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Con emotivo mensaje obispo Gonzalo Duarte anuncia pronto regreso

OBISPADO. Monseñor envío una carta que fue publicada en el sitio Facebook de la radio Stella Maris de la diócesis.
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"Hermanos y hermanas: Un cariñoso saludo a todos al empezar el mes de febrero. Ojalá todos puedan tener algún tiempo de vacaciones pero sé que en varias parroquias es justamente en verano cuando hay más trabajo por la gran afluencia de gente que llega por vacaciones. Y no sólo en parroquias de balnearios junto al mar sino también en otras del interior donde concurren también muchos por vacaciones en lugares de campo. Les agradezco de veras esta especial entrega y deseo que desde ya puedan programar su descanso durante el año", esta es la introducción a la carta con que Gonzalo Duarte a través de la página de Facebook de la radio Stella Maris, perteneciente a la Diócesis de Valparaíso, anticipó su regreso a las actividades pastorales después de varios meses de convalescecia tras haber sido intervenido quirúrgicamente.

"Mi saludo afectuoso también a quienes aún están en misiones o trabajos de verano. Es un aporte generoso a la Iglesia y a las hermanas y hermanos que el Señor ciertamente bendice", dice.

Y continua: "Respecto de mi salud: tal como estaba programado, el viernes 19 de enero me entregaron el informe final de la Quimioterapia, que fue muy positivo, gracias a Dios. Los efectos molestos irán desapareciendo a lo largo de un mes aproximadamente y ya estoy mejor de las manos y de los pies pero todavía con cuidados especiales. Me presenté al Hospital Fricke el lunes 22 pues debo continuar el proceso con los médicos que me operaron pero fui citado para el 8 de marzo por motivo de vacaciones de personal del Hospital. Como me siento bastante bien estoy empezando de a poco con mi trabajo. Lo comencé visitando los Monasterios de nuestra diócesis (que son seis). Ya he visitado todos los Monasterios de hermanas y ahora me falta sólo el de los Benedictinos de Lliu Lliu. Ha sido para mí una gran alegría reencontrarme con nuestras comunidades de especial consagración y experimentar la inmensa riqueza espiritual que significan para la Iglesia y para nuestra Diócesis nuestras hermanas y hermanos orantes".

Monseñor Duarte consigna que "Voy a seguir trabajando pero 'de a poco y sin apuro', como me insisten los médicos y personas prudentes. Además que experimento el desgaste que ha significado el largo proceso terapéutico del cáncer y que me canso más rápidamente. Pero me dicen que todo esto se va a superar con la ayuda de Dios y el acompañamiento de los médicos. A todos los agradezco de corazón su preocupación y oraciones por mí. Estoy en deuda con muchos a los cuales todavía no les respondo sus mensajes, correos, etc. Pero Dios bien sabe cuán agradecido les estoy y poco a poco me iré reencontrando con todos. Lo que todavía no estoy haciendo es celebrar la Eucaristía fuera de mi casa. Aún me siento inseguro pues todavía 'no controlo bien' el intestino. Esto se supera, me lo aseguran los médicos, pero hay que tener paciencia y cuento con la comprensión de ustedes. A todos mi reiterada gratitud, cariño y mi Bendición".

Sus palabras fueron recibidas con alegría por la comunidad que ha estado pendiente de su estado de salud.

Proceso de recuperación

El 23 de septiembre del año pasado, Monseñor Gonzalo Duarte fue dado de alta en el Hospital Fricke, luego de trece días de hospitalización y de haber sido operado de cáncer al colon. El delicado estado de salud impidió que oficiara la misa de celebración del 8 de diciembre en el Santuario de Lo Vásquez, primera vez que se ausentaba de esta eucaristía desde que fue nombrado prelado en Valparaíso. Para esa ocasión también envió un mensaje a los feligreses vía audio.

Cuatro poemas

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EN LA ESPESURA DE LOS BOSQUES

Escucha este relato como un sueño

y sentirás su huella, su neblina.

No necesito recordarte que esto pasó

antes que los oscuros fuegos arrasaran campos y cosechas

obligando a mi gente

a encerrarse en la penumbra reducida de su oscura manta

y a vagar en perdidos fragmentos de la Memoria_Tierra.

Ya sabes que el susurro de la noche vigila los últimos secretos

y el infinito croar de las coiguillas mezcló los sonidos

las palabras.

Pero están los trazos en el Sur_Cielo

que te orientan en este espacio:

Una viajera carreta cargando sus maduros frutos

en noches de diciembre.

Una gallina con pollos saliendo a pasear

en los fríos cielos de mayo

Un río de almas titilantes

que se extienden

de mar a cordillera en las luminosas noches de enero.

Y esto te digo como seña

como guía_esbozo de un camino

el dibujo que se abre ante tus ojos.


LA LUZ CAE VERTICAL SOBRE LOS CHILCOS EN MOVIMIENTO

Acurrucada una lagartija medita sobre el sol entre unos troncos

a veces vuelve su cola inquieta hacia el sendero

y de un cerrar de ojos vuelve su vida entre los pastos.

Se abre un valle como una ancha puerta

una Imagen_Torrente y verás:

Una niña con fuentes de madera se acerca al lugar del sacrificio

espera el derrame de la sangre y vuelve su mirada hacia el oeste

eran quince años hace tiempo

pero sabe que vendrán otros niños nuevamente en primavera.

Abuela y bisabuela de esta estirpe casi olvidada

teje chombas a la espera de parientes.

Nadie regresa ya desde el camino.

En otros años y otros siglos

será solo un susurro entre los Revellines

una brisa suave jugando entre las Ñochas.


PASOS SOBRE TU ROSTRO

Madre, sobre tu rostro, con un traje desconocido

apareció el murmullo del agua.

Todos los recuerdos presentes

envolvían ese sonido

y algo me miró.

Yo era un tronco formado

por miles de caras

que salían de tu rostro.

Por el tronco caminé a través

de cientos de generaciones

sufriendo, riendo,

y vi una cruz que me cortaba la cabeza

y vi una espada que me bendecía

antes de mi muerte.

Soy el tronco, madre

el que arde

en el fuego de nuestra ruka.


"La luz cae vertical"

Leonel Lienlaf

Editorial Lumen 208 páginas

$15.000


TEMUCO-CIUDAD

El río Cautín

en el medio

baja llorando

por Temuco llora.

El cerro Ñielol

sentado mira

grandes casas.

Casas que no son

de mapuches,

piensa.

Temuco-ciudad

debajo de ti

están durmiendo

mis antepasados.

Soñando en su sueño

están ellos

y corre en el río

su sangre.

Adelantos del libro "La luz cae vertical", de Leonel Lienlaf.