que, esperamos, sean recíprocos para ir instalando la idea en la sociedad de que tanto con Guillier como con Carolina Goic vamos avanzando a un pacto recíproco de apoyo en el balotaje. Y eso es lo que tenemos que construir en los 90 días que nos quedan por delante.
"Fijar una agenda legislativa que genera sintonía con la coalición de Gobierno, es bienvenido porque echábamos de menos a una Presidenta más incumbente en lo que es la política""
"Este es un tema generacional. Quienes somos más jóvenes aceptamos más la diferencia y entendemos lo sustantivo de tener una sociedad cada vez más inclusiva y que ve la diferencia como un valor""