EL RIESGO DE CRÉDITO SOBERANO
GESTIÓN ECONÓMICA. Se rompe la tendencia favorable de 25 años.
El 13 de julio pasado la clasificadora de riesgo Standard & Poor's, más conocida como S&P, anunció la rebaja de la nota de riesgo crediticio chileno de AA- a A+ con perspectiva estable. Una caída de un notch o escalón, como es normalmente conocido en el mundo financiero. A los pocos días Fitch, otra clasificadora de riesgo, anunció también una rebaja de la calificación de crédito del riesgo soberano chileno de A+ a A, también con perspectiva estable.
Para seguir con esta mala noticia Moody's, otra clasificadora de riesgo, anunciaba a mediados de agosto que modificaba su perspectiva respecto del riesgo soberano de nuestro país, de estable a negativa.
Estas tres agencias son las instituciones más conocidas, a nivel mundial, dedicadas a evaluar el riesgo de diversos instrumentos financieros, privados o soberanos.
Definiciones de riesgo país
La clasificación de riesgo crediticio se inicia hace más de un siglo, cuando John Moody desarrolla, por primera vez, la clasificación de bonos emitidos por unas empresas ferrocarrileras de Estados Unidos. Mucho tiempo ha transcurrido desde esas primeras evaluaciones, la metodología se ha sofisticado, se han desarrollado diversas técnicas orientadas a clasificar múltiples instrumentos de la más variada índole, como asimismo, a clasificar el denominado riesgo país o soberano, que es en el fondo una medición del riesgo que asume un inversor al poner recursos en un determinado país y las dificultades que podría tener para recuperarlos por factores que afecten a esa nación o a su economía en términos globales.
Existe otra definición de riesgo país que es la que determina el mercado. El Ministerio de Hacienda, en su página web lo define de la siguiente manera:
"El riesgo país o riesgo soberano es la diferencia entre la tasa de interés que paga el Gobierno de Chile y la tasa que paga el Tesoro de los EE.UU., sobre bonos emitidos a los mismos plazos y en las mismas condiciones. Esta mayor tasa de interés, que se traduce en un pago adicional, se asocia al mayor riesgo que perciben los inversionistas de prestarle financiamiento a Chile ya que suponen que nuestro país tendría una menor capacidad de pago de sus deudas que EE.UU.
El riesgo país se mide en puntos base, donde 100 puntos base equivale a un punto porcentual. Cabe mencionar que el riesgo soberano impone, en la mayoría de los casos, un piso a las tasas de interés, internas y externas, a la que las empresas y consumidores pueden endeudarse. Luego, si el riesgo soberano es mayor, las tasas de interés de los créditos para el sector privado serán más altas."
He querido transcribir esta definición porque señala que en definitiva la percepción de riesgo se materializa en costos de financiamiento, mayores o menores. Coincido en que no siempre el mercado tiene la misma percepción que las clasificadoras de riesgo, pero el significado de una rebaja en la nota va al menos en sentido contrario de lo que quisiéramos como país y como individuos sujetos de crédito.
FUNDAMENTOS DE NUEVA cLASIFICACIÓN DE CHILE
S&P fundamenta su nueva clasificación en que ésta refleja el prolongado débil crecimiento económico que ha afectado los ingresos fiscales del país. Señala adicionalmente que esto ha contribuido a incrementos en el nivel de deuda del gobierno y ha erosionado su perfil macroeconómico. Esto a su vez ha resultado en un incremento modesto en la vulnerabilidad de Chile ante shocks externos.
Señala también, en su comunicado, que la combinación de los todavía bajos precios del cobre y el bajo nivel de confianza empresarial local continúa pesando sobre la inversión y el consumo, limitando las perspectivas de crecimiento económico del PIB.
Personalmente he estado involucrado en procesos de clasificación y sé lo complejo que son. Fue por primera vez en 1992; trabajando en la gerencia de finanzas de Endesa, cuando esta empresa obtuvo la clasificación de BBB pasando a tener Grado de Inversión para portafolios internacionales. Y sé también de lo doloroso que son las rebajas de clasificación y lo difícil que es recuperarlas.
Preocupación
Por lo mismo parece sorprendente que no haya una mayor reacción, frente a un quiebre en la tendencia de mejora permanente en su clasificación, que el país había tenido por casi 25 años. Y me parece que debemos poner atención en las razones señaladas. Sobre el precio del cobre poco podemos hacer. Pero lo de la baja confianza a nivel empresarial es algo que, si bien no sorprende, parece ser la respuesta esperable frente a un escenario de incertidumbres sobre la que ya comentamos en un artículo anterior.
No vale la pena llorar sobre la leche derramada, pero nuestras autoridades deben tomar conciencia que parte de su quehacer económico es restablecer un ambiente propicio al crecimiento, que permita volver a una senda de clasificaciones exitosas que, desgraciadamente, ha tenido un punto de inflexión.