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La industria de cruceros en Panamá

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En el 2016 arribaron un total de 423.353 pasajeros, mientras que en el 2017 la cifra fue de 768.092 lo que representa un aumento del 81%. "Hay que considerar que sólo se cuenta con una terminal de cruceros en este momento en el lado del océano Atlántico, y en las otras áreas el servicio se presta con desembarque en lanchas", precisó Barakat. En cuanto a recaladas, detalló que en el 2016 arribaron a puertos panameños un total de 236 cruceros, mientras que en el 2017 esta cifra aumentó a 240. "Esto indica que la capacidad de los cruceros que arribaron era mayor dado el crecimiento del 81% en pasajeros", remarcó.

Panamá avanza en implementación de ruta de cruceros hacia Valparaíso

TURISMO. "El proyecto es interesante desde la perspectiva de la nueva terminal de cruceros de Amador (Panamá)", dijo el ministro de la Autoridad Marítima del país centroamericano, Jorge Barakat. Grupo Urenda estaría interesado.
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Claudio Ramírez

"Hemos tomado la decisión de promover juntos, tanto Valparaíso como Panamá, la existencia de una ruta de cruceros, sentimos que hay un gran potencial para seguir promocionando el turismo de este tipo en el Pacífico Sur, desde Panamá hacia Valparaíso y Buenos Aires con grandes empresas". Esas fueron las palabras con que el Presidente del país centroamericano, Juan Carlos Varela, en abril de 2017 en una visita a la capital regional, promovía esta posibilidad.

En cuanto a la infraestructura necesaria para solventarla, explicaba que en su país ya se estaba trabajando.

"Vamos a hacer un esfuerzo conjunto, por nuestra parte estamos construyendo terminales de cruceros en el Pacífico y Valparaíso está en ese proceso, por lo que creemos que están las condiciones para promover y desarrollar esa oferta turística", enfatizaba el Mandatario.

Lo cierto es que Panamá ya está avanzando y es así que, ya se realizan las obras de construcción del nuevo terminal de cruceros de Amador, en la costa pacífica de ese país, y que entrará en operaciones el año 2019. La infraestructura está concebida precisamente con la idea de avanzar hacia rutas conjuntas en la línea expresada por el Jefe de Estado.

De hecho, una de las ideas es realizar un itinerario con acento patrimonial donde Valparaíso adquiriría un rol protagónico. "Lo expresado por el señor Presidente Juan Carlos Varela, forma parte de los estudios que se realizan para la creación de rutas turísticas que conecten a Panamá con diferentes destinos, de allí que la propuesta de generar una conexión con Chile, en un viaje de seis o siete días recorriendo puertos colombianos, peruanos y chilenos, es parte de los análisis que deben realizar la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) y la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), en colaboración con las autoridades de esos destinos", comentó el ministro de la Autoridad Marítima de ese país, Jorge Barakat.

En lo específico, el secretario de Estado valoró la expertiz que tienen puertos como Valparaíso en la materia.

"El proyecto es interesante desde la perspectiva de la nueva terminal de cruceros de Amador y las experiencias de destino de cruceros con las que cuentan los puertos chilenos, incluido el puerto de Valparaíso, que fue visitado por el señor Presidente", recalcó la autoridad.

Estos pasos iniciales surgen en un momento complicado para Valparaíso que en esta temporada vio reducida sus recaladas de cruceros producto de una serie de conflictos que terminaron por colmar la paciencia de las principales líneas navieras que optaron por San Antonio para realizar sus operaciones.

Para revertir aquello, una de las propuestas que surgió fue la de construir un muelle dedicado a la industria de las naves de pasajeros para la cual ya hay tres propuestas surgidas tanto del sector público como del privado. Hay una opinión casi unánime en levantar una infraestructura de estas características para pensar en revertir la situación.

Barakat señaló que contar con este tipo de obras es clave para el desarrollo del sector. "Los procesos de establecimiento de nuevas terminales son determinantes para el desarrollo de las áreas, contando con los análisis de cada caso", manifestó el personero.

Agregó, en esa línea, que es importante lo que indica el estudio de la opción detallando lo que sucede en su país. "Puedo ejemplificar el caso de Panamá que conozco de primera mano, donde para decidir en cuanto a la construcción de la terminal de cruceros de Amador se desarrollaron diferentes estudios; incluyendo el desarrollo de una ruta que alimente a la terminal; hay que analizar los diferentes escenarios; la alianzas con otras autoridades portuarias o marítimas; y la cooperación entre terminales y países para el posicionamiento de una ruta rentable, en el sector cruceros", subrayó.

Durante el mes pasado una delegación de altos ejecutivos del Grupo GEN ( Grupo de Empresas Navieras) encabezada por su presidente José Manuel Urenda, sostuvo variadas reuniones con las más altas autoridades del gobierno panameño con la finalidad de intensificar la presencia del conglomerado en ese país.

Entre las actividades que realizaron estuvo la visita a las obras del terminal Amador, estructura en la cual GEN, a través de Agunsa estaría interesado en participar en la licitación de la operación del enclave, recordando que la firma ya tiene presencia en el terminal de pasajeros de Manta (Ecuador) y también en Valparaíso a través del VTP.

Al respecto, en una entrevista realizada en este diario, el gerente general del VTP, Juan Esteban Bilbao hizo referencia a esa visita. "Este gran paso que está llevando adelante el gobierno panameño, complementado con la construcción de un nuevo terminal de pasajeros que Agunsa está ejecutando en el puerto de Manta en Ecuador y el proyecto presentado por Agunsa de construcción de un muelle para cruceros en Valparaíso, creemos que son señales importantes para que la industria de cruceros establezca nuevas rutas de navegación por la costa pacífica de Sudamérica, al contar ahora con una nueva infraestructura de apoyo", mencionaba.

Para el ministro Barakat, el interés de inversionistas chilenos como GEN es relevante. "La inclusión de nuevas empresas en el sector marítimo portuario, es uno de los ejes centrales de esta administración", dijo el secretario de Estado.

"Somos fieles creyentes en la competencias saludables en el mercado y pensamos que ampliando la oferta con inversionistas que visionan el posicionamiento de Panamá y la competitividad que pueden ganar desarrollando sus actividades desde nuestra plataforma logística, es un mecanismo de crecimiento para ambas partes: el país y las empresas inversoras", enfatizó, añadiendo que el mercado de su país en industrias marítimas auxiliares, es amplio y con una capacidad de expansión y crecimiento "claramente demostrado".

Por último, respecto a la compatibilidad entre la industria de la carga y la de pasajeros, tiene una opinión clara. "Desde mi perspectiva, es completamente compatible, la industria marítima tiene la característica de ser muy buena adaptándose a los cambios e integrándose", opinó el ministro, recalcando que el negocio marítimo es de respuestas a las necesidades del sector.

"Cada sistema portuario debe conocer sus particularidades para tomar las decisiones de separación de espacios o compatibilidad de los mismos, de allí que somos de la opinión que las respuestas a éstas interrogantes nacen de un estudio concienzudo de cada realidad portuaria, es por ello que Panamá se aboca en este momento a desarrollar el Plan Estratégico de Desarrollo del Sector Portuario 2040, para determinar el ordenamiento y uso de las áreas marítimo portuarias como una política ordenada de desarrollo".

Roberto Castillo reeditó libro del púgil, 20 años después

"La forma del agua": las bestias también se enamoran

Este jueves se estrenó "La forma del agua", fábula romántica, extravagante y alegórica realizada por Guillermo Del Toro, un cineasta que ha conquistado corazones en el camino hacia el Oscar.
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Si hay algo que define al cine de Guillermo Del Toro es la concepción de la fantasía como punto de escape o resistencia ante un mundo asfixiante. En tiempos en que Tim Burton parece haber sido devorado por los universos extravagantes que él mismo creó, Del Toro mantiene siempre el cable a tierra y eso le da a sus películas un espesor dramático auspiciado por la Historia. Un poco de memoria: en "Cronos" (1993), el origen de un artefacto que otorga la vida eterna se remonta a los tiempos oscuros de la Inquisición. "El espinazo del diablo" (2001) transcurre en un orfanato durante la Guerra Civil Española, "Hellboy" (2004) narra el origen del personaje de cómic como parte de un experimento realizado por los nazis y "El laberinto del fauno" (2006) está ambientada en la dictadura de Franco. Instalando criaturas, demonios y epifanías secretas a lo largo de los acontecimientos del mundo, Del Toro construye metáforas que nunca llegan a opacar su compromiso con los mecanismos del espectáculo.

En la premiada "La forma del agua" su bandera de lucha está con la resistencia de las minorías en el inhóspito Baltimore de comienzo de los 60: una empleada muda que escucha canciones de amor, una mujer afroamericana que trabaja con ella limpiando un laboratorio secreto del gobierno, un vecino homosexual que debe lidiar con la discriminación, una criatura acuática que los científicos mantienen atrapada en un tanque de agua mientras compiten con la Unión Soviética. Por el otro lado: la Norteamérica intolerante, los operadores políticos, los científicos que oprimen a la criatura, las familias conservadoras atemorizadas por la irrupción del comunismo, la TV basura y un coronel violento que tratará de poner las cosas en orden cuando salgan del protocolo.

Sin embargo, la gran amenaza para los poderosos no tendrá que ver con la Guerra Fría sino que con el vínculo romántico-sexual que se dará entre la empleada muda y la bestia. La atracción comenzará a través de un vidrio y continuará corporalmente, desafiando el orden y las convenciones.

Lo que pudo haber sido un desastre en manos de otro cineasta (convengamos que no es fácil retratar el amor entre una mujer y un monstruo sin caer en la ridiculez), encuentra en Del Toro una extraña belleza por el cuidado de las imágenes, su preocupación por los pequeños gestos y las alusiones cinematográficas. El Jean Cocteau de "La bella y la bestia" (1946) -presente en la carga erótica de la relación entre los amantes- convive aquí con clásicos de la Universal como "El monstruo de la laguna negra" (1952) o incluso con el musical hollywoodense. Son referentes para construir una fantasía histórica y alegórica que, si se quiere, podría apelar incluso a la administración Trump. Del Toro, un mexicano radicado en Estados Unidos, trabaja la monstruosidad como representación de todo lo excluido por el sistema en los tiempos complejos que nos toca vivir. Y sobre ese territorio arma una fábula romántica marcada por la extravagancia.

Si bien el director no rechaza las dinámicas del cine comercial, se permite buscar la poesía en las imágenes, jugar, cruzar fronteras y acoger tanto el sexo como el gore en una obra que, con una mirada más ingenua, pudo haber sido un producto infantil. Pero no lo es. Del Toro desafía los encasillamientos y compone una película que arrasará en los Oscar. Hagan sus apuestas.


La revancha literaria de Arturo Godoy

-¿Qué es para ti Arturo Godoy y por qué lo elegiste como figura de un libro?

-Godoy ya tenía categoría de personaje literario, porque circulaba por todas partes, narrativas en torno a sus hazañas. Y cuando escribí la novela yo andaba con la cabeza metida en las crónicas y relaciones de Indias, viendo cómo esos textos se entreveraban con dos de los grandes problemas literarios: cómo comunicar verdad y cómo derrotar la falibilidad de la memoria. Y la novela es eso, el cotejo íntimo, metódico de las historias en torno a Arturo Godoy.


En resumen

elisa esposito (sally hawkins), es una conserje muda y protagoniza "la forma del agua".

-¿Te subes con este libro a la tendencia de ficcionar la historia? ¿Por qué es tan exitosa esta narrativa?

-El libro se publicó el 98, cuando el interés por las historias secretas todavía no surgía en Chile. El mismo editor de Planeta me había advertido que los chilenos no estaban listos para que se metieran con sus mitos. El éxito de estos libros ahora se debe a procesos masivos misteriosos. Por ejemplo, el 2003, a 40 años del golpe militar, se dio una explosión de otro tipo de memoria.Fue una inundación de memoria contenida que sigue sosteniendo todo tipo de historias secretas.

-Reeditar el libro 20 años después, ¿tiene que ver con cómo ves los cambios en Chile?

-Hay una mayor sensibilidad del público para estos temas, tal vez debido al escrutinio de los rincones abandonados de la historia. El editor Ignacio Álvarez ha dicho que en 1998 el talante confrontacional de algunas partes del libro "desafinaba bastante en una sociedad que ansiaba con toda el alma el consenso". Ahora el consenso ha perdido, por suerte, su carácter de fetiche sagrado. Pero también creo que esta reedición se beneficia de una mayor receptividad a lo literario.

el escritor, docente y traductor roberto castillo (1957), vive y hace clases en estados unidos.


en resumen

"La forma del agua" ha ganado, entre muchos premios, el León de Oro en Venecia y le dio el Globo de Oro al Mejor Director al mexicano Guillermo del Toro, de 53 años.

Por Andrés Nazarala R

3 preguntas

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"Muriendo por la dulce patria mía" (Libros del Laurel) es la historia novelada del legendario boxeador iquiqueño Arturo Godoy. La primera edición se publicó en 1998 y la segunda, con cambios sustanciales, a fines de 2017. Su autor, el escritor Roberto Castillo , publicará este año admás una colección de obituarios ficticios y traducirá cuentos de Nathaniel Hawthorne y Edgar Allan Poe.

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Fox Searchlight Pictures

Patrick Montero/Haverford College