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Instalación de un barrio rojo en Viña del Mar divide a concejales y consejeros regionales

CIUDAD. Si bien para algunos la iniciativa no soluciona el problema de fondo que afecta a ciertos sectores de la Población Vergara, para otros llegó el momento de abordar el tema del comercio sexual "de una vez por todas".
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Rodrigo Navarrete N.

Opiniones contrapuestas entre concejales y consejeros regionales de Viña del Mar, generó una vez más la idea de construir un barrio rojo en la ciudad. Esto como una forma de solucionar uno de los principales problemas con los que comúnmente deben lidiar algunos vecinos de la Población Vergara, a raíz del comercio sexual que se observa en ese lugar.

Si bien la idea de un barrio rojo en la ciudad jardín no es algo nuevo -en 2014 la alcaldesa Virginia Reginato se mostró contraria a la idea-, las constantes denuncias de los vecinos de algunos sectores de la Población Vergara, así como la inminente discusión del Plan Regulador Comunal (PRC) de Viña del Mar, ha llevado a algunas autoridades a poner nuevamente el controvertido tema sobre la mesa.

No es la solución

En ese contexto, algunos concejales coincidieron en que, pese a que el tema se debe discutir, la construcción de un barrio rojo en la ciudad no solucionaría el problema de fondo.

En esa lógica, el concejal Jaime Varas (UDI) indicó que la situación del comercio sexual en sectores de la Población Vergara "está completamente desbandado" por parte de aquellas personas que ejercen la prostitución, por lo que desde el punto de vista de salud pública la situación "requiere ser controlada a la brevedad".

"Puede ser una opción el tema del barrio rojo, pero claramente no es una solución para la Población Vergara. Tiene que estar en los sectores periféricos de la ciudad. No obstante ello, pienso que en el corto plazo, así como la Seremi de Salud catastró en Viña del Mar y Valparaíso a los clubes nocturnos, creo que acá, por un tema de salubridad, ésa debiera ser la primera medida en adoptarse. O sea, debe hacerse la misma fiscalización en las calles", recalcó el concejal de oposición.

En esa misma línea, el presidente de la Asociación de Juntas de Vecinos de la Población Vergara, Sergio Ostornol, aseguró que el barrio rojo "no es la solución al problema", subrayando que la medida para frenar esta situación radica en una mejor "vigilancia y control" por parte de la autoridad.

"No veo por qué la autoridad no puede poner vigilancia nocturna en los sectores de la población donde se ejerce el comercio sexual, para desplazarlos de ese lugar. Creo que la solución va por tener mejores medidas de detección y control. O sea, varias veces los vecinos han pedido que en las calles donde ya se sabe que opera este tipo de comercio, haya una mejor iluminación o alarmas que ahuyenten a estas personas, pero nada de eso ha ocurrido", dijo el dirigente.

Por su parte, la concejal Laura Giannici (DC), sostuvo que "la posibilidad de construir un barrio rojo no asegura que se vaya a acabar con el comercio sexual en el plan de Viña del Mar. O sea, si me logran demostrar que ese barrio va a significar el término del comercio sexual en la Población Vergara, no habría mayor oposición. Sin embargo, si no se logra demostrar, no vale la pena crear un barrio rojo".

Venda en los ojos

Por otro lado, si bien reconoció que no es lo ideal que la Ciudad Jardín tenga un barrio rojo, la concejal Pamela Hodar (UDI) sostuvo que la situación se torna cada vez más compleja por lo que se hace necesario "sentarse a conversar con todos los actores involucrados" con el objeto de resolver el problema que afecta a los vecinos de ese barrio viñamarino.

"Es necesario porque no podemos ponernos una venda en los ojos y hacer como que esto no existe. Esto seguirá estando ahí y lo mejor es regularlo. Estoy de acuerdo en que, dada las circunstancias, el mejor lugar para la instalación de este barrio es el camino internacional, puesto que no dificultaría el diario vivir de los viñamarinos. Los reclamos de los vecinos son recurrentes y no lo están pasando bien, por lo tanto, es el momento de abordar esta situación de una vez por todas", expresó Hodar.

Una opinión similar fue la que tuvo su colega en el concejo viñamarino, Víctor Andaur (PC), quien aseguró que "obviar este tema sería un error, puesto que no podemos taparnos los ojos, o sea, el comercio sexual existe y el desafío es poder solucionar ese problema, y para que esto ocurra es necesario que todo esté bien regulado y normado".

Fiscalización

En cambio, la concejal Macarena Urenda (UDI), sostiene que más que la construcción de un barrio rojo, lo que se debe "fomentar es la fiscalización, puesto que el comercio sexual no puede estar dentro de la ciudad. Hay que fiscalizar y resguardar las normas y las buenas costumbres en la vía pública. Pese a esto, no hay ningún problema en discutir este tema con los debidos antecedentes e informaciones que existan".

¿Ciudad preparada?

Respecto a si la ciudad está lo suficientemente preparada para contar con un sector de esa naturaleza, el concejal Rodrigo Kopaitic (RN), afirmó que su construcción no debe atentar "con la considerable inversión que hemos realizado en materia turística".

"Creo que hoy, en la práctica, el comercio sexual se está ejerciendo y nosotros tenemos que estar preparados para enfrentar esta realidad, para así no generar un problema a la imagen de ciudad que nosotros tenemos. Ahora bien, lo importante acá es que Viña del Mar sea conocida como una ciudad turística y acogedora para la familia. Yo no me cierro a la discusión, pero creo que los grandes temas de ciudad, y que vamos a proyectar para los próximos 20 años, necesitan la participación de la comunidad", expresó el concejal.

El consejero regional de la DC, Juan Arriagada, enfatizó que el tema "está mal enfocado", ya que "si se piensa que mandando la prostitución a un sector alejado, los eventuales clientes llegarán hasta allí, es casi utópico. Me parece que es soñar despierto"

" No creo que esa sea la forma de erradicar el problema que existe en el plan", agregó el core. "Por tanto, creo que la solución planteada, más allá de los rimbombante que sea, no es muy realista, y al mismo tiempo, no soluciona nada. No es la prioridad que hoy requiere Viña del Mar".

"No es la prioridad que tiene la ciudad"

"Los esfuerzos deben estar destinados a otros objetivos y no a la construcción de un barrio rojo". De esta manera, el core Juan Arriagada (DC), se refirió la prioridad que se le busca dar a la construcción de un barrio rojo para la ciudad de Viña del Mar. En ese sentido, Arriagada aseguró que no le parece "que ésta sea la principal preocupación de los cores por Viña del Mar. Lejos, las 30 mil ó 40 mil personas sin agua potable, sin alcantarillado y sin luz eléctrica son la prioridad. Por tanto, esta idea, que no es novedosa, y que ha sido muy manoseada, puede esperar para otro momento".

"No veo por qué la autoridad no puede poner vigilancia nocturna en los sectores donde se ejerce el comercio sexual"

Sergio Ostornol, Asociación JJ.VV. Pob. Vergara"

"Los reclamos de los vecinos son recurrentes (...), por lo tanto, es el momento de abordar el tema de una vez por todas"

Pamela Hodar, Concejal de Viña del Mar"

alcaldesa Reginato aseguró a este diario su rechazo a la idea de tener un barrio rojo en la ciudad. 2014