Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Vida Social
  • Espectáculos

El tren rápido

E-mail Compartir

Todos los años en los periódicos locales figura una nota en la que se informa de un nuevo proyecto que unirá la región de Valparaíso con Santiago a través de un tren rápido. Sin embargo, esta vez, pareciera que la propuesta de la empresa Tren Santiago Valparaíso podría ir un poco más en serio.

Los estudios indican que el tren uniría Valparaíso con Santiago en 45 minutos y Viña del Mar con la capital en 39 minutos, a una velocidad promedio de 200 kilómetros por hora y a un costo promedio de unos seis mil pesos.

Hace unos años, El Mercurio de Valparaíso informaba del interés de una empresa alemana por ejecutar una idea similar en compensación por la compra de unas fragatas. El proyecto era todavía más ambicioso, porque incluía reactivar el ferrocarril trasandino entre Los Andes y Mendoza.

Aunque el sueño de escribir mis columnas cómodamente sentado en un tren rápido rumbo al archivo nacional en Santiago puede que nunca llegue a concretarse, vale la pena recordar que hace más de un siglo, con menos recursos y tecnología, tuvimos un tren que unió ambas ciudades.

Mucho antes, Viña del Mar, la hija de los rieles, como ha sido llamada, debió gran parte de su desarrollo justamente al ferrocarril que unió las viñas que aquí existían con el próspero puerto de Valparaíso, a mediados del siglo XIX.

Muchos habitantes de Valparaíso tuvieron la oportunidad de subirse por primera vez a un tren en la estación Barón cuando este fue inaugurado el 16 de septiembre de 1855. Se trataba de un tramo de aproximadamente 7 kilómetros que conducían hasta lo que hoy correspondería al sector de El Salto. Todavía no se habían construido las estaciones, lo que no impidió que el tren se detuviera en algunos sectores donde los pasajeros pudieron bajar y realizar sus picnics.

Los nombres de las primeras máquinas que fueron presentadas y bendecidas en la inauguración permiten dar cuenta de las dificultades que estuvieron detrás de su ejecución: Empresa, Vencedora y Obstáculos.

El acto inaugural contó con la presencia del Intendente Manuel Blanco Encalada quien, junto a su comitiva, se subió a un coche especial. El camino estaba adornado con arcos de arrayán con una estrella solitaria en el medio, que el flamante tren debía atravesar. Poco antes del mediodía, los coches iniciaron su viaje a Viña del Mar, destacando la crónica, como dato curioso, que el túnel de Los Mayos se cruzó en completa obscuridad. Una vez que arribaron al sector donde se terminaba la línea, los asistentes se bajaron para disfrutar de un banquete y regresar a eso de las cuatro de la tarde al punto de origen.

La crónica del diario comenta que algunas mujeres se abstuvieron de participar del primer viaje para evitar las aglomeraciones que generó la expectativa: "Muchas personas, particularmente señoras, que en los días del dieciocho no habían hecho la resolución de pasearse en el ferrocarril para evitar las molestias y consecuencias desagradables de ese agolpamiento de gente que invadía los carros hasta quedar llenos con mayor número de personas que el que podían contener, se reservaron para hacer su primer experimento el día de ayer, con más espacio y comodidad".

Tendría que pasar un par de décadas para que el proyecto se extendiera desde Valparaíso a Santiago, otro proyecto que se vio retrasado por mezquindades, celos profesionales y, como suele suceder en estos cosas, intereses contrapuestos, luchas que quedaron inmortalizadas en las crónicas de Benjamín Vicuña Mackenna.

Es de esperar que el proyecto del tren rápido no quede como uno más de los tantos sueños que jamás se ejecutaron en la ciudad. Una obra de estas características traería una serie de contribuciones, como trabajo y mejora en la calidad de vida. Que los intereses de algunos sectores que se puedan ver amenazados con esta obra comprendan que el progreso de la región depende de inversiones como esta y que, a la larga, esto terminará beneficiándonos a todos.

* Gonzalo Serrano del Pozo

Discrepancias por alto monto para auditoría externa en Viña

FINANZAS. Diputada María José Hoffmann y edil Jaime Varas la califican como un "despropósito". Mientras, otros concejales y parlamentarios insisten en la acción.
E-mail Compartir

Entre $ 200 a $ 300 millones de pesos podría costar realizar una auditoría externa a la Municipalidad de Viña del Mar, así lo comentaron parlamentarios y ediles de la zona que discrepan en la acción de ejecutar el examen de cuentas debido al alto monto de inversión que significaría para la ciudad.

Algunos de los entrevistados - el diputado electo y exconcejal de Viña del Mar, Andrés Celis (RN), y el concejal Víctor Andaur (PC)- insisten en que el mejor método para transparentar la inversión municipal, actualmente cuestionada por tener un déficit de $ 8 mil millones, es realizar la fiscalización al Departamento de Finanzas. Idea que es cuestionada por la diputada María José Hoffmann (UDI) y el edil Jaime Varas (UDI), que consideran el actuar como un "despropósito".

Menos críticos fueron el senador Francisco Chahuán (RN) y la concejala Laura Gianicci (DC), quienes plantearon que primero se debe analizar la situación y ver los mecanismos de reparo que servirán para salvaguardar la crítica situación financiera municipal.

El senador Francisco Chahuán fue claro y dijo que "me he enterado de la grave situación y he instruido a mis asesores que me informen detalladamente del tema, como también me contactaré con el municipio. Una vez que tengamos claridad nos pronunciaremos públicamente".

En tanto, la diputada María José Hoffmann desechó la posibilidad de una auditoría externa. "Me parece un despropósito frente a todas las urgencias sociales que tiene Viña del Mar. La obligación de conocer el presupuesto es quizás la parte más importante de la función de los concejales. Si no lo han hecho debieran ser ellos quienes asuman este altísimo costo", recalcó.

Quien discrepó absolutamente de está visión es el diputado electo y exconcejal de Viña del Mar, Andrés Celis, quien aseveró que, de ser necesario, hará las gestiones para conseguir los montos de inversión para la auditoría externa.

"La respuesta frente a una auditoría externa es decir que su valor es muy alto y frente a eso estoy averiguando los precios de la auditoría. Veo la sugerencia de agrupar las comunas que quieren hacer auditorías externas, y a lo mejor, llamar a propuesta pública. Pero lo que sí es esencial que se haga, es inaudito que no se realice porque insisto que el déficit municipal es de $ 14 mil millones", dijo Celis.

El parlamentario electo aseveró que "espero asumir el 11 de marzo y ver qué hacer en materia judicial para ver mi competencia. Yo no descarto recurrir a las herramientas de la ley que permitan que esto se realice y se pueda hacer. El financiamiento lo podemos ir a buscar entre todos. Si no hay cómo financiarla yo me comprometo a que los recursos los vamos a obtener".

La disparidad de opinión también surge a nivel de Concejo Municipal. Mientras algunos ediles están decididos a realizar la auditoría externa, otros dudan de su ejecución y algunos descartan la acción totalmente.

El concejal Jaime Varas, quien es también el presidente de la Comisión de Finanzas del Concejo Municipal, explicó que "confiando en la información que se nos entregó del presupuesto, tengo la seguridad de los datos son reales y en esas condiciones no amerita la revisión de una auditoría externa. Acá anteriormente la Contraloría ha realizado una serie de auditorías y con esa información, más el presupuesto, está toda la información al respecto. Hoy lo más importante es solucionar".

La edil Laura Gianicci fue menos drástica y planteó que "la auditoría externa se puede realizar, no estoy en contra de eso, pero lo que hoy importa es que la alcaldía nos diga cómo vamos a arreglar la crisis financiera que se presenta con este déficit. Que se presente el programa de acciones para arreglar el déficit que existe. Ahora la crisis está y debemos solucionar en esa índole. Es urgente que se entregue la propuesta para saber cómo solucionar".

En tanto, el concejal Víctor Andaur precisó que "realizar la auditoría externa es una práctica que va más allá de los costos que puede implicar. Este municipio está en condiciones de poder centrar esta cantidad, no es una suma demasiado abultada y la gestión se debe hacer por necesidad, necesitamos ordenar las finanzas internas. De hecho, esto se viene dando hace tiempo y en el año 2017 la cosa ya se escapó, eso es lo que preocupa inevitablemente, porque acá se tienen que restringir".

"Me he enterado de la grave situación y he instruido a mis asesores que me informen detalladamente del tema"

Francisco Chahuán, Senador RN"

"Me parece un despropósito frente a todas las urgencias sociales que tiene Viña del Mar"

María José Hoffmann, Diputada UDI"