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Pedro Pascal explora su lado tejano en la segunda "Kingsman"

CINE. El actor contó que al director de la cinta no le importó que fuera chileno para convertirlo en un "ultragringo".
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Carolina Collins/EFE

Desde que se convirtiera en "el chileno de 'Game of Thrones'", Pedro Pascal sólo ha dado pasos agigantados en Hollywood. Primero protagonizó las tres temporadas ya estrenadas de la exitosa serie de Netflix "Narcos"; luego coprotagonizó junto a Matt Damon la superproducción "La Gran Muralla" (2016); y ahora se convirtió en un vaquero de tomo y lomo en "Kingsman: El Círculo Dorado".

A punta de sombrero vaquero, botas de cuero y un lazo, el chileno de 42 años se convirtió en Whiskey: un espía "ultragringo" que en la secuela de la exitosa película de 2015 será la contraparte del servicio secreto británico.

En entrevista con agencia EFE, Pascal contó que la idea de llevar al límite a su personaje fue del director Mathew Vaughn, quien se "enamoró" del agente de la DEA Javier Peña, a quien el actor encarnó en "Narcos", y que "no le importó que fuera chileno, de hecho, explotó mi parte tejana".

Un "dreamer"

Nacido en 1975, Pedro Pascal salió por esos años junto a su familia al exilio. Primero a Dinamarca y, luego, a EE.UU. que se transformó en su segunda patria. Ahí vivió la mayor parte de su infancia, específicamente en San Antonio, Texas, y posteriormente se trasladó a Orange County, California.

De ahí que no resultara forzada la idea de sacar provecho de su lado tejano para construir a Whiskey, prototipo de los Stateman, que son como "los primos" americanos de los espías británicos.

"Yo soy un dreamer", dijo Pascal, nombre con el que en EE.UU, se refieren a los hijos de inmigrantes indocumentados. "Entré legalmente en EE.UU., con menos de dos años, y no fue mi decisión ser criado allí; y sí, me siento totalmente parte de esa cultura de dreamers, es lo que viví, no tengo otra", agregó.

Por otra parte, el hecho de haber sumado estrenos internacionales a su currículum le ha dado fama de galán al chileno, quien sin embargo, se lo toma con humor e intenta bajarle el perfil a esa idea sobre él. "Yo no camino por la calle sintiéndome un sex symbol; ando buscándome un cafecito para despertarme", aseguró entre risas en España, hasta donde llegó promocionando "Kingsman: El Círculo Dorado".

Actuación y fama

Confesó que ser actor siempre fue más bien una fantasía y que nunca pensó en ser famoso. "Empecé muy jovencito a estudiar arte dramático como otros hacen natación, necesitaba algo que me sacara de la casa. Y me encantó el teatro, se convirtió en mi identidad. Me pudo esa historia de cientos de años. Me quedé de mesero en Nueva York y me apuntaba a cualquier obra de televisión", recordó.

Pero la vida quiso otra cosa y después de haber conseguido varios papeles relativamente menores en la pantalla chica, a su 39 años llegó el rol que cambió para siempre su carrera. "Era feliz así, actuando. Con que me diera para comer y pagar mi alquiler, viviendo de mi trabajo. La idea de fama no era tan importante, no era el goal (objetivo). Y de repente la ironía me trajo al príncipe Oberyn Martell ("Game of Thrones") y mi vida cambió", relató.

Pascal no se esperaba el personaje, pero sí sabía el impacto que podría tener en su carrera si lo hacía bien. Y lo hizo. De "Game of Thrones" saltó a "Narcos" y su agente Peña atrapó al director Vaughn, quien preparaba la segunda parte de Kingsman, y lo invitó a ser el parte de los Stateman.

Basada en los cómics de Mark Millar y Dave Gibbons, Vaughn también dirigió la primera entrega de esta comedia de espionaje que protagoniza Taron Egerton como Gary Unwin, un joven aprendiz que en la cinta de 2015 fue reclutado por el personaje de Colin Firth, Harry Hart, quien pese a haber muerto al final de la película aparece en la secuela.

Esta segunda entrega traslada la acción a EE.UU., una vez que los "malos" han destruido la organización de los Kingsman en Europa y Asia. Eggsy (Taron Egerton) y Merlin (Mark Strong) piden ayuda a la organización secreta aliada Stateman, que dirige Champ (Jeff Bridges), para quien trabajan Ginger (Hale Berry), Tequila (Channing Tatum) y Whiskey (Pascal).

Un cameo estelar en la cinta

La villana en la segunda entrega de "Kingsman" es Julianne Moore, quien encarna a la malvada Poppy Adams, dueña de la misteriosa empresa criminal que da título a la película, "Golden circle". "Kingsman: El Círculo Dorado" guarda un par de sorpresas para el público como la inesperada aparición del cantante y compositor Elton John, de 70 años, quien hizo un cameo en la película, además de componer e interpretar el tema "Saturday Night's Allright" de la banda sonora.