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Compras de última hora repletan calles y centros comerciales

NAVIDAD. Desde la CRCP explican que si bien el fenómeno es normal en esta fechas, también influyó feriado eleccionario.
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Rodrigo Navarrete N.

Como suele ocurrir durante los días previos a la Navidad, miles de personas de la Región de Valparaíso acudieron en masa a los centros comerciales de la zona para adquirir los últimos regalos para la noche de pascua.

Desde muy temprano, tanto el comercio de Valparaíso, como el de Viña del Mar, abrieron sus puertas para a recibir a quienes por diversas razones, ya sea por tiempo, trabajo o dinero, dejaron para este sábado la compleja misión de encontrar los regalos.

Y aunque por lo general este tipo de situaciones podría generar más de algún estrés en las personas, ya sea por el caos vial y peatonal que se produce en esta fecha, así como por la dificultad de encontrar el regalo adecuado o deseado, en la Ciudad Jardín el ambiente que se respiraba ayer era de total normalidad, pese al importante tránsito de personas que se vio durante la jornada.

"Para mí, no fue difícil encontrar los regalos de Navidad, básicamente, porque sabía qué regalos comprar y dónde comprarlos. Normalmente, cuando se debe comprar los obsequios, días antes de venir a comprarlos, busco dónde encontrarlos, comparo precios, etc. Así después se viene solamente a comprar y se evita el estrés que significa realizar las compras a última hora", expresó el conconino Jorge Carrasco.

Por su parte, Francisco Carvajal señaló que "por temas de tiempo, y también laborales, no había podido hacer las compras navideñas, así que nos levantamos temprano con mi pareja y vinimos hasta acá a comprarlos. Preferimos venir temprano y finiquitar lo más rápido posible el tema de los regalos".

En esa línea, en cuanto a las ofertas que pudo encontrar, el joven oriundo de Quillota afirmó que "había varias ofertas así que no fue tan complejo encontrar los regalos. Pudimos encontrar todo lo que estaba buscando. Fue una labor bien relajada y creo que en eso influyo en que no habían tantas personas comprando como uno habría imaginado. Por suerte, para nosotros fue todo bien expedito".

Para Berta Arias, jefa del local "Gema Viña", ubicado en la Avenida Valparaíso, y que ofrece la venta de ropa interior femenina, las ventas navideñas de este año "han estado bastante buenas", puesto que han logrado tener la fidelidad de sus clientes, que les ha permitido no caer ante la competencia que significa los centros comerciales más tradicionales.

"La mercadería que tenemos acá, y que traemos cada año durante Navidad, así como los fieles clientes que ya tenemos, ha permitido luchar contra lo que ofrecen los otros centros comerciales. Aquí tenemos nuestros clientes que vienen año a año en busca de regalos, donde los calzones y sostenes son los productos que más se venden", dijo la jefa del local de lencerías.

Y agregó: "De los que compran en nuestra tienda, muchos son argentinos. Sin embargo, este año ha bajado un poco la afluencia de estos turista y eso se ha notado. Desde el mes de noviembre que el número ha disminuido y es porque prefieren irse a Santiago. Por suerte para nosotros, las ventas no han bajado".

Respecto a las proyecciones y expectativas que se tenían para el comercio para estas fechas, la gerente general de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, Marcela Pastenes, indicó que si bien las ventas en las primeras semanas de diciembre estuvieron "algo lentas", se espera que éstas tengan un crecimiento en comparación al año pasado, donde el retail, supermercados y establecimientos turísticos, así como gastronómicos, serán los más favorecidos.

"A pesar de que las semanas previas a las elecciones las ventas del comercio estuvieron bajas, se espera que estas aumenten durante la última semana, dado el movimiento que se ha observado, proyectándose para el mes de diciembre, un crecimiento del 4% con respecto al año pasado, lo que sin duda es una positiva señal para el sector", precisó.

La gerente general de la CRCP añadió que en el retail, "vimos que las ofertas navideñas habrían empezado en la quincena de noviembre, medida tomada por las tiendas dado el feriado eleccionario, lo que también provocó que las personas decidieran aplazar sus compras para la última semana antes de Navidad".

En tanto, Santiago Pérez, presidente de la Cámara de Comercio de Reñaca, sostuvo que "este fin de semana navideño, con respecto a otros fines de semana, podemos decir que estamos un poco más parejos. No es algo preocupante, ni nada de eso, pues esto responde a que Navidad es más familiar, pese a que ha subido el número de pernoctaciones en la zona con respecto a otros años. La Navidad siempre ha sido, marcadamente, más baja que el resto del año".

Pérez agregó que en Reñaca son tres los polos que están "bastante marcados: hotelería, gastronomía y comercio", agregando que "sin duda, que este último polo lo abarca, en mayor medida, Viña del Mar. El comercio minorista, en general, está bastante más afectado que el resto de sus pares (hotelería y gastronomía), pues todavía falta tener ofertas y un campo de acción más grande como lo tienen Viña del Mar, Valparaíso, y también, Santiago".

"La mercadería que tenemos acá, así como los fieles clientes, ha permitido luchar contra lo que ofrecen los otros centros comerciales"

Berta Arias, Jefa local "Gema Viña""

"No fue difícil encontrar los regalos de Navidad, básicamente, porque sabía qué regalos comprar y dónde comprarlos"

Jorge Carrasco, Cliente conconino"

Navidad, contradicción y fe

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*Gonzalo Bravo Álvarez

Las celebraciones navideñas dejan emerger lo mejor que hay en muchos corazones; cada año somos testigos de una oleada de deseos de amor, paz y felicidad. Pero, por otro lado, deben ser los días que generan más estrés en quienes vivimos en la ciudad y en quienes se someten a la liturgia del mercado. Quizás por eso estos deseos no llegan a anidarse en lo más profundo de los corazones; aún más, pareciera que experimentamos una contradicción elocuente: mientras más paz deseamos, menos la expresamos con nuestros actos cotidianos.

Pero esa negativa contradicción humana tiene un correlato con otra, que es positiva: la divina. Sí, ya que Navidad es fiesta de silente contradicción porque es el recuerdo del Creador que se hace creatura; es la memoria viva del Eterno que se hace tiempo; es la rememoración de la manifestación del Poderoso que, habitando en el cielo, se hace debilidad que llora en un pesebre. Navidad no tiene que ver solo con los buenos deseos -a veces no realizados- de seres humanos, sino con el regalo que significa que Dios se haga ser humano, cercano, hermano. En ese pesebre, el rey es un niño; el mesías está en pañales y el salvador es sostenido en brazos por una débil mujer campesina. La simplicidad y precariedad es sublime manifestación de la humildad de Dios que comparte su naturaleza humana con cada uno de nosotros.

Es esa contradicción la que nos permite mirar nuestra vida con 'ojos de pesebre'. En esa mirada la precariedad es oportunidad de solidaridad y justicia; la soledad es exigencia de fraternidad; y, por último, la inmovilidad de ese niño-Dios es exigencia de dinamismo personal y social para crear nuevas oportunidades para quienes hoy viven precariedades. Si en ese pesebre de Belén, sucio y mal oliente como todo pesebre, pudo nacer el Eterno, ¿por qué no disponer nuestra vida para acoger al que quiere renovarlo todo sin quitarnos nada?

En este sentido, la contradicción es dinámica de fe que nos permite ir más allá de lo que somos, vemos y esperamos. En ese niño está la manifestación del amor de Dios que nos envía a su Hijo para que podamos tener vida. La vida del pesebre, nos permite valorar lo que no tiene precio de mercado, sino que tiene valor en sí mismo: la paz, el amor y la felicidad. La estrella de Belén cumple plenamente su función de guía cuando quienes le miramos nos dejamos mover por ella. Que la fe en este niño-Dios, nacido en la precariedad de un establo, sea la fuerza revolucionaria que humanice tanta vana pretensión en nuestra sociedad, especialmente el egoísmo, la avaricia y el poder. Una Navidad solo rica en regalos, nos empobrece; una Navidad sin la mirada de pesebre enceguece el corazón; una Navidad en la cual se contempla la pobreza del niño Dios en Belén enriquece nuestra sociedad. Sólo así, quienquiera que sea, creyente o no, podrá murmurar dentro de sí: Jesús nace por mí.

*Párroco La Matriz Profesor Facultad de Teología PUCV