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Período presidencial

Hace mucho tiempo atrás adhería a la posibilidad de los ocho años. Hoy creo que los actuales cuatro son a una medida prudente
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Según la constitución de 1833, el período presidencial era de cinco años y aquélla permitía que el Presidente pudiera ser reelegido para el período siguiente; para una tercera vez exigía cinco años entremedio. Una reforma de 1871 prohibió la reelección inmediata. Cuatro presidentes (Prieto, Bulnes, Montt y Pérez) gobernaron durante cinco años y fueron reelegidos inmediatamente (por lo cual se habla de los decenios); desde Errázuriz Zañartu hasta Alessandri Palma el período fue de solo cinco años sin reelección inmediata. En 1925 se promulgó una nueva constitución que fijó en seis años la duración de la presidencia sin reelección inmediata. La constitución de 1980 la estableció en ocho años, sin reelección inmediata; pero sucesivas reformas posteriores la rebajaron a cuatro, después se la aumentó a seis y finalmente se la rebajó de nuevo a cuatro años. He escuchado que algunos desean promover una reforma para asignar seis años a la Presidencia, sin reelección inmediata.

Hace mucho tiempo atrás, mi opinión adhería a la posibilidad de los ocho años. Hoy ya no pienso así y creo que los actuales cuatro corresponden a una medida prudente.

Si el Presidente es bueno, para decirlo con una palabra, cuatro años son suficientes; si es malo, aun cuatro son desaconsejables y seis, una enormidad. Claro que uno y otro carácter del Presidente no se pueden atribuir al comienzo, sino al final de su gestión; por ello, ahora creo que es mejor que él dure solo cuatro años. Pienso que si en tiempos de Allende la Presidencia se hubiera extendido a solo cuatro años, tal vez la necesidad del 11 de septiembre para deponerlo no se hubiera presentado. Imaginen sus detractores si cuando fue elegida Presidenta la Sra. Bachelet, el período presidencial hubiera sido de seis años: a la fecha de hoy, el país aún le quedarían unos tres años más. La desesperación que producía en los políticos de los años cincuenta una interminable presidencia de seis años, como la de Ibáñez del Campo (en su segundo período por ende) se ve reflejada en los discursos parlamentarios que se pronunciaban cuando estaba aún lejana la sucesión de 1958.

Esta idea se puede extender a todos los cargos de elección popular. ¿Por qué los senadores tienen que durar ocho años? ¿Por qué ellos, lo mismo que los diputados, pueden ser reelegidos indefinidamente? Se dirá que debe darse su valor a la experiencia y a los talentos. La verdad es que nadie es insustituible o irreemplazable. Solo la idea, muy democrática por lo demás, especialmente en Hispanoamérica, de los mesías políticos es la que impulsa a prolongar los períodos de ejercicio de los cargos y a establecer la reelección, como si no hubiera sujetos disponibles para sustituir a quienes ejercen los cargos.

Un buen complemento al régimen del que hablamos es la prohibición perpetua de reelección. El modelo para la Presidencia, aún vigente, fue implantado en México, el cual, por cierto, nunca ha sido un dechado de democracia, y es practicado en algunos otros países. Solo tiene real importancia en los regímenes presidenciales. Pero fuere óptimo que se lo extendiera a los cargos de congresal y aun edilicios.

Alejandro Guzmán Brito

Catedrático de universidad, abogado

Un nuevo paso para las industrias creativas

El desarrollo de una capital cultural requiere de la construcción de una marca de ciudad que pueda ser promocionada.
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Después de tres años de metódico y consciente trabajo realizado por el directorio del Programa Estratégico Regional "Valparaíso: Ciudad Creativa, Sustentable e Innovadora" -impulsado por Corfo para fortalecer la economía creativa en nuestra zona, finalmente este jueves el directorio del Programa Estratégico aprobó la constitución de la "Corporación Valparaíso Creativo", lo que significa un importante avance la consolidación de este programa.

El Gobierno de Chile, a través de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento anunciada en el mes de mayo del año 2014, puso en el centro de la política económica la relación entre crecimiento y estructura productiva. En dicha oportunidad se planteó que la actual estrategia de especialización de exportación de bienes basados en recursos naturales, debía transitar hacia una de mayor diversificación en bienes y servicios de más contenido tecnológico y de mayor productividad, de forma de asegurar para el país un crecimiento sostenible e inclusivo en el mediano y largo plazo.

Es así como Corfo creó los Programas Estratégicos con el objetivo de proveer los bienes públicos necesarios para promover el crecimiento, la diversificación y sofisticación de nuevas industrias, e invertir en capital social y en una institucionalidad que garantice el desarrollo de mediano y largo plazo. Lo esencial de este enfoque es contar con una institucionalidad que permita la transición desde políticas de competitividad hacia políticas de alcance sectorial, potenciando de manera estratégica y selectiva aquellos sectores donde Chile tiene un alto potencial de crecimiento, pero en los que no han podido desarrollarse.

En ese contexto, la cultura como motor de la economía creativa y factor de desarrollo, incorporó una serie de acciones y planes de transformación que gravitan alrededor de las industrias creativas y del turismo cultural.

El desarrollo de una capital cultural requiere de una serie de infraestructuras, productos y servicios como rutas patrimoniales, museos, galerías, festivales de diversas manifestaciones artísticas pero que también apelan a la construcción de cierta imagen o marca de ciudad que pueda ser promocionada y comercializable en circuitos de la industria cultural, turística y de inversión privada a nivel internacional.

Bajo esa mirada, se puso en marcha el Programa Estratégico Regional "Valparaíso: Ciudad Creativa, Sustentable e Innovadora", iniciativa en la que trabajaron actores relevantes durante estos tres años. Con orgullo podemos decir hoy que el programa avanza y ha cumpliendo las metas propuestas que buscan transformar a esta comuna en un lugar atractivo para emprender e innovación. Hoy, desde Valparaíso ya se están generando interacciones con otros sectores de la economía que permitan innovar y agregar valor a su oferta.

La creación de la Corporación Valparaíso Creativo, permitirá agilizar aún más la gestión de recursos públicos y privados para apoyar el emprendimiento creativo en nuestra zona, sin perjuicio de que Corfo seguirá apoyando este sector económico por los próximos tres años.

Gianni Rivera Foo

Director regional de Corfo

Ángela Jeria y los ex Presidentes

La madre de Michelle Bachelet, Sebastián Piñera y Ricardo Lagos Escobar coincidieron en la gala por la celebración de los 190 años de El Mercurio. La madre de Bachelet es nieta de Máximo Jeria, considerado el primer ingeniero agrónomo de nuestro país, impulsor de la agricultura nacional y colaborador deEl Mercurio de Valparaísoa fines del Siglo XIX.
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Dentro de las gratas sorpresas que correspondieron a la celebración de los 190 años de El Mercurio de Valparaíso no pasó inadvertida la presencia de la madre de la Presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria Gómez, quien concurrió al hotel Sheraton Miramar, participó de los festejos y se fotografió con los ex Presidentes Sebastián Piñera y Ricardo Lagos Escobar.

La madre de Bachelet es nieta de Máximo Jeria Chacón, considerado el primer ingeniero agrónomo de nuestro país, uno de los grandes impulsores de la agricultura nacional y colaborador habitual de El Mercurio de Valparaíso a fines del Siglo XIX. Titulado en la Universidad de Chile y con estudios de perfeccionamiento en Europa y Boston, Estados Unidos, fue también uno de los grandes expertos en la industria azucarera, director de la Escuela Práctica de Agricultura y del Instituto Agrícola. Jeria vivió durante tres lustros en la comuna rural de Olmué, en la zona interior de nuestra región.

La propia señora Jeria -quien reconoce profesar una marcada admiración por don Máximo- se refirió a la figura de su abuelo durante un homenaje que se le realizó en la Universidad de Chile, definiéndolo como "un hombre cuyo principal objetivo no fue su prestigio personal ni ganar dinero -rechazó ofertas muy importantes- sino que fue su sentido de trabajo hacia el país, su sentido de servidor público".

En textos y cartas de la época, tanto en El Mercurio como en la desaparecida Revista de Valparaíso pueden encontrarse escritos de Máximo Jeria, como cuando reflexiona sobre las inundaciones porteñas del invierno de 1898 y lanza inteligentes propuestas para mitigar los daños y prever nuevas desgracias. En su ensayo, titulado Los problemas de Valparaíso a vuelo de pájaro y dedicado al alcalde porteño Alejo Barrios, Jeria identifica los principales problemas de urbanismo y seguridad de la ciudad, estableciendo la imperiosa necesidad de atender su cuenca hidrográfica; la nivelación y ensanchamiento de las calles; los causes de desagüe; el alcantarillado y las cañerías de aseo; además de la rectificación y mejora de la población de los cerros.

La presencia de Ángela Jeria, quien fue la mejor representante de la Presidenta de la República, engalanó una noche inolvidable, de la cual tampoco se restaron -con generosa amabilidad- los ex Mandatarios Sebastián Piñera y Ricardo Lagos, quienes de la misma forma mantienen un vínculo estrechísimo con este medio.

Por lo mismo, este medio quiere agradecer públicamente su participación, y en su nombre la de todos los asistentes, en una jornada que, con toda seguridad, quedará guardada -omo bien dijo el director Carlos Vergara Ehrenberg- en el "patrimonio emocional" de los lectores y habitantes de esta región.