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ENTREVISTA. Cristián del Campo, provincial de los jesuitas en Chile, por el impacto en el país de la visita de Francisco:

"En tres días no le podemos pedir al Papa Francisco que haga un milagro"

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"Nuestro país está más secularizado, con menos pobreza y más abierto al mundo. También mucho más diverso, por lo que Chile es menos católico. Lo católico dejó de ser hegemónico y pasó a ser una fuerza importante, pero una fuerza entre muchas otras"."

"Tenemos que darnos cuenta que esta no es una sociedad híper mayoritariamente católica, y por lo tanto ya no podemos llegar siempre con la autoridad de decir que esto es así porque es así y siempre ha sido así. Mentira". "Donde creo que puede haber más luz, a mi modo de ver, es en La Araucanía, justamente porque creo que es donde hay más oscuridad en el sentido de la poca claridad que tenemos sobre lo que hay que hacer"."

Mauricio Mondaca L. mauricio.mondaca@mediosregionales.cl

Escucha el martilleo incesante de un grupo de maestros. Cuenta los asientos de quienes van a participar en la reunión "familiar". Lee los mensajes en el camino que lleva a uno de los lugares más importantes para los jesuitas chilenos y entre tanto intenta atender el teléfono. Como ingeniero comercial, el sacerdote Cristián del Campo, provincial de la Compañía de Jesús en Chile, no ha dejado nada al azar en las semanas frenéticas en que la congregación que recibirá a uno de los suyos, Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, prepara su espacio más íntimo para la ilustre visita.

En el santuario ubicado en Estación Central, donde descansan los restos de Alberto Hurtado, uno de los dos santos de Chile, el Papa se reunirá el 16 de enero, a las 19 horas, con sus compañeros jesuitas y tendrá un encuentro, solicitado por él, con quienes son parte de obras sociales como el Hogar de Cristo.

"Esto es como un empujón, pero nada se sigue moviendo solo después de un empujón. A ti te pueden dar un empujón para empezar a pedalear, pero tienes que seguir tú", afirma el hijo de la cantante Gloria Simonetti, quien cree que el gran desafío de los católicos en Chile es seguir adelante reforzando la labor religiosa luego de que el Pontífice deje el país rumbo a Perú.

Ex capellán de Techo, Del Campo adelanta que las horas que el Pontífice pase en La Araucanía podrían marcar su visita de Estado y pastoral, "porque creo que es donde hay más oscuridad en el sentido de la poca claridad que tenemos sobre lo que hay que hacer".

Vínculos con Chile

Para los jesuitas tanta preparación no es en vano. Francisco, el primer Papa de América, tiene un vínculo fundamental con Chile. Tras estudiar Química e ingresar al sacerdocio en el seno de la Compañía de Jesús, llegó al país a completar su formación en 1958, cuando ingresó al seminario de los jesuitas chilenos que está en la actual Casa de Retiro del Padre Hurtado, de la comuna homónima. Bergoglio, al igual que otros tantos jesuitas venidos de distintos países de la región, estuvo en el país hasta 1960 para profundizar sus estudios en historia, literatura, latín y griego.

- ¿Quiénes son hoy los jesuitas que van a recibir al Papa Francisco en Chile?

- Es una congregación de poco más de 140 hombres. La inmensa mayoría somos sacerdotes. Hay algunos que están estudiando y formándose, repartidos desde Arica hasta Puerto Montt en distintas comunidades religiosas trabajando en educación, en parroquias, con sectores vulnerables, en espiritualidad ignaciana y también algunos fuera de Chile formándose y sirviendo, en países como África o Rusia, por nombrar algunos. Es un grupo muy diverso de gente inspirada por San Ignacio, que quiere humildemente aterrizar el Evangelio de Jesús al año 2018.

- ¿Qué significa para la congregación recibir al Pontífice?

- Imagínate. Primero, como miembros de la Iglesia es un privilegio gigante, porque los Papas no suelen venir a Chile. Y habrán pasado casi 31 años entre que recibimos al Papa Juan Pablo II y a Francisco. Ya eso es una tremenda alegría, como también que este sea el primer Papa de la historia que es latinoamericano. Eso lo hace cercano, un Pontífice argentino que estudió en Chile un año. Es un Papa con el que hablamos, literalmente, el mismo lenguaje y con el cual podemos compartir las mismas experiencias, porque fuimos educados por la misma Iglesia latinoamericana. Y más aún es un Papa jesuita por primera vez, lo que convierte todo esto en una triple alegría para los jesuitas de Chile.

- ¿Cuál es la Iglesia chilena que recibe a este Papa?

- Diría que es una Iglesia en un país muy distinto, por lo que la Iglesia es muy distinta. Nuestro país está más secularizado, con menos pobreza y más abierto al mundo. También mucho más diverso, por lo que Chile es menos católico. Lo católico dejó de ser hegemónico y pasó a ser una fuerza importante, pero una fuerza entre muchas otras. Lo segundo es que es una Iglesia muy golpeada en el último tiempo, particularmente por muchos casos de abusos. Y eso especialmente creo que ha minado la credibilidad con la que contó la Iglesia chilena durante muchas décadas.

la iglesia en chile

- La Iglesia chilena en los '80 llegó a convertirse en un referente no solo espiritual, sino que cumplió un rol político muy importante.

- Así es, en ámbitos como el espiritual, moral y político. Era la institución más prestigiada y confiable, una Iglesia que se la jugó por la defensa de los derechos humanos en dictadura por creyentes y no creyentes. En ese sentido contaba con pastores que fueron muy profetas. Hoy, después de haber recuperado hace tantos años la democracia, miramos eso como si fuera algo obvio. Pero en esa época no era tan obvio. la Iglesia fue muy criticada en esa época y muchos hablaban de los curas rojos. Es lo mismo que le dijeron al padre Hurtado y es algo coincidente que también se dice de este mismo Papa.

- El mismo padre Alberto Hurtado escandalizó a la sociedad chilena al preguntarse si era Chile un país católico, en uno de sus libros más importantes.

- Exactamente. Y así como el padre Hurtado escandalizó a muchos católicos con su compromiso irrestricto con los trabajadores o las cosas que escribió en la revista Mensaje, así también fue la Iglesia criticada en los '80 por lo que decía y hacía. Y también este Papa ha sido muy criticado por cosas que ha dicho. Hay algo de que la historia se repite y que vamos a necesitar muchos años para valorar esas cosas que se han hecho.

- Hay una frase que señaló el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, en orden a que el Papa Francisco vendría "sin causar problema". ¿Qué sentido se le puede dar a eso, teniendo en cuenta que el mismo Francisco ha dicho a los católicos de todo el mundo que deben "salir a hacer lío"?

- Yo creo que el cardenal Ezzati se refería a propósito de lo que pasó con Bolivia, cuando el Papa dijo algo que fue interpretado como un cierto apoyo a la demanda marítima de ese país en contra de Chile. O también está la discusión que se dio el año pasado en torno a la despenalización del aborto en tres causales. Creo que lo que trató de decir, es mi interpretación, es que el Papa no se va a venir a meter en temas contingentes. Pero no me cabe ninguna duda que el Papa va a hablar de temas que sí son muy relevantes para Chile. Si no, no se explican las visitas a Iquique y Temuco, pero sobre todo a Temuco. Es lejos lo más controversial y donde la cosa está menos clara.

- ¿Temuco puede significar un hito dentro de la visita del Papa?

- Creo que sí. Son tres ciudades y tres hitos muy importantes, pero donde creo que puede haber más luz, a mi modo de ver, es en La Araucanía, justamente porque creo que es donde hay más oscuridad en el sentido de la poca claridad que tenemos sobre lo que hay que hacer.

- Hay un grupo de personeros, de distintas entidades y países, que se van a reunir en una suerte de "cumbre" paralela. Ahí el tema de los abusos sexuales de parte de sacerdotes va a ser un tema central. ¿Qué puede significar eso para la visita del Pontífice?

- Creo que ellos tienen todo el derecho a expresarse y a expresar sus puntos de vista y opiniones sobre la visita del Papa. Ojalá que sea de un modo siempre dialogante y que también los que queremos darle la bienvenida al Papa y celebrar su palabra podamos hacerlo con tranquilidad, que nos respetemos en ese sentido.

Visita al santuario

- En concreto, ¿qué actividades esperan al Papa Francisco en el santuario del Padre Hurtado?

- aquí en el santuario del padre Hurtado se van a registrar dos momentos. En el primero de ellos, de media hora, nos vamos a reunir todos los jesuitas que estamos en Chile en la tumba del padre Hurtado. Eso va a ser un momento muy relajado y de verdad muy informal. Es un instante que el Papa lo ha tenido en los otros países con los jesuitas de esos países. Y siempre ha sido un espacio que implica algo así como ir a ver a la familia. No tiene más que un guión muy básico que es la llegada, sacarnos una foto, darle un aplauso y entregarle un regalo. Lo que se vaya a decir va a ser algo del momento y muy privado, por lo que es algo en familia. El segundo momento, de media hora, se va a realizar en la explanada al lado del museo. Ahí se van a reunir entre 400 y 500 personas que son rostros de situaciones de pobreza en Chile. Se trata de personas en condición de discapacidad, en situación de calle, migrantes, en tratamiento por abuso de alcohol y drogas y otras más. Ellos van a tener un encuentro y van a estar liderados por un grupo de hospedados en el Hogar de Cristo, que como dueños de casa serán quienes acogen a sus hermanos en la pobreza.

- ¿Esta visita puede significar un empujón para la Iglesia chilena?

- Esto es como un empujón, pero nada se sigue moviendo solo después de un empujón. A ti te pueden dar un empujón para empezar a pedalear, pero tienes que seguir tú. En tres días no le podemos pedir al Papa que haga un milagro. Depende de nosotros. Ahora, que va a ser un empujón, lo va a hacer, por su estilo, sus palabras, cercanía y porque es súper aterrizado. Pero después tenemos que pedalear nosotros. Y creo que ese es el gran desafío que tenemos los católicos en nuestro país. Cómo pedaleamos, porque si no ocurre así después de este empujón nos vamos a quedar parados.

- ¿Y cómo "pedalea" la Iglesia chilena en una coyuntura donde los temas valóricos tales como el aborto en tres causales, la ley de identidad de género o el matrimonio igualitario han estado muy presentes en la coyuntura política?

- Te diría que lo primero es la actitud. Creo que debemos volver a tener la actitud del Concilio Vaticano II. La del Concilio Vaticano I fue de una actitud defensiva cuando la Iglesia se cerró a las amenazas externas del racionalismo, el marxismo, el materialismo y el liberalismo. Hoy podemos tener la misma tentación y creer que lo que está afuera es una amenaza de la que tenemos que protegernos y cerrarnos. En cambio, el Concilio Vaticano II siempre tuvo una mirada más optimista, al señalar que la Iglesia tiene una verdad que ofrecerle a la sociedad. Pero también la sociedad ha ido descubriendo cosas que puede ir ofreciendo y nos ayuda a nosotros como Iglesia. Yo creo que como Iglesia tenemos que dar nuestra palabra en una sociedad plural como la nuestra, pero tenemos que hacer el esfuerzo de reconocer qué signos de Dios ya están en la sociedad, y que pueden ser para nosotros muy iluminadores, que no los han descubierto los cristianos. Eso tiene que ver con la actitud. Y también tenemos que darnos cuenta que esta no es una sociedad híper mayoritariamente católica, y por lo tanto ya no podemos llegar siempre con la autoridad de decir que esto es así porque es así y siempre ha sido así. Mentira. Ahora, o somos capaces de dar razón de nuestra fe, de convencer y persuadir, o estamos perdidos, porque la sociedad ya cambió.

alfonso gonzalez ramirez

Capítulos y kilómetros de una maratón íntima

La primera novela de Macarena García Moggia se llama "Maratón", comenzó como un montón de poemas malos y terminó como uno de los libros más aplaudidos del 2017. La viñamarina comenta su inspiración y desenlace.
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macarena garcía moggia es licenciada en psicología y tiene un doctorado en filosofía. escribe poesía desde hace mucho y ahora, además, dirige una editorial.

Hace siete años, Macarena García Moggia había escrito un montón de poemas relacionados con el deporte y, según ella, eran todos muy malos. Los abandonó como quien bota una carrera cuando ve alejarse las espaldas de los que van a ganar. Después escribió otros poemas. Esos sí llegaron a tener portada y solapa. Tiempo después, los versos que había desechado revivieron. Esta vez, García Moggia les dio otra forma y los convirtió en su primera novela.

El libro se llama "Maratón" y aunque fue publicado hace menos de un mes, fue uno de los mejores del 2017 según los críticos literarios, editores, libreros y escritores. Es parte de la colección Almácigo de Editorial Cuneta, un sembradío donde también alzan la cabeza interesantes obras como "Nancy", de Bruno Lloret, y "Charapo", de Pablo D. Sheng.

Macarena García Moggia es licenciada en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Tiene un doctorado en Filosofía, cursó en España un magíster en Estudios Comparados, en la Universidad Pompeu Fabra, y hoy vive en Viña del Mar, aunque ha tenido temporadas en Santiago y Valparaíso. También codirige Mundana Ediciones y enseña en el Instituto de Arte de la PUCV.

Su primer libro fue una colección de poemas que tituló "Aldabas" (Edícola Ediciones). Hoy sigue escribiendo poesía, pero no tiene muy claro cuándo volverá a publicar. "Me acuerdo de ese verso de Enrique Lihn que dice que lo primero es sentarse y madurar. Y madurar es lento. Y sentarse cuesta. Se necesita harto entrenamiento", comenta.

Recientemente hizo la traducción de la novela del italiano Claudio Morandini "Nieve, perro, pie", primera práctica en esas lides que espera mantener. Sin embargo, dice "fue una experiencia ruda igual, una novela bella pero difícil, que tiene sobre todo una textura en la que trabajé harto. El italiano es simple, pero es desafiante para el castellano. Hay poca literatura italiana traducida en Chile y creo que el trabajo que está haciendo Edicola Ediciones es notable".

Marcar el paso

Macarena no ha corrido nunca una maratón, aunque en alguna época de su vida le gustaba trotar. "Tengo asociada a la experiencia de correr una sensación infantil muy placentera, de correr en el espacio abierto, enorme", explica esta viñamarina que por cierto dedicó la novela a su hermano Fernando, que entrena desde hace algún tiempo para correr maratones.

Este breve libro tiene 50 capítulos, 42 de ellos por los tradicionales 42 kilómetros que abarca una maratón completa y ocho restantes que detallan aspectos como la alimentación previa, las formas de entrenarse y las actitudes mentales que favorecen una buena corrida.

Cuenta la autora que escogió como epígrafe un verso de la poeta Elvira Hernández que estaba en "Cuaderno de deportes", un libro publicado en 2004, el mismo año de los Juegos Olímpicos en Atenas, los de Massú y González. La línea es parte del poema "Fondismo" y es una afirmación vestida de pregunta: "¿Hay acaso otro camino que marcar el paso?". Es una sentencia que interroga al lector y que, según la autora, define un poco lo que hacen sus personajes, así como el efecto que quiso para la novela: "Mover los pies sin avanzar".

Dos amigos

Cerca del Cerro San Cristóbal, en un edificio de 25 pisos con departamentos de 30 metros cuadrados, los amigos Laura y Diego trasnocharon tomando vino y se fueron a la cama juntos. Esa noche ella soñó que era una tortuga caminando por la "tierra seca y un poco rosada" de Quilpué, temerosa de los trenes y túneles.

Diego ha vuelto de un viaje a España y de una relación amorosa fallida. El hilo de la conversación fluctúa entre cine, música y libros. Laura habla de su trabajo corrigiendo textos, un catálogo de arquitectura y ahora una novela con la que espera "salvar el mes".

Los amigos hablan sobre trabajos en librerías, talleres de guión y becas en Estados Unidos, y por ahí caen frases rotundas, del tipo "es sólo que tal vez la palabra viaje ya no rima con la palabra futuro". Son diálogos donde hay un ritmo y una respiración, donde a veces una de las voces queda en blanco o en suspenso, una forma que la autora dice que rescató del argentino Manuel Puig.

-¿Cómo nació "Maratón"?

-Al principio fue un conjunto de poemas que giraban en torno al deporte, los escribí por ahí por el 2011 y eran todos muy malos. Intentaba llevar el lenguaje épico del deporte a ciertas experiencias cotidianas, amplificando la distancia entre un registro y otro. Abandoné los textos por los poemas de "Aldabas" hasta que, un par de años después, los retomé y me di cuenta de que lo que necesitaban era una historia que anudara esas imágenes. Una historia que, en todo caso, fuera secundaria respecto de ellas. Entonces me senté y escribí los treinta primeros kilómetros muy rápido.

-¿Qué hechos gatillaron su escritura?

-El 2011 estaba Piñera de presidente. Piñera con toda su ética de la competencia, el mérito, las metas y los triunfos. Todo un imaginario que rima, al menos, con esta moda del deporte espectacular, como las corridas, el runner, la maratón; espectáculos que tapizan las calles de eslóganes como "vamos que se puede", "la fiesta de todos", en fin: tanto usar la palabra "todos", quería ver cómo podía mezclarse esa jerga con una de corte más intimista, y entonces tomé, en la novela, la decisión de separar un ámbito del otro recurriendo a una ventana, una ventana que hace de corte, pero también de comunicación entre dos mundos que pueden leerse como complementarios o como opuestos. Yo me inclino por lo opuesto.

El muro

Igual como en el llamado "muro de la maratón", que sobreviene entre los 30 y los 35 kilómetros, en el capítulo 30 le vino un "parón" que amenazó la ficción. "No supe cómo seguir. Dije: tengo que leer, buscar cómo resolver. Me faltaba técnica, así nomás. Al kilómetro 30, al parecer, viene un agotamiento de las reservas y una baja de energía súper fuerte, que parece que cuesta mucho superar. Algunos dicen que superarlo es una cuestión puramente mental. Bueno, me pasó exactamente eso escribiendo esta historia en la que sin que ocurriera nada, había que seguir", recuerda la autora.

-¿Cómo diste con la voz de Laura y Diego?

-Quería dejar que los personajes aparecieran como pura superficie, sin explicaciones, me interesaba prestarle atención a esa superficie. El pie forzado fue que eran amigos y los amigos hablan medio sin hablar. Sus diálogos están llenos de banalidades y sobreentendidos, porque de eso está hecha una amistad. No necesitan decirse quiénes son, ni lo que sienten. Esas son cosas que tenemos que decirle a alguien que no nos conoce o a alguien que queremos desesperadamente que nos conozca…

-¿Hay rastros de tu poética en tu narrativa?

-Me imagino que sí. Quizás "Maratón" comparte con "Aldabas" una suerte de obsesión por las cosas, un interés en el correlato que ellas ofrecen, por el modo en que contienen y al mismo tiempo disparan las emociones.

También en ambos libros está la construcción de un espacio de intimidad. No creo, en todo caso, en una división tajante entre la poesía y la prosa, o la novela. Son formas distintas de traducir, claro, pero se contaminan una a otra todo el tiempo.

Quizá la diferencia entre un registro y otro esté justamente en la respiración. Una cuestión de intensidad o de resistencia. Cien metros o cuarenta y dos kilómetros. Haruki Murakami escribió un librito comparando al novelista con el corredor de fondo. Sospecho que son exageraciones.

-Los datos duros sobre correr, ¿cómo los fuiste integrando a la novela?

-Son casi todos robados de manuales y blogs que me puse a revisar un poco queriendo investigar. Me gustó la forma en que estaban escritos estos textos anónimos en su mayoría. Hablan de formas de entrenamiento y están escritos de la misma manera. Son totalmente performáticos. Dan ganas de saltárselos, de hecho. Yo me los saltaría, porque cansan. Pero así es el entrenamiento, parece. Y de más que uno lleva una especie de personal trainer enano en la mente.

-¿Es la de "Maratón" una historia de amor?

-Siento que no. Es demasiado incipiente como para ser una "historia de amor". Supongo que tengo una idea del amor un poco más intensa. No sé. Es una historia de amistad, diría yo. Que es sin duda otra forma de amor. Una forma de amor más gratuita, más "ecológica" quizás, produce menos daño ambiental, porque no hay idealizaciones, ni precauciones.

Me interesaba, creo, tramar una escena de amor improductivo, que careciera de metas o de cualquier clase de ansiedad de futuro. Todo lo contrario a esos cuerpos que se esfuerzan allá afuera.


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Ven, dice él y la abraza. A esta hora entra mucha luz en el departamento. ¿Siempre te levantas tan temprano? Sabes que no. Mejor te hablo como si no te conociera. Bueno, como si no me conocieras, ¿qué me preguntarías? ¿Cómo te llamas? Eso prefiero no decírtelo. ¿Dónde vives? Claro que vivo acá. ¿Hace cuánto? ¿Hace dos años casi? No te conozco. ¿Qué más? ¿Qué más qué? ¿Cómo es su propio departamento? Propio no, porque no es de su propiedad, pero vive ahí hace un par de años, efectivamente, y ha ido agregando al pequeño espacio cada vez más cosas. Altura: tercer piso. Número: 318 (3 + 1 + 8 suma en total 12 y varias veces se ha preguntado si acaso ese número tendrá algún significado). Orientación: norte. La ventana da a un parque, todo verde y de fondo el Cerro San Cristóbal. No parece una vista de Santiago pero lo es, las micros pasan por debajo y, aunque no se ven, se escuchan muy fuerte. Es una de las principales avenidas de la capital. A un costado: una catedral. Del otro: un hotel. El edificio tiene más de 25 pisos y en la azotea hay una piscina desde la que se puede ver la ciudad casi entera, o eso imagina ella, que no es de Santiago y piensa que desde una altura como esa cualquier ciudad debiera verse entera. Pero el departamento: el departamento es pequeño, ¿treinta metros cuadrados? Se entra y a mano izquierda está la cocina y a mano derecha el baño tras una puerta, claro. La cocina en cambio es abierta y se integra, separada únicamente por una mesa y sus taburetes, al resto del departamento. Un solo ambiente: de un lado la cama frente al televisor que no funciona como televisor y del otro un gran librero, varios libros, más papeles y fotocopias que libros, y una pequeña mesa con ruedas sobre la que debiera estar el computador. ¿Qué más? En la puerta del baño algunas imágenes pegadas con scotch. Un cuadro de Hopper, Patty Smith con Mapplethorpe de torso desnudo, una reproducción de los dos monos de Brueguel, un retrato de Violeta Parra y otro de Colette, "La Gata". También hay una imagen más pequeña que las otras de una liebre en blanco y negro tomada de algún grabado antiguo cuyo origen desconoce. Sin contar esa puerta, el resto de las paredes están vacías. Sobre la mesa hay una repisa y un estante con puertas de vidrio. En la repisa se esparcen algunas miniaturas: una bicicleta de alambre, un auto azul de juguete, una flor plástica que se mueve con la luz del sol, dos pájaros fantásticos de alas fosforescentes, una pequeña foto carnet de su mamá, un tigre de goma naranja, un incienso, algunas monedas de peso. En la estantería, a un costado, reposan útiles de escritorio: papeles de todos colores, lápices varios, sacapuntas, gomas de borrar, distintos tipos de cuadernos de notas, unos más grandes que otros; también hay una o dos reglas, tijera y pegamento, cuchillo cartonero, reminiscencias escolares. De grande ha podido coleccionar todos los útiles que le hubiese gustado tener entonces. Junto a la cama no hay velador, por eso lo que correspondería a su mesita de noche se guarda todo en el baño. En vez de velador hay una lámpara de pie que ilumina cada noche un sillón color mostaza algo ajado pero del que se siente muy orgullosa: fue una herencia de su abuelo, el sillón que nadie quiso llevarse, excepto ella, cuando él murió. Alfombra no, piso flotante.

¿Qué más quieres preguntarme? Nada. ¿Por qué me pediste que me quedara?

Por Amelia Carvallo

Pablo Tomasello

"Me acuerdo

de ese verso

de Enrique Lihn que dice que

lo primero es sentarse y madurar. Y madurar es lento"

"Al kilómetro 30, al parecer, viene un agotamiento de las reservas y una baja de energía súper fuerte, que parece que cuesta mucho superar"

"En la puerta del baño algunas imágenes pegadas con scotch. Un cuadro de Hopper, Patty Smith con Mapplethorpe de torso desnudo"

Extracto del libro "Maratón" (Editorial Cuneta),

de la autora chilena Macarena García Moggia.

El 15 de enero comienzan las obras de mejoramiento de la Avenida España

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Hace más de 30 años que la Avenida España no es reparada, sin embargo, en pocos días esta historia quedará en el pasado. Los trabajos serán realizados en tres tramos: el primero en Valparaíso, el segundo en el sector Portales, y finalmente el tramo en Viña del Mar. Es una obra que involucra una inversión que supera los 4 mil millones de pesos y tiene un plazo de ejecución de 182 días corridos, es decir, su finalización se proyecta para fines del mes de junio.

Los 35 mil automovilistas que a diario circulan por la Avenida España son testigos que hace años caducó la vida útil de esta arteria, el estado de deterioro es evidente, sin embargo, su reparación ya es una realidad.

El Gobierno Regional de la región de Valparaíso, en coordinación con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) a través del Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU), el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, los municipios de Viña del Mar y Valparaíso, y distintos servicios públicos, ha resuelto la aprobación del refinanciamiento del proyecto de Mejoramiento y Conservación de la Avenida España en el tramo comprendido entre el Nudo Barón y el Puente Capuchinos, con los objetivos de mejorar la calidad de vida de vida de quienes transitan por esta importante arteria, además, de mejorar la calidad y seguridad de la vía, renovar su señalética y demarcación, como así también, prolongar la vida útil de la avenida.

"La Avenida España no tiene intervenciones desde hace más de 30 años, por ende, ya ha cumplido su vida útil, y lo que nosotros pretendemos con este mejoramiento es realizar una conservación profunda que dure sin mantención al menos 5 años y 20 años con mantención. Es un desafío no menor, ya que nos hemos propuesto terminar una obra de esta magnitud en seis meses con trabajos durante toda la semana, todos los días y en tres frentes de trabajo", puntualizó el director regional del SERVIU, Carlos Contador.

Contador agregó que "este proyecto tan esperado por la comunidad de Valparaíso y Viña del Mar, como así también por el resto de los usuarios que circulan por la avenida España, ya pasó todas las etapas de aprobación de la Contraloría Regional, de manera que la licitación pública adjudicó la realización de las obras a la constructora Waldo Sánchez, por un valor de 4 mil 25 millones de pesos, lo que nos permite iniciar los trabajos el 15 de enero".

Cabe destacar que las obras que involucran una inversión que supera los 4 mil millones, tiene un plazo de ejecución de 182 días corridos, por lo que se proyecta su finalización para fines de junio de este año, serán realizadas en tres tramos: el primero en Valparaíso, desde Nudo Barón hasta la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM); el segundo en el sector Portales, desde la UTFSM hasta el Liceo Industrial; y finalmente el tramo en Viña del Mar que va desde el Liceo Industrial al Puente Capuchinos; y consideran el sellado, juntado y reposición de grietas; la demolición de paños agrietados estructuralmente; la conformación de una base estructural con pavimento, para luego aplicar una capa nivelante de 4 cm., una malla antireflexión de grietas, una carpeta de rodado de asfalto modificado; la nivelación de cámaras y sumideros de aguas lluvias, además de su estandarización y limpieza; y finalmente, la señalización y demarcación definitiva de la ruta.

¿POR QUÉ INICIAR LAS OBRAS EN PERIODO ESTIVAL?

"Empezar las obras de Avenida España en los meses de verano se determinó debido a que los flujos de concentración vehicular por hora en dicha vialidad son menores en temporada estival en comparación al resto del año, lo cual incide particularmente en los horarios punta. Esto está avalado de acuerdo a mediciones de conteo de flujo vehicular realizadas por el Ministerio de Transportes, las cuales arrojaron que, aplicando una restricción vehicular de dos dígitos diarios al transporte particular, no deberían verse incrementados en más allá de 5 a 8 minutos los tiempos de viaje en horarios punta, mientras que en horario normal, se debiesen mantener los tiempos normales de traslado", explicó el seremi de Transporte, Mauricio Candia.

¡Una obra que nos une!

Más información en www.avenidaespañainforma.cl