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El guardián de la historia de Valdivia

El sacerdote benedictino Gabriel Guarda nunca dejó de trabajar para conservar la memoria local. En el recién publicado "Un Río y una Ciudad de Plata" muestra la importancia que tuvo la ciudad durante la Colonia. El historiador Rodolfo Urbina escribió el prólogo del libro y aquí analiza al autor y su obra.
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gabriel guarda es historiador, arquitecto y sacerdote benedictino. actualmente tiene 90 años de edad. LA imagen es de la década de 1960.

Terminó la temporada estival y quizás cuántos veraneantes quedaron con nostalgia de Valdivia. Deslumbrados por su geografía que permite navegarla, por sus fuertes y por sus parques naturales cercanos, extrañan al Calle Calle y todo lo demás. Sí, es una de las ciudades más bellas del país, con una historia contundente. En "Un Río y una Ciudad de Plata" (Ediciones Universidad Austral de Chile) se describe el pasado glorioso y accidentado de este enclave estratégico tras la Conquista de América.

Esa misma nostalgia es la que siente el historiador Gabriel Guarda (1928), quien por culpa de una enfermedad no ha podido viajar a Valdivia, hábito que mantuvo por años. Premio Nacional de Historia en 1995, arquitecto de profesión, es el guardia del pasado de la ciudad. En 1953 publicó su "Historia de Valdivia", un libro precoz que fue corrigiendo y complementando hasta el final del siglo XX, cuando lo reeditó. Lo hizo considerando el acceso a fuentes primarias en sus viajes a España y Holanda, país que disputó la hegemonía de la Corona en la zona sur de Chile. Los cientos de estudios en la disciplina demostraron los resultados de una capacidad de trabajo notable junto con una vida monacal en la Orden Benedictina, a la que ingresó cambiando su nombre de nacimiento Fernando por el de Gabriel, en 1958.

Como una manera de volver accesible el conocimiento, un pedazo de esa "Historia de Valdivia" se convierte en "Un Río y una Ciudad de Plata", publicado originalmente en 1965, reeditado con ilustraciones, mapas desplegables y un completo prólogo del historiador Rodolfo Urbina.

El texto introductorio permite acercarse al trabajo y figura de Guarda, pese a la distancia práctica que los alejaba, como explica Urbina: "Él nunca iba a las reuniones de la Academia de Historia, porque a las siete de la tarde debía estar recluido, no sé si por regla o por opción. En el verano viajaba a Valdivia y se quedaba en otro convento, se daba la libertad de andar por la matriz misma de su obra, sumergirse en la raíz de su vida. Tiene que ver con el espíritu y, claro, escudriñaba las calles, se fijaba en la casa que se destruyó, en el incendio -que allá es tan común- que devoró edificios patrimoniales".

-Usted señala en el prólogo que el trabajo de Guarda impulsa la historia local.

-La historia local ha sido la pariente pobre de la historia de Chile. Santiago ha capitalizado la visión de la historia del país, casi todo se hace con referencia a los personajes santiaguinos, que además son personajes de alto nivel social o que han movido la historia nacional, son héroes nacionales o apellidos como Larraín o Vial. Creo que hasta los años sesenta el capitalino no conocía Chile y empezó a conocerlo a través de una vía poco comprendida en la época, a través de Violeta Parra. De pronto empezaron los folcloristas a caminar por el país, a descubrir tonos, aromas, colores, el sentido de la vida de pequeños pueblos. El padre Gabriel es parte de una segunda generación de investigadores de historia local; hace las referencias del país desde Valdivia como Mateo Martinic lo hace desde Punta Arenas.

-¿Y la primera?

-La primera generación llegaba solo a gente culta y curiosa por la local, no tuvo la trascendencia que hoy tienen ellos, ambos Premios Nacionales. Al otorgárselos se subrayó que son historiadores regionales y locales, como nunca antes se había hecho, porque todos los premios nacionales los habían ganado los santiaguinos que habían escrito sobre Santiago y sus alrededores. En el tiempo que escribe Guarda, la historia local se convierte en una posibilidad indispensable para el conocimiento de Chile. Hoy hay una percepción que no se puede conocer el país con solo conocer Santiago, porque el país tiene gente además de colores y aromas, que se distribuye por franjas. Es curioso, cada una tiene una vividura especial. Comienza a verse así seccionada la historia local de Chile, como el caso de Valparaíso, que tanto se ha escrito, que pese a estar en la zona central no se hermana con Santiago, se distancian, se repelen, porque es otra manera de vivir.

La historia local

Rodolfo Urbina cree que "el padre Guarda abrió los ojos de los investigadores con 'La ciudad chilena del Siglo XVIII'. Construyó el punto fuerte de la historia local. Coincidentemente, nosotros estábamos estudiando en la Universidad Católica de Valparaíso en 1968, nos estimuló a escribir, a mí me estimuló a escribir de Chiloé. Nos iluminó, dijo todo lo que nosotros queríamos decir. Se puede escribir historia local, aunque el pueblo sea pequeño puede tomar la importancia que le quiera dar el historiador según los antecedentes que tenga".

-Una de las cosas que se cuentan en el libro son las desgracias de Valdivia. ¿Cuál cree que es la más devastadora?

-Escogería, no con tanta nitidez, dentro de la gama de desgracias, el claroscuro que significa la etapa desde la fundación de la ciudad hasta su destrucción por los indígenas huilliches de la zona. En esa época era deslumbrante, era la candidata a ser la capital del Reino de Chile. Es el drama de una ciudad pujante asolada por la rebelión indígena de 1598, que empezó en Valdivia en 1599. Un desastre de magnitud, mucha gente que se tuvo que ir a Chiloé o la zona central, otros murieron en manos de lo indios y muchas mujeres fueron capturadas. Fue doloroso, porque los indígenas comerciaban con los valdivianos, llevaban sus productos por el Río Valdivia. La rebelión estalló incentivada por los mapuches, que les decían "veliche", que significaba gente con poco ánimo. Era levantarse o pasar por cobardes.

Caminando con Guarda

-¿Cómo podemos explicarnos la cantidad de publicaciones del padre Guarda?

-Yo siempre he pensado que el padre Gabriel es como los primeros benedictinos. Los primeros benedictinos en Europa labraban la tierra y luego oraban. Más allá de dedicar la vida a Dios, siendo ya arquitecto, vio en el convento la posibilidad de trabajo intelectual. Me lo imagino pensando, comparando documentos disímiles sobre un mismo tema, mirando, recogiendo todo eso en sus cuadernos, en sus fichas y materiales que usa para ir ordenando una materia determinada. Nunca he estado en su habitación, pero conozco su personalidad por sus libros, es un historiador meticuloso. El padre es un gran trabajador.

-Este verano el padre Gabriel Guarda no pudo ir a Valdivia, ¿qué cree que extraña más?

-El río. Imagino que el padre, al llegar a Valdivia, lo primero que ve es el río, que es notable, una cosa majestuosa. No hay ciudad que tenga un río así, el río es lo que hace a Valdivia. El padre lo ha sentido tanto, está en cama con los tubos y lamenta no haber ido. Fíjate qué notable ese amor por esa tierra, fíjate qué notable la coherencia con sus estudios sobre historia local valdiviana. Acabo de saberlo, porque llamé a un amigo que lo va a visitar.

-¿Cómo eran las misas del padre?

-No estuve nunca en una misa con él, fue una improvisación con la indumentaria de sacerdote, en Achao. Los únicos que estábamos presentes éramos los historiadores que habíamos ido a Castro a un congreso sobre los jesuitas. Con el padre Gabriel salimos a ver iglesias, es distinto a hacerlo con él, que además de historiador tiene el ojo del arquitecto, capaz de explicar algo desde una ventana o una puerta o una chimenea y puede hacer que el ojo del lector calibre un poco la mirada de un arquitecto para darle vida a un detalle. En la misa el padre me dejó algo en el alma, hizo un sermón y dio gracias a Dios por mi presencia. Uno se siente demasiado reconocido por un hombre que es mil veces más que yo. A mí me sobrecogió.

-Hay algo que ustedes comparten, la ligereza de pluma, en contraste con otros colegas que escriben de forma árida.

-Es algo natural. La escritura amable, acogedora, fácil de leer, profunda y que te hace mirar la realidad desde un punto de vista habitualmente desconocido para ti. La belleza de su escritura es como la de un poema en prosa. El padre es un hombre de palabra fácil y muy elocuente, que usa siempre los términos apropiados, es incluso atractivo al verlo. Hay una relación entre escribir historia bien escrita y bien fundamentada, con todas las fuentes a la mano, y una manera de hablar, que es la estética de la palabra junto la estética de la pluma. Ambas estéticas son inseparables. Yo soy de la vieja escuela, creo que un historiador, así como un literato, debe reflejar lo valioso que es el contenido de un libro hablando bien el castellano, siendo respetuoso, no entrando al ataque de una idea opuesta como el bárbaro. Eso habla bien de la formación de aquellos años que no es la de ahora. Yo noto por algunos historiadores que aparecen en televisión que se ha perdido la estética. Dicen groserías para hablar de Portales; por ejemplo, ponderan mucho su locuacidad. El padre Gabriel es una gran lección para los historiadores jóvenes, que hablan mucho pero dicen poco, que no se preocupan de si la fuente consultada es primaria o secundaria.

"Si la ciudad le debe el nombre al río, con no menor razón le debe su conservación y progreso", escribió Gabriel Guarda.

Gabriel Guarda

Ediciones UACh

106 páginas

$12.000


"Un Río y


una Ciudad de Plata"

Por Cristóbal Gaete

"La historia local ha sido la pariente pobre de la historia de Chile. Santiago ha capitalizado la visión de la historia del país"

Rodolfo Urbina, historiador y prologuista del libro de Guarda

ediciones uach

"Noto por algunos historiadores que aparecen en televisión que se ha perdido la estética. Dicen groserías para hablar de Portales, por ejemplo"

Rodolfo Urbina, historiador y prologuista del libro de Guarda

shutterstock

Gobierno se despide en Manuel Bustos otorgando primeros títulos de dominio

VIÑA DEL MAR. Este martes, las autoridades le harán entrega de sus escrituras a más de cien familias del campamento, que ayer fue visitado por el futuro intendente Jorge Martínez. ACCIDENTE. Director indicó que el auxiliar del bus permanece en riesgo vital. La mitad sería dado de alta el lunes.
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Cristián Rodríguez F.

Cuando falten sólo cinco días para que culmine la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, el Ejecutivo cumplirá con uno de los mayores anhelos que por años existe en la parte alta de Viña del Mar: este martes 6 de marzo, más de cien familias del campamento Manuel Bustos, entre ellas las que pertenecen al comité Villa La Pradera, recibirán por primera vez los títulos de dominio de sus propiedades.

La acción se comenzó a gestar de manera definitiva el año pasado, cuando los ministerios de Vivienda y Urbanismo y de Bienes Nacionales sellaron un acuerdo con el municipio viñamarino para comenzar con la ansiada urbanización y regularización del campamento, que tiene la característica de ser el más grande del país, y que de acuerdo a los registros del Minvu alberga a cerca de 1.100 familias.

En la oportunidad, se dio a conocer que el proceso permitirá ordenar el extenso territorio donde se sitúan las casas, definiendo cuáles serán las calles principales, los pasajes, las áreas verdes y el equipamiento común, además de habilitar el sector con servicios de alcantarillado, luz eléctrica y agua potable de manera oficial.

De acuerdo a lo que explicó el intendente de Valparaíso, Gabriel Aldoney (ver Reportajes), junto a la entrega de los títulos de dominio el actual Gobierno también va a firmar un cronograma donde se comprometerán a seguir avanzando en la misma línea con los otros sectores del histórico campamento viñamarino.

El jefe regional agregó, además, que el Consejo Regional (Core) logró la aprobación de un convenio de programación que detalla qué es lo que se va a hacer con cada campamento de la zona, sus plazos y los costos que lleva asociado, y que actualmente se encuentra en el Ministerio de Hacienda.

Ayer, en la sede del comité Villa La Pradera, su presidenta, María Tapia Díaz, agradeció a la actual administración y a la entrante por cumplir con la entrega de las escrituras. "Hemos esperado muchos años para tener nuestro título de propiedad, y es emocionante que la semana que viene por fin se concretará", comentó la dirigenta, quien agregó que "estamos contentos, pero no felices, porque todavía falta mucho camino por recorrer para que nuestras familias e hijos no sean nunca más discriminados como en alguna ocasión hemos sido nosotros los padres".

Fue precisamente este sábado cuando el futuro intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, decidió presentarse oficialmente a la región, escogiendo el Manuel Bustos para dar a conocer que "la política de campamentos para el futuro gobierno del Presidente Sebastián Piñera será la primera prioridad".

Su visita podría entenderse como una señal hacia las familias del sector, cuyos dirigentes en diciembre del año pasado se reunieron en La Moneda con la Presidenta Bachelet, a quien le manifestaron su preocupación por la continuidad que el proceso de urbanización podría tener en el futuro gobierno. De hecho, se espera que la Mandataria participe de la actividad del martes, en lo que sería su última visita oficial a la región antes de regresar el próximo domingo para la ceremonia de cambio de mando.

"Es una alegría enorme estar aquí. Quiero hablar en nombre de todo el equipo (de Chile Vamos). Es muy simbólico porque todavía no asume el nuevo gobierno, pero el Presidente nos ha pedido encarecidamente que estemos cerca de la gente", precisó Martínez, quien estuvo acompañado del senador Francisco Chahuán (RN), además de los parlamentarios electos de RN Kenneth Pugh, Andrés Longton, Camila Flores y Luis Pardo, de Pablo Kast (Evópoli) y de distintas exautoridades del primer gobierno de Piñera que hoy suenan como carta para integrar el futuro Gobierno Regional a partir del 11 de marzo.

El discurso que realizó el próximo jefe regional ante las familias del campamento de Viña del Mar se destacó por un marcado sentido de unidad. De hecho, sabiendo que la entrega de los títulos de dominio la realizará la actual administración, Martínez citó en reiteradas oportunidades a los parlamentarios de distintos sectores, reconociendo que sus gestiones posibilitará otorgar una solución definitiva al asentamiento más grande del país.

En esa línea, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien no participó en la cita de hoy por tratarse de una actividad partidista de Chile Vamos, comentó a este Diario que "la comunidad del campamento Manuel Bustos sabe bien quiénes han estado trabajando con ellos durante estos años para poder darles una solución habitacional definitiva".

"Este martes se entregarán numerosos títulos de dominio, lo que es muy importante porque se comienza a dar una solución a los campamentos, que es lo que ha comprometido este Gobierno. Es una muy buena señal ya que se empieza a cumplir un sueño que tenían las familias de la región", comentó Lagos Weber.

Por su parte, el senador Chahuán también agradeció al actual Gobierno y al anterior -además del Serviu (Servicio de Vivienda y Urbanización) regional- por "dignificar la vida de estas familias". "Este sector representa un símbolo de lucha. Que los títulos de dominio se reciban en el campamento más grande de Chile es un logro de Estado. Por eso hay que agradecer a todos los que colaboraron en esto. La prioridad del Gobierno Regional, de los parlamentarios y dirigentes siempre fue entender que la dignidad de las personas es fundamental", sostuvo el parlamentario.

De acuerdo a lo que explicó el seremi de Bienes Nacionales (BB.NN), Rodrigo Vergara, en la ceremonia de este martes se les entregará el título de domino a más de cien familias, las que están situadas en el denominado "Lote 1C", que es parte del campamento y que cuenta con 880 terrenos en cerca de 64 hectáreas perteneciente al Serviu.

"Estamos avanzando en un ordenamiento territorial que nos va a permitir iniciar definitivamente el proceso de urbanización. Obviamente no todas las familias van a recibir sus títulos de dominio de manera inmediata, puesto que lo estamos haciendo a medida que se vayan cumpliendo los trámites", comentó Vergara.

En esa línea, el seremi de BB.NN detalló que el "Lote 1C" considera a cerca de 700 familias, de las cuales unas 140 también recibirán sus títulos de dominio en alrededor de 60 días más. Después, se tiene en carpeta que 260, que están realizando el proceso, reciban la escritura en unos seis meses, mientras que las restantes familias, que recién iniciaron su trámite, podrían recibir el beneficio en diciembre próximo.

"Con esto, podemos decir que a fines de este año habrá cerca de 700 familias con una solución habitacional definitiva", comentó el seremi, quien agregó que el poseer el título le permitirá a las familias postular a todos los beneficios que otorga el Estado en materia de vivienda, como subsidios e incluso hipotecas.

Respeto a la diferencia entre las 700 familias y las catastradas por el Minvu (1.100 aproximadamente), se detalló que la mayoría de éstas se encuentran emplazadas en los deslindes norte y sur, los que deberán ser rectificados por estar situados algunos en terrenos privados. Se espera que en 36 meses quede radicado.

"La política de campamentos para el futuro gobierno del Presidente Piñera será la primera prioridad (...) se nos ha pedido encarecidamente que estemos cerca de nuestra gente"

Jorge Martínez, Futuro intendente de Valparaíso"

"La comunidad del campamento Manuel Bustos sabe bien quiénes han estado trabajando con ellos durante estos años para poder darles una solución"

Ricardo Lagos Weber, Senador por Valparaíso"

Martínez y su "prudencia" con proyectos

Si bien el futuro intendente comentó que los campamentos serán una prioridad durante su administración, prefirió no comprometerse con ningún proyecto en otra índole. "El Presidente nos ha pedido mucha prudencia, porque lo más fácil es anunciar proyectos sin saber si se pueden materializar", sostuvo Martínez, quien agregó que los regionalistas como él "estamos cansados de que nos vengan a prometer sueños que después no se cumplen". "El Presidente Piñera nos pidió prudencia porque todavía no asumimos, lo que significa que todavía no se asumen las cuentas de la nación y las proyecciones económicas. Con eso en la mano, vamos a empezar a tener reuniones bilaterales para ver de manera concreta qué proyectos podemos asumir en la región", agregó Martínez.


Santos Ossa: 12 personas siguen hospitalizadas en el Van Buren

El director del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, doctor David Guitérrez, confirmó que hasta la tarde de ayer doce pacientes permanecían internados en el centro producto del accidente ocurrido la mañana del jueves en la bajada Santos Ossa, que involucró a un bus y dos vehículos particulares, y donde resultaron heridas cerca de 50 personas producto de la violencia del impacto.

En esa línea, el jefe del recinto asistencial porteño detalló que seis de las doce personas se están recuperando de diferentes cirugías o de contusiones importantes, las que se espera puedan ser dadas de alta durante la jornada del lunes. "Muchos de ellos están en observación. Más de la mitad podría ser dado de alta en las próximas horas", dijo Gutiérrez.

Sin embargo, el director aseguró que aún hay dos pacientes que permanecen más comprometidos. Uno de ellos es un menor, que favorablemente en los últimos días pasó a la Unidad de Cuidado Intermedio Infantil, mientras que el otro es uno de los auxiliares del bus, a quien se le debió amputar una de sus manos producto tras el accidente.

Al respecto, el doctor Gutiérrez confirmó que la persona continúa en riesgo vital en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital.

700 familias, aproximadamente, recibirán durante este año sus títulos de propiedad. Unas cien lo harán este martes, en lo que será una de las últimas actividades del actual Gobierno Regional.

11 de marzo es el día en que asume el futuro intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, quien visitó ayer a las familias beneficiadas del Manuel Bustos, el campamento más grande de todo el país.