Correo
Festival de Viña del Mar
Creo que la mayoría de los chilenos y en especial los viñamarinos, nos sentimos orgullosos de nuestro Festival de la Canción, ya que cada año se transmite a más países, pero a su vez cada año vemos como se le pierde más el respeto a la competencia internacional y folclórica, donde sus participantes han pasado a ser rellenos de este gran show, saliendo a altas horas de la madrugada, cuando ya muchos se han retirado de la Quinta o han apagado la tv.
Se deben tomar medidas sobre este tema y cada noche deberían comenzar con las competencias para que así los asistentes y televidentes podamos ver y escuchar con el respeto que se merecen a todos estos participantes que tanto trabajan y se sacrifican para llegar a la Quinta Vergara.
Si esta situación no cambia, mejor sería pasara de Festival a "Show internacional de Viña del Mar".
Marco Castillo Abarca
Deuda hospitalaria
Dado que en la región y el país se debate acerca de la deuda hospitalaria, es mandatorio señalar, por respeto a los miles de funcionarios del sistema, que la deuda no es, en estricto rigor, de los hospitales. Esto sería culpar a quienes, a pesar de las carencias del entorno, han sostenido un compromiso con la salud pública y han sacado adelante al sistema.
La deuda corresponde al sistema en su conjunto y a todos los actores que, por diferentes motivos, han retrasado la modernización y actualización del sistema.
Dr. Tomás Labbé Atenas
Antorcha
Irónicamente Alex Smith declaró: "Ahora dirán que quemé los camiones con mi antorcha", pero fuera de bromas, con todo lo que Smith se fuma al día, se entiende perfectamente porque le puso a su "criatura informática"... antorcha.
Luis Enrique Soler Milla
Pena de muerte
En caso de aprobarse la pena de muerte, sugiero que el "pelotón de fusilamiento" sea conformado por los promotores de esta iniciativa.
Claudio Dagach
Real desastre
El auge de Reñaca se produce en época estival, son meses donde la población aumenta y es deber de todos prepararnos para acoger a los visitantes. Resulta que, esta temporada fué un real desastre: Los medios llenaron de reportajes sobre turistas transformando los espacios públicos en Gomorra. ¡Horror! Las autoridades, inundan las playas de marinos vaciando botellas, carabineros persiguiendo parlantes e inspectores buscando con lupa excusas para cerrar, partear y/o eliminar cualquier incitación al jolgorio. ¿El resultado? Desocupar las calles de gente, matando la onda e incentivando a visitar sectores con más vida, menos represivos y más entretenidos.
Esto repercute en las ventas del sector que han visto mermadas las ganancias como no se había visto en años y con ello desestabilizar el presupuesto de las familias que se encuentran detrás de cada local. ¿Existe un plan del municipio o de la cámara de turismo para las próximas temporadas?
Igor Hérnandez Becerra
Armar a los docentes
El reciente tiroteo en un colegio de Estados Unidos ha generado un importante movimiento de parte de los mismos estudiantes y sus familias en demanda de medidas legales de control de armas. Como respuesta a esto, en cambio, el presidente de Estados Unidos propone armar a los docentes para hacer frente a los tiroteos. Pero, ¿es una medida efectiva?
Desde la evidencia científica no hay registros de que dicha medida sea útil para prevenir y hacer frente a los tiroteos en la escuelas. De hecho, las medidas basadas en el control (ej. cámaras de vigilancia) tampoco son muy útiles cuando son aplicadas de forma aislada y lejanas a un plan combinado prevención e intervención.
La experiencia nacional e internacional, en cambio, nos ha entregado varias lecciones para prevenir estos hechos. Velar por el desarrollo socio emocional de los estudiantes y docentes, un claro reglamento escolar, apoyo focalizado a estudiantes con más necesidades, fortalecer el vínculo entre alumnos a nivel de sala de clases y de todo el colegio, son algunos ejemplos, y todos lejanos a poner más armas en los colegios.
Hacer frente a la violencia con más violencia no ataca la raíz del problema. Incluso, puede generar más violencia. En cambio, escuelas inclusivas que apoyen a sus integrantes de forma permanente, que promuevan un mejor clima, que trabajen con sus familias y la comunidad, son un mejor camino. Esperamos que las próximas políticas educacionales en el país apunten en esa dirección, lejanas de poner armas en los docentes.
Jorge Varela Ph.D Facultad de Psicología Universidad del Desarrollo