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ENTREVISTA. Gabriel Silber, diputado rechaza propuesta del senador Chahuán de conformar una Federación Social Cristiana:

"La DC no puede ser vista como el nuevo PRI del gobierno porque eso sería el harakiri del partido"

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Paola Passig

Convencido de que la Democracia Cristiana debe arriesgarse a tener su propio perfil dentro de un contexto de oposición, sin movimiento pendular ni a la izquierda ni a la derecha, el diputado Gabriel Silber rechaza categóricamente, al igual que el exdirigente falangista Gutenberg Martínez, la posibilidad de que la tienda sea parte de un bloque, la Federación Social Cristiana, como propone el senador de RN, Francisco Chahuán.

-¿Por qué?

-Comparto la tesis de Gutenberg Martínez en el sentido de que la Democracia Cristiana no puede ser vista como el nuevo PRI del gobierno. Eso sería el harakiri de la Democracia Cristiana. Yo más bien construiría un nuevo espacio, desde el centro, pero con un énfasis reformista transformador y progresista y eso no se logra con la derecha.

-O sea, descarta completamente una alianza de ese tipo.

-Es que ser un nuevo partido de derecha sería la tumba política de la DC. Hay que construir un espacio político distinto, con un ADN más bien socialdemócrata-progresista que sea una alternativa al Frente Amplio y a la derecha.

-¿Quedó satisfecho con la decisión de la Junta Nacional del sábado pasado de establecer su domicilio político en la centroizquierda y pactar con el Frente Amplio.

-La Junta Nacional de la DC sigue con una lógica binominal donde todo se define en derecha e izquierda, que es la arquitectura política del país a partir del Sí y el No. Y el Frente Amplio hace tiempo que leyó que Chile ha cambiado, pero la DC no lo mira con esa proyección.

-¿Discrepa de la decisión de la Junta Nacional?

-Creo que faltó mayor debate. Hay cierta miopía y falta de consistencia en el debate. Seguimos anclados en una lógica binominal donde todo es derecha o izquierda y el sistema electoral chileno hoy día demanda mayor diversidad. Y allí yo veo cierto trauma de nuestros militantes a la hora de imaginar efectivamente una coalición distinta donde el centro reformista tenga mayor peso político e independencia.

-Le parece, entonces, que la decisión correcta era potenciar a la DC en el centro y no ir hacia un lado u otro.

-El nuevo sistema electoral da mayor movilidad a las fuerzas políticas para reagruparse. Y claramente hace falta un centro reformista que interprete a las grandes mayorías de nuestro país por sobre las izquierdas y las derechas tradicionales. Y es ahí donde veo a la militancia demócrata cristiana muy acomplejada a la hora de dar ese paso porque hay decisiones que requieren mayor audacia política y visión de futuro.

-El diputado Víctor Torres remarcó que está claro que la DC no necesita estar en una coalición para hacer oposición. ¿Comparte ese postulado?

-Yo estoy de acuerdo que hablar hoy día de coalición acelera procesos que requieren mayores debates, tanto de lo que es el proyecto de la DC como cimentar las bases de una coalición con un sello más bien socialdemócrata, y donde su ADN está en posibilitar cambios sociales importantes. Ser de vanguardia, pero no ser populista. Y allí también debemos ser el antídoto o alternativa al Frente Amplio, que ser un partido más, homogéneo, de la oposición o de la izquierda. Esto, la verdad es Patria o Muerte para la DC. Diferenciarse, buscar ser un partido de mayorías, e interpretar a muchos chilenos que hace tiempo dejaron atrás esta lógica binominal con que la DC continúa aún anclada.

-Pero para efectos de apoyos puntuales a determinados proyectos, o negociaciones sobre la presidencia de las cámaras legislativas y comisiones ¿cree que la DC puede pactar con el frenteamplismo?

-Creo que tenemos que actuar sin complejos y desde esa perspectiva no desahuciar ninguna alternativa. Lo que sí es que la gente tiene que mirar con nitidez a la DC actuando con personalidad, buscando visibilizarse y ser expresión de muchos chilenos. Estar por sobre derechas e izquierdas. Y esas definiciones tienen que ser las mejores para Chile y la Democracia Cristiana.

-En mayo la DC renueva su directiva. ¿Tiene algún candidato en mente que ayude en la lógica de visibilizar al partido como propone?

-Falta tiempo para el tema presidencial, pero sí hay que cuidar nuestros liderazgos presidenciales y que muchas veces entran derechamente a la arena política interna. Hay que buscar un diseño distinto y ahí podemos buscar caras que no estén en el Congreso para conducir a la tienda. La DC necesita un presidente de partido más que un candidato presidencial y desde esa perspectiva, creo que muchos han intentando ver aquí la plataforma para un cargo de Presidente de Chile en circunstancias que el partido requiere hoy liderazgos distintos que miren, quizás, a la DC perfilando liderazgos de alcaldes o liderazgos locales, buscando la rearticulación de la DC más que perfilar a alguien desde la directiva de la DC.

-¿Rostros como Yasna Provoste, la ministra Alejandra Krauss o el mismo senador Huenchumilla le parecen cartas adecuadas?

-Mire, todos son muy buenos nombres. También pongo ahí el de Fuad Chahín, que creo conoce bien el partido desde adentro. Todos pueden ser buenos articuladores políticos para los tiempos que vienen. Pero a nuestros liderazgos presidenciales debiéramos cuidarlos de la contingencia partidaria interna.

-¿A quiénes ve cómo presidenciables?

-A nuestros tres senadores recién electos. Ellos son cartas presidenciales y liderazgos que el partido tiene que cuidar.

-Deberían a su juicio quedar fuera de la estrategia para elegir directiva nacional.

-Sí, creo que deberíamos pensar dos veces antes de dilapidar nuestro capital político en una interna partidaria. Eso va a ser motivo de una reflexión interna que tenemos por delante. Por eso no descarto liderazgos como los de Fuad Chahín para la presidencia del partido, entendiendo que va a tener tiempo dedicado a rearticular a la DC. Es una buena alternativa porque cumple con ese diseño.

-¿A qué senadores se refiere en concreto como presidenciables?

-Ximena Rincón, Yasna Provoste y Francisco Huenchumilla, que acaban de ganar la elección.

-El liderazgo de Carolina Goic sigue latente o ya pasó su hora?

-En política nadie está muerto. Pero hoy tenemos tres liderazgos renovados que tienen un espaldarazo desde el punto de vista electoral y obviamente hay que escuchar a las urnas y desde esa perspectiva veo más proyectados en la DC a Provoste, Rincón o Huenchumilla en La Araucanía.

- ¿Cuál es la salida entonces a la crisis del PDC?

-La DC debe intentar volver a ser el "partido eje" y no buscar ser un "partido isla" porque ese proyecto fue derrotado en las elecciones pasadas. Cimentar las bases de una coalición con un ADN reformador -sin buscar ser la nueva Concertación porque ese es un proyecto superado de hace 30 años- con un plus socialdemócrata. Y ahí es importante recomponer las alianzas con el PRSD, el PPD, con el PS y que entiendan que Chile requiere un proyecto que incorpore a las clases medias, que entienda el rol del emprendimiento y del desarrollo económico para generar más derechos sociales, para defender lo alcanzado por la Presidenta Bachelet, con un sello moderno y diferenciador y donde cada partido tenga su espacio.

"Hay que construir un espacio político distinto, con un ADN más bien socialdemócrata-progresista que sea una alternativa al Frente Amplio y a la derecha""

"La DC debe intentar volver a ser el 'partido eje' y no buscar ser un 'partido isla', porque ese proyecto fue derrotado en las elecciones pasadas. Tampoco se trata de volver a la Concertación""

"Faltó mayor debate. Hay cierta miopía y falta de consistencia en el debate. Seguimos anclados en una lógica binominal donde todo es derecha o izquierda y el sistema electoral chileno hoy día demanda mayor diversidad""