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Duoc UC premió a empresas destacadas de la región

PREMIO. Mercurio de Valparaíso fue distinguido en categoría de medio regional.
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Empresas destacadas de la región fueron distinguidas en una nueva versión de PR Awards, premiación que organiza la carrera de Relaciones Públicas de Duoc UC sede Viña del Mar, un encuentro que vincula a la academia con la industria.

Las categorías premiadas fueron "Responsabilidad social empresarial", donde la distinción recayó en Clínica Ciudad del Mar; "Agencia de comunicación destacada", resultando ganadora Creadis; "Productora de eventos destacada", obteniendo el galardón Vive Medios; "Manejo destacado en redes sociales", categoría que ganó Codelco; "Medio de comunicacional regional destacado", otorgado al El Mercurio de Valparaíso; y "Marketing relacional", galardón que quedó en manos de Esval.

La directora de la carrera, Macarena Urenda, destacó la participación de los alumnos de segundo año, quien estuvieron a cargo de la totalidad del evento. "Nuestra formación se caracteriza por el aprender haciendo, por las competencias de empleabilidad. No podemos trabajar de espaldas a la industria, tenemos que formar a nuestros alumnos en procesos que estén en permanente contacto con la industria", indicó.

El gerente general de Clínica Ciudad del Mar, José Ignacio Valenzuela, explicó que la estrategia para ser reconocidos en la categoría "Responsabilidad social empresarial" tiene que ver incorporar a los propios trabajadores en los procesos de la empresa. "Estamos constantemente preocupados de tener un buen vínculo con la comunidad, los que nos ha caracterizado es la participación de nuestros colaboradores en las acciones de responsabilidad social, eso hace que el tema salga natural e integral", subrayó.

Por su parte, el gerente de Personas y Asuntos Corporativos de Esval, Jaime Henríquez, valoró la importancia de escuchar al cliente para obtener buenos resultados en "Marketing relacional", como fue la categoría donde se impuso la empresa. "Trabajamos para desarrollar lazos fuertes con la comunidad y de largo plazo. Hoy las empresas tenemos un compromiso mayor que el servicio que entregamos, hay que estar permanentemente escuchando a los clientes, estando cerca de ellos, de las comunidades, de las juntas de vecinos, en esa línea se pueden construir planes estratégicos que vayan más allá de las expectativas de los clientes", indicó.

Viña del Mar Lawn Tennis Club

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Esta semana se inicia el tradicional Torneo Primavera del Viña del Mar Lawn Tennis Club, popularmente conocido como Club Inglés. Además de ser el campeonato que cierra las competencias tradicionales de este año que organiza la Asociación de Tour Tenis Quinta, tiene un sabor agridulce, considerando la solicitud del Sporting Club para que el club abandone los terrenos que ocupa.

Haciendo un poco de historia, aunque el club no nació originalmente en los terrenos del Sporting, ahí ha llevado a cabo gran parte de su vida, convirtiéndose junto a la hípica y el fútbol en patrimonios culturales de la historia de la región.

Fueron los deportes modernos un factor fundamental en el interés de los habitantes de Valparaíso por Viña del Mar. Excluyendo a quienes tuvieron los medios para cambiar de domicilio a esta nueva ciudad, en especial, luego del terremoto de 1906, la gran mayoría conoció estas viñas gracias a los nuevos espectáculos deportivos que comenzaron a aparecer a fines del siglo XIX.

Los antecedentes más antiguos de este club son de 1864, cuando un grupo de inmigrantes británicos fundan el "Club inglés de tenis" en terrenos ubicados en Playa Ancha. El año 1881, apenas unos años después de los primeros torneos disputados en Wimbledon, que se iniciaron en 1877, los fundadores del Club Inglés se trasladan a Viña y forman el "Viña del Mar Lawn Tennis Club".

Aunque para muchos lectores pueda resultar una obviedad, vale la pena detenerse en un detalle. Al igual que en Wimbledon, antes de la arcilla, el tenis se comenzó a jugar sobre pasto, lo que permitiría suponer una diferencia entre las canchas del puerto con las de Viña. De lo contrario, qué sentido tenía haber incluido en la denominación del club la palabra "lawn" (césped).

De acuerdo a la crónica de Luis Aguirre, la primera cancha fue ubicada en un terreno cedido por el dueño del Gran Hotel de Viña del Mar a los quince socios que conformaban este club. En 1898 se agregó una segunda cancha. Sin embargo, la llegada de nuevos tenistas obligó a buscar un lugar donde pudieran ampliar el número de courts.

El Valparaíso Sporting Club, cuna de los deportes modernos abrió las puertas al Viña del Mar Lawn Tennis Club, cediendo unos terrenos que fueron inaugurados el 27 de noviembre de 1920. Un año después, la Asociación de Lawn Tennis entregó a este club la dirección de los torneos de la región, siendo el más importante el que se disputaba en su sede a fines de cada año. La copa donada por su presidente honorario, Alfredo L.S. Jackson, aumentó el prestigio e interés por este torneo, más aún cuando Jackson participó activamente del primer torneo de Wimbledon. Hacia 1925, el Club Inglés contaba con 400 socios, ocho canchas y un espacio para los socios.

El año 1991, un incendió destruyó su tradicional sede, copas y archivos que ahí se albergaban, lo que no fue impedimento para que el club volviera a construir una sede que es la que actualmente ocupa.

Más allá de lo deportivo, el Club Inglés permite explicar las estrechas raíces que tiene la historia de Viña del Mar con la ciudad de Valparaíso. De manera similar y en un ámbito más cultural, el tenis fue uno de los pocos deportes donde las mujeres encontraron un espacio de sociabilidad en una ambiente que era exclusivo de los hombres.

La sección de deportes de El Mercurio de Valparaíso promocionaba hace casi un siglo: "Las distinguidas familias de la sociedad Viñamarina y de este puerto y muchas otras que se trasladarán especialmente a Viña del Mar, tienen gran interés en presenciar estos encuentros", el 5 de diciembre de 1922.

Finalmente, queda la ilusión de que los actuales directores del Valparaíso Sporting aprovechen el potencial de tener en sus terrenos al club de tenis más antiguo de Sudamérica como parte de su patrimonio. Asimismo, queda como desafío para la actual directiva del club involucrarse con la comunidad para revivir el tenis y, por medio de esta gestión, volver a sacar campeones de la zona que sigan la senda del viñamarino Nicolás Massú.

Doctor en Historia

Facultad de Artes Liberales

Universidad Adolfo Ibáñez

Gonzalo Serrano del Pozo