Conocer el surf y descubrir que otras personas en situación de discapacidad también practicaban esta disciplina, se transformó en la principal motivación para que Javier Scott, 25 años, encontrara en este deporte la oportunidad de poder desarrollarse.
Y es que pese a su condición de no vidente, debido a un retinoblastoma bilateral (cáncer a la retina) que hizo que perdiera la vista a los cinco años de edad, este joven oriundo de la comuna de La Cruz, en la provincia de Quillota, ha encontrado en el surf la oportunidad de alcanzar una independencia y experiencia que hoy lo tienen preparándose para representar al país en el campeonato mundial de surf para discapacitados, que se desarrollará durante los últimos días de noviembre y principios de diciembre en California, Estados Unidos.
"A los dos años perdí la vista del ojo izquierdo y a los cinco la del ojo derecho. Siempre fui fanático del skate, y en segunda instancia, como también es un deporte de tabla, me gustaba el surf. Siempre me motivaron los deportes de tabla y en el surf me di cuenta que otras personas con situación de discapacidad, también, practicaban esta disciplina. Eso fue lo que me motivó a seguir adelante en esto", expresó el joven.
Y agregó: "Llevo casi un año practicando este deporte y creo que en el poco tiempo he podido tener un gran avance. Los instructores me dijeron que, en comparación a otras personas, no me demoré mucho en poder pararme en la tabla. Incluso, muchos se sorprendían cuando les decía que nunca antes había surfeado. Entonces, eso hace que uno quiera seguir adelante en esto, y por lo mismo, me estoy preparando de la mejor forma para el campeonato en Estados Unidos".
En ese sentido, si bien reconoció que dicha competencia será muy compleja, ya que -según él- "la realidad de Chile está muy atrás en comparación a otros países con los que vamos a competir", aseguró que será "una oportunidad nueva para mí, la cual me va a permitir adquirir más experiencia".
"Me llena día a día"
Al respecto, Francisco Núñez, quien es el instructor de surf de Javier, reconoció el orgullo que significa el tener la oportunidad de ser su entrenador, tanto por la confianza que se ha generado, así como por el rápido progreso que ha tenido.
"Ser el instructor de Javier es algo que me llena día a día. Lleva entre seis y ocho meses surfeando y el avance es inmenso. Es el primer no vidente en Chile en poder correr una ola hacia el lado. Creo que la confianza y el fiato que hemos alcanzado entre ambos ha sido fundamental en todo este proceso".