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ENTREVISTA. José luis murillo, gerente general de Esval, sobre grave escasez de agua en Ciudad del Cabo y pronósticos locales:

"Todas las compañías tienen un 'Día Cero', nuestro objetivo por ahora es que sea en el año 2040"

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Claudio Ramírez

En los próximos días Esval pondrá en marcha la primera fase del nuevo proyecto que unirá El Embalse Los Aromos con la planta que la sanitaria tiene en Concón. Se trata de una tubería de acero de 4 kilómetros que conectará dicha planta con el estero de Limache evitando, por ejemplo, que un episodio de turbiedad en el Río Aconcagua altere el servicio de agua potable.

Esto forma parte de un gran proyecto que se completará con otro tramo de 9 kilómetros que unirá la anterior tubería con el embalse y que permitirá enlazar directamente la planta con Los Aromos. Pero además la estructura será reversible, es decir que posibilitará trasladar agua desde la planta al embalse posibilitando su llenado con una inversión total de $ 24 mil millones.

Ello permitirá a la compañía, según sus cálculos, asegurar el suministro hasta el año 2040, evitando así llegar a situaciones similares a la que se vivió el 2015 en la zona, cuando el racionamiento estuvo a un paso; u otras extremas como la que afecta a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde incluso hay un "Día Cero", es decir una fecha en que se cortará el servicio.

"Creo que todas las compañías tienen un 'Día Cero', nuestro objetivo es que ese día sea el año 2040 y cuando lleguemos a ese año te pueda contar que el 'Día Cero' será el 2070. Esa es la idea y nuestra responsabilidad. Son proyectos interesantes, también para el desarrollo económico de la región.

-¿Hace cuanto tiempo que se ideó este proyecto y por qué?

- El proyecto lleva mucho tiempo ideándose, sobre todo lo que se refiere la conexión directa de Los Aromos con la planta de Concón. Era un proyecto que nace para buscar la eficiencia en el consumo del agua del embalse pero luego, especialmente tras la sequía, vimos que no se habían valorado adecuadamente las dificultades para llenar Los Aromos y a partir de ello comenzaron a buscarse alternativas en ese sentido, ojalá conectándolo con el Río Aconcagua.

- ¿Y el que sea reversible?

- Es ahí cuando surge la idea, hace tres años aproximadamente, de que la tubería que enlaza Los Aromos con la Planta de Concón fuera reversible. La diferencia de cota no es demasiado grande, el recorrido tampoco y podíamos hacer una tubería de alta capacidad capaz de soportar presión, de manera que durante esos dos o tres meses, en el peor de los casos, en que el Río Aconcagua lleva excedente de agua sobre sus consumos, seamos capaces de llenar con una cantidad suficiente de agua para que nos sirva de pulmón al Embalse Los Aromos.

- ¿En qué pie está esa fase?

-Esa fase está en diseño. Ya se hicieron las expropiaciones de terreno, pero para terminar de lanzarla hay que llegar a unos acuerdos de utilización del embalse, de largo plazo. El proyecto puede funcionar perfectamente sin haber aumentado la capacidad (de 35 a cerca de 60 millones de metros cúbicos), precisamente el aumento de capacidad tiene más sentido cuando el proyecto esté desarrollado.

-¿Y porqué hasta el año 2040?

-Estamos hablando hasta el año 2040 en unas condiciones de cambio climático creciente y donde no podemos explotar el agua subterránea más allá de lo que dicen los estudios. Eso no quiere decir que si yo tengo el embalse lleno no puede dar agua en el año 2040, 2041 o 2042 (...), como la demanda es creciente y mi capacidad de producción se estanca con el llenado de esos 60 millones de metros cúbicos, llega un momento en que teóricamente no es suficiente, incluso ni con eso, y tenemos que ir buscando alternativas. Pero es mejor tener la capacidad de ir analizando opciones de aquí al año 2040 que tener que buscarlas de aquí a dos años.

-En este mes comienza a operar la primera fase.

-Así es. Va a quedar conectada la primera fase que une el estero Limache con la planta de Concón, de manera que independizamos el agua que baja del embalse a través del estero de Limache. La independizamos del Río Aconcagua y con eso podemos asegurar el suministro de manera continua y durante días, aunque el río traiga turbiedad por algún evento de lluvias en la alta cordillera que ya ha sucedido en los últimos años. Y ese tramo de tubería de 4 kilómetros queda operativo ahora y lo inauguraremos oficialmente a principios del mes de marzo.

-Hemos visto una situación complicada en Ciudad del Cabo ( Sudáfrica) por el tema de la sequía. Existe un plan de racionamiento extremo, con la amenaza de cortar el suministro en el llamado "Día Cero". ¿Este proyecto en particular aleja a la región de esa realidad? ¿Podríamos llegar, a nivel local, a un escenario así?

-Desde luego un proyecto como este lo que hace es luchar contra esta situación, pero nosotros lo que tenemos que hacer siempre y responsablemente es ponernos en los peores escenarios climáticos, pensar en cuál va a ser el incremento de la demanda para que, como compañía, nos hagamos cargo de esas situaciones y tengamos proyectos que cubran esa necesidad. El problema de estas iniciativas es que por su naturaleza no se pueden desarrollar de un día para otro. Si nosotros nos encontramos con un problema el año que viene, dentro de año y medio o dos años, probablemente ya estemos tarde. Tenemos que ser capaces de anticiparnos a las circunstancias y desarrollar proyectos, y a lo mejor el de Los Aromos-Concón que nos cubre hasta el año 2040 resulta que se enfrenta a mejores condiciones y lo hace hasta el 2050. Pero lo que no podemos hacer es estar mirando al cielo con un problema en el año 2020, porque seguro que si se dan las circunstancias, nos va a pillar.

-Una situación complicada ocurrió el 2015...

-Sí, y en ese sentido ya hemos tenido una mala experiencia. Han habido predicciones que han fallado y hemos estado en escenarios de estrés hídrico y de suministro muy relevantes. En el año 2015 estábamos en una situación muy crítica, el embalse Los Aromos estaba totalmente vacío y hasta que empezó a llover en el mes de agosto, creo recordar, la situación era muy, pero muy crítica y no solamente para Valparaíso.

-El riesgo fue grande.

-Desarrollamos todas las tuberías de pozo para hacer frente a esa situación junto a una capacidad de producción de aguas subterráneas que la compañía antes no tenía. Con eso salvamos ese problema, pero si esa sequía se hubiera mantenido unos meses más lo hubiéramos pasado mal para mantener el suministro de manera permanente.

Los desafíos del cambio climático

El gerente general de Esval, José Luis Murillo advierte que hoy la comunidad está mucho más preocupada por el tema de la escasez de agua. "El cambio climático es un riesgo enorme y es importante que la comunidad entienda que estamos gestionando ese riesgo, que estamos mitigándolo y que un proyecto como este no sólo disminuye el riesgo de las turbiedades de manera inmediata, sino que mitiga el riesgo de escasez hídrica hasta el 2040, lo que es una excelente noticia para cualquier persona que quiera desarrollar una actividad en la zona", subraya el ejecutivo.

"Estamos hablando hasta el año 2040 en unas condiciones de cambio climático creciente y donde no podemos explotar el agua subterránea más allá de lo que dicen los estudios". "En el año 2015 estábamos en una situación muy crítica, el embalse Los Aromos estaba totalmente vacío y hasta que empezó a llover en el mes de agosto, creo recordar, la situación era muy, pero muy crítica y no solamente para Valparaíso""