Una connotada autora
"Claro que Adam Smith habría aprobado lo que está haciendo Chile", comenta la economista e historiadora Deirdre McCloskey, quien realizó una visita inédita a la sede Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), para dar inicio a la "2018 Adam Smith Chile Conference", que recuerda al considerado por algunos como padre de la economía moderna.
Formada en la Universidad de Chicago y miembro académico honorario de la casa de estudios nacional, fue la invitada de honor al evento. McCloskey es una firme defensora del libre mercado -trabajó con Milton Friedman- y también es autora de varios libros donde aborda una serie de temas que incluso van más allá de los números (ver recuadro).
- ¿Qué habría opinado Adan Smith de la política económica de Chile?
- Sin duda que la aprobaría. Estuve doce años como docente en la Universidad de Chicago y era amiga de (Milton) Friedman y (Alito) Harberger y tengo una idea muy liberal. A partir de allí puedo decir que todos ellos estarían muy de acuerdo con las políticas que tienen en su país. Y sin duda que han funcionado.
- ¿Qué tiene que hacer Chile, a su juicio, para dar un paso más allá ?
- Lo principal es seguir siendo liberales y no volver a excederse con las regulaciones. Le puedo decir que me defino como una liberal cristiana y veo que los pobres son personas a las cuales debemos ayudar y estoy convencida que la mejor forma de hacerlo es tener una economía próspera.
- La libre competencia es uno de los pilares del sistema de mercado, pero en nuestro país hemos tenido algunos casos de colusión. ¿De qué manera eso influye para que este no funcione?
- Es una de las preocupaciones principales y debo decir que es de las más antiguas del capitalismo. De hecho, Adam Smith ya manifestaba esta preocupación respecto a los monopolios, pero hay que considerar que el monopolio más grande de todos es el del Gobierno.
- ¿Pero no considera que hay que hacer ajustes y aumentar las políticas fiscalizadoras?
- Pienso que no, lo que deberíamos hacer es eliminar los cuerpos regulatorios y el Gobierno es el instrumento que previene la competencia. Por ejemplo, elimina la competencia con los tipos de licencia, incluso los programas antimonopolio se usan para eliminar a los competidores más pequeños. Si el Gobierno dejara de proteger a las empresas no tendríamos que tener ninguna ley antimonopolio.
- ¿Qué piensa de la educación gratuita en el nivel superior?
- Estoy en contra y la razón es que, a mi juicio, se trata de un subsidio para la gente rica porque los jóvenes que están preparados para la universidad son los hijos de abogados, de funcionarios públicos, de periodistas. Sin embargo, sí estoy a favor de universidades gratis para la gente más pobre y abierta para que puedan estudiar. El problema es que la gente de la clase laboral no tiene expectativas y no espera ir a la universidad, ante lo cual deberíamos darles más estímulos para que vayan. En tanto, los hijos de abogados, periodistas, etc., pueden pagarla.
- En cuanto a la brecha salarial, Chile es uno de los países que tiene una de las mayores. ¿Cómo se puede solucionar esto?
- Hay varios puntos allí. El problema es que las mujeres cuando están en la mitad de sus carreras profesionales tienen hijos, es decir, entre los 30 y 40, no como antes que eran madres más jovencitas. Es decir, venían corriendo con los demás y se detienen.
- ¿Y cómo hay que actuar?
- Una de las soluciones para esto es avergonzar a las empresas. Sin ir más lejos, la semana pasada en la BBC de Inglaterra una presentadora renunció porque se enteró que sus colegas hombres ganaban dos veces más que ella. Y creo que los medios de comunicación pueden cambiar eso, si avergüenzas a la empresa ellos van a tener que tomar acciones contra eso. Es como si un restaurante envenenara a sus clientes y la prensa libre va y le informa a todo el mundo menos a los dueños del restaurante. No necesitamos al Gobierno con una agencia regulatoria ni a la policía con sus pistolas, sino que una prensa libre.
- Chile ha tomado el camino de la innovación y el emprendimiento. ¿Cómo se puede potenciar aún más esa opción?
- Depende de a quién nos referimos. Si es el Gobierno estamos mal, porque si yo hago teclados, por ejemplo, y nadie los compra, me voy a la bancarrota; pero si el Gobierno nos obliga a comprar los teclados es otra cosa. El Gobierno no sabe en qué invertir y no hay pruebas sobre las ganancias. Ni tampoco una entidad privada. Hay que dejar que cada uno haga lo suyo porque la gente es responsable de sus acciones. Si yo hago una mala inversión, yo pierdo y así funciona.
- ¿La economía y los procesos productivos se tienen que adaptar al cambio climático? ¿Cómo Chile, que potencias las energías renovables, puede tomar ventaja?
- Los paneles solares, por ejemplo, cada vez son más baratos y en Chile pueden aprovechar eso. Sin ir más lejos, en Estados Unidos, en la administración pasada de Obama se hizo un programa en que se subsidiaron molinos de viento. Entonces la pregunta fue por qué subsidiar molinos de viento y es porque, lo más probable, es que los molinos nunca hubiesen sido rentables sin subsidio. Ese es un ejemplo claro donde se ve que hay que dejar que el mercado dicte por sí mismo qué funciona y qué no, y no dejar que un gobierno burócrata en Santiago o Washington lo haga.
"Adam Smith ya manifestaba esta preocupación respecto a los monopolios, pero hay que considerar que el más grande es el del Gobierno"."
Deirdre McCloskey es autora de la trilogía sobre la "Era Burguesa" ("The Bourgeois Virtues", 2006) que intenta responder si el participante de una economía capitalista puede a la par tener una vida ética. Pero además es autora de "Crossing a Memoir", que en su momento fue citado como Libro Notable del Año por el New York Times y donde relata las razones que la llevaron a cambiar de sexo en la década de los 90. De hecho, una de sus visitas a Chile fue para relatar su experiencia en la Fundación Iguales como parte de una campaña para promover la ley antidiscriminación.
"La educación superior gratuita es un subsidio para la gente rica"
"Sin ir más lejos, la semana pasada, en la BBC de Inglaterra una presentadora renunció porque se enteró que sus colegas hombres ganaban dos veces más que ella" "Hay que dejar que cada uno haga lo suyo porque la gente es responsable de sus acciones. Si yo hago una mala inversión, yo pierdo y así funciona""