"Viña del Mar ha menospreciado el patrimonio arquitectónico que existe en la ciudad, es evidente"
En el segundo semestre del año pasado comenzó la discusión por la posible demolición de la Casa de Italia de Viña del Mar. Los accionistas de la inmobiliaria responsable de la casona de calle Álvarez, que tiene más de 50 años de historia, decidieron -por estrategia económica- vender el bien raíz, lo que generó la necesidad por parte de autoridades de declarar Monumento Histórico el inmueble.
Esta situación, según confirmó el experto en patrimonio Gonzalo Abarca Gambaro (58), arquitecto y magíster en Historia de la Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, produjo un fenómeno dentro de Viña del Mar, ciudad que reconoció, "ha menospreciado el patrimonio arquitectónico que existe, es evidente".
Lo ocurrido en la Casa de Italia, según el experto, "es una reacción tardía" para el cuidado del patrimonio dentro de la ciudad, aunque este suceso, aseveró, ha gatillado el interés por preservar otros inmuebles dentro de la comuna, como el Casino de Viña del Mar.
- ¿Se está produciendo un fenómeno en Viña del Mar al pretender declarar casas como Monumento Nacional o Histórico? ¿Por qué se produce esto?
- Acá hay dos temas distintos, uno tiene que ver que efectivamente se está produciendo un fenómeno tardío como consecuencia de lo que ocurrió con la Casa de Italia, donde se llegó tarde, y lo segundo es que es sumamente necesario salvaguardar edificios patrimoniales en la ciudad.
Realidad patrimonial
- ¿Cuál es el valor patrimonial que existe en la Ciudad Jardín?
- En el caso de Viña del Mar, existen dos periodos: en un primer periodo historicista están el Palacio Rioja, el Palacio Vergara, el Palacio Carrasco; y un segundo periodo que es moderno, donde entran la Estación de Biología Marina (UV) de Montemar y, en su oportunidad, el Cap Ducal.
- ¿El Cap Ducal ahora no podría tener esta categoría?
- Está tan intervenido que dejó de ser patrimonial.
- ¿Qué es lo que tiene que tener un inmueble para tener esta categoría?
- Hay una serie de requisitos que tienen que ver con lo que la normativa chilena determina. Eso es fácil encontrar, no genera mayores discusiones porque en el fondo lo que ocurre es que hay que cumplir con el formulario. Lo segundo, que en realidad es lo primero, es entregar un valor al inmueble, al ejemplar, y ahí es donde de alguna manera creo que tanto las autoridades como los estamentos académicos hemos fallado rotundamente, porque las discusiones no están sobre el tapete.
- ¿Una entrega de valor tardía?
- Estamos entrando en una preocupación tardía. Yo mencioné hace algún tiempo esto, la Casa de Italia hace tres o cuatro años debiese haber obtenido la categoría; sin embargo, las autoridades no hicieron nada al respecto. La Estación de Biología Marina, por ejemplo, está afortunadamente en manos de la Universidad de Valparaíso, la Casa Flores, obra del arquitecto Roberto Dávila, también está en manos afortunadamente de la Universidad Viña del Mar, pero lo que tiene que ocurrir aquí es que el ejemplar arquitectónico tiene que manifestar un valor en sí mismo desde el punto de vista de la arquitectura. Este valor puede ser, con el caso de la Casa de Italia, que sea un vestigio de una manera de vivir que tenían las familias fundacionales de la ciudad.
Pérdida de valor
- ¿Si ese valor no se está dando, se menoscaba, se pierde?
- Ese valor es menospreciado. Por ejemplo, la Casa de Italia y el Palacio Ariztía son casas unifamiliares bastante grandes, ambas reflejan una manera en que se entendía la arquitectura a fines del siglo XIX y a principio del siglo XX, donde tenemos básicamente una vivienda de carácter historicista emplazada en un terreno que tiene unas grandes magnitudes y eso permite que el modelo arquitectónico se emplace en una situación de un jardín, de una vegetación y de un espacio que permite el desarrollo de una manera de vida que es no original de Viña del Mar, pero que sí se da en la ciudad como consecuencia del terremoto de 1906.
- En este sentido, ¿Viña del Mar ha menospreciado su patrimonio?
- Claro que sí, Viña del Mar ha menospreciado el patrimonio arquitectónico que tenemos, es evidente. Hay elementos arquitectónicos del periodo moderno de Viña del Mar que ni siquiera se dan cuenta de la existencia, por ejemplo, las oficinas de Copec en la avenida Jorge Montt (Las Salinas), el mismo Instituto de Biología Marina, la Casa Flores, lo que pasó con el Cap Ducal a la manifestación de aquello.
- ¿Qué se debería hacer aquí desde su visión de experto? ¿Quién debería tomar las riendas en esto?
- La autoridad comunal debe iniciar una carpeta y presentarla, de acuerdo a las normativas, a las instituciones nacionales que así lo determinan. Pero nadie en su sano juicio, con la actual legislación, va a autosolicitar la declaratoria de bien patrimonial de una propiedad propia.
- ¿Aquí juegan mucho los intereses económicos?
- Yo no creo que se trate de demonizar a las empresas inmobiliarias, porque hay una necesidad de vivir en la ciudad. Viña del Mar es una ciudad que tiene un buen clima, acceso a las playas y una serie de instancias que la hacen apetecible. Lo que hay que hacer es ecualizar el espíritu de cambio y el respeto por el patrimonio que son dos valores que deben, necesariamente, ir de la mano. A mí me parece un poco chistoso que después que se construyó una torre de varios pisos de altura, alguien se acuerde de declarar patrimonio el Casino de Viña del Mar, por ejemplo. Tenemos una lista importante de edificios que debieran ser evaluados desde su perspectiva de valor patrimonial. Ahora, la gran pregunta tiene que ver con qué es lo que es patrimonio. Lo que a mí me parece más concreto es preguntarse ¿cuál es el valor actual del inmueble en cuestión?, ¿cómo traigo yo a valor presente un edificio del pasado?
- ¿Qué pasa cuando una ciudad pierde su valor patrimonial?
- Uno pierde identidad, pierde lo que es propio. Un alcalde quiso construir un edificio en torno al Palacio Carrasco, cuando el valor del lugar más que su edificación es el parque que lo rodea. Lo mismo pasa con el Palacio Rioja, el Instituto de Biología Marina, que respecto a la arquitectura moderna es un edificio que marca la pauta no solamente a nivel nacional, sino que también a nivel mundial en términos de precursor de la arquitectura moderna y eso no se valora.
"Estamos entrando en una preocupación tardía. Yo mencioné hace algún tiempo esto, la Casa de Italia hace tres o cuatro años debiese haber obtenido la categoría; sin embargo, las autoridades no hicieron nada al respecto""
"La Municipalidad tiene una unidad de Patrimonio que debería hacer una lista de inmuebles a preservar, pero si no fue consultada para el Plan Regulador de la ciudad, uno entiende lo que ocurre" "No hubo una preocupación hasta que estamos con mucha certeza y ad portas de la demolición de la Casa de Italia. Pero debiésemos salvar el Paseo Valle, el Instituto de Historia, el Palacio Ariztía, la Casa Flores y una serie de edificios que están en la etapa moderna""