Pamela Boltei
Si hay un lugar por donde han pasado todos los reñaquinos alguna vez en su vida es el supermercado "Don Homero", emporio que data de la década de los 60 y que hoy resiste al embate comercial de las grandes marcas a punta de esfuerzo y tradición.
Su dueño, Alfonso David, continuó el trabajo de su abuelo en 1983 y hoy es uno de los testigos de los cambios, buenos y malos, que ha vivido Reñaca. "Cuando este local se instaló Reñaca era mucho más pequeño, más al alcance de la mano, mucho más familiar", dice.
- Varias agrupaciones de vecinos, comercio y la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca iniciaron una serie de reuniones para unir fuerzas para defender al balneario de varios problemas de seguridad, urbanismo y baja del turismo. ¿Los apoya?
- Apoyo esta iniciativa de juntarse los distintos estamentos de Reñaca e ir estableciendo de forma desinteresada los reales objetivos e ir avanzando en las necesidades prioritarias. Ojalá lo que se está haciendo ahora tome un buen camino y se haga bien para que tengamos buenos resultados.
- Con los años acá, ¿ha mejorado o empeorado Reñaca?
- Mejorar es una palabra muy optimista. Creo que se ha mantenido y se han hecho cosas, como el borde costero hace cinco años atrás, lo que significó un tremendo impulso. Creo que hay algunas cosas que se han tratado de hacer, pero al nivel de lo que Reñaca significa en Viña, como una zona de turismo, falta iniciativa con chispa, con imaginación. Tú entras a Reñaca a las 9 de la noche y está apagado, oscuro, no hay ningún incentivo, no hay dónde estacionarse. O sea, Reñaca es incómodo, venir acá es que te peguen unos palos por estacionamiento, está oscuro, la entrada es inhóspita. Chuta, cuando llegas a Reñaca tú esperas algo especial y la verdad es que cuesta encontrar lo especial... quizás cuando empiezas a conocer puede gustarte un poco más por otras condiciones: la playa es bonita, pero eso es natural, el borde costero mejorado también, el surf, etcétera. Pero requiere más apoyo.
- ¿Qué apoyo y de quiénes?
- Mejorar el entorno, no puedes dar patente a un local que se pone a vender comida chatarra si tú quieres potenciar y atraer otro tipo de público. Pero si te pones a vender hot dogs en la calle o cosas chinas que valen nada... ¿quién compra eso? La gente con poco poder adquisitivo. No es ser clasista, sino que es saber hacia dónde queremos apuntar como balneario.
- Los entes agrupados reclaman por problemas de seguridad. ¿Coincide con ese diagnóstico?
- He asistido durante varios años a reuniones previas a la temporada estival para tratar de aportar con ideas a Carabineros y la municipalidad, pero parece que la estructura de la municipalidad está tan dura y amarrada que no logra ser efectiva. ¿De qué sirve Seguridad Ciudadana, si en las calles no tienes a alguien que esté apoyando realmente a Carabineros? Yo llamo todos los días por el comercio ambulante, pago una brutalidad de plata en patente a este municipio, me revisa el Seremi de Salud, vendo comida y hay una tremenda dedicación, y en la calle hay seis puestos a $ 1.500 cada plato con cero conocimiento de higiene.
- ¿Y los desórdenes en la playa?
- No es un problema sólo de Reñaca, sino que es un tema valórico. Acá sucede porque es un punto atractivo para la gente, llega la juventud y quieren divertirse. Efectivamente hay un desenfreno y un descontrol, o sea ¿dos marinos en una playa para controlar 500 personas que están tomando o haciendo fiesta y ruido cada uno con su parlante? No sé, ¿hay que volver a lo draconiano? ¿Multas drásticas? Con el tema de los ambulantes, ¿alguien ha sido multado realmente?
- ¿Eso es lo que más le preocupa de Reñaca?
- Son varias cosas. Hay que hermosear Reñaca, que la gente que se instala tenga una directriz. Uno ve Villarrica, Pucón, Puerto Varas, lugares donde uno ve la mano del municipio, a pesar de toda la influencia de comercio externa, pero hay una mano que realza el lugar.
- ¿Por qué cree que acá no pasa eso?
- Porque acá si quieres construir un edificio redondo, lo haces; uno de piedra, se hace; algo de aluminio, también. No hay coherencia, directrices.
- ¿Usted se refiere a que se ordene un estilo, como lo que ocurre en San Pedro de Atacama?
- Ese es un trabajo cohesionado municipal, quizás con los estamentos del mismo lugar, la Cámara de Comercio, gastronómicos, que potencia el turismo. Y eso le da el toque turístico característico. Ahora, creo que acá en Reñaca está todo un poco desbocado porque no se pueden cambiar los edificios existentes, pero sí hermosear.
- ¿Será porque Reñaca está más alejada geográficamente de la administración municipal?
- Puede ser, pero si vas al centro de Viña del Mar es un desastre, es para salir corriendo. Si te equivocas y pisas el mantel de un ambulante, ojo porque estás tú en peligro, te pueden pegar, acuchillar o sacar la madre. No está mejor Viña, yo creo que es un problema social chileno. Reñaca en invierno es agradable y seguro.
- ¿Y los estacionadores de La Isla?
- Puros delincuentes, hay que controlar eso. Te estacionas con susto porque te cobran antes. En Concón se hizo una asociación gremial y están todos registrados bajo un alero municipal.
- ¿Qué opina de los estacionamientos subterráneos?
- No, va a causar mucho más daño. Si dicen que se demoran dos años en construir...que hagan un bulevar me parece muy interesante, pero estacionamientos subterráneos me parece aberrante; para mí aquí alguien quiere llevarlo a cabo porque ve muchas lucas acá, pero hay que analizar el tiempo de ejecución y el hecho de que estamos sobre la arena.
"Al nivel de lo que Reñaca significa en Viña, como una zona de turismo, falta iniciativa con chispa, con imaginación""
"Efectivamente, hay un desenfreno y un descontrol. O sea, ¿dos marinos en una playa para controlar 500 personas que están tomando o haciendo fiesta y ruido cada uno con su parlante?""