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GUERRAS COMERCIALES: ¿SON BUENAS Y FÁCILes DE GANAR?

ECONOMÍA. Disminuyen el comercio internacional y el crecimiento económico.
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Hace dos semanas el Presidente de Estados Unidos, escribió en Twitter: "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", en un contexto donde hace referencia al gran déficit comercial que tiene su país. En 2017, el déficit en el comercio de bienes, de EE.UU., fue de US$ 796 mil millones, más de tres veces el PIB anual de Chile. La mayor parte de ese déficit es con China, casi el 50%.

Dado este escenario, Trump anunció que aumentaría el impuesto a las importaciones, o aranceles, del acero a 25% y del aluminio a 10%, lo cual fue decretado la semana pasada, y comenzará a aplicarse en los próximos días, pero ha despertado la inquietud respecto al posible desarrollo de una guerra comercial. Cabe mencionar que, a inicio de año, EE.UU. aumentó los aranceles a los paneles solares y lavadoras.

El concepto de guerra comercial se refiere a un escenario donde un estado aumenta las barreras al ingreso de productos desde el extranjero, por ejemplo, aumenta los aranceles, y en represalia, los países afectados toman medidas equivalentes en contra del país que aumentó las barreras. Todo esto puede provocar una escalada, en la que se va generalizando el aumento del proteccionismo.

¿SON BUENAS Y FÁCILes DE GANAR?

Las guerras comerciales no son buenas y menos fáciles de ganar, en realidad todos los países pierden, provocando una disminución del comercio internacional y del crecimiento económico, en el largo plazo. Dentro de los países, algunos podrían sacar ventajas de este tipo de guerra. Al aumentar el impuesto a la importación de acero y aluminio, se protege a los empresarios y trabajadores de esos sectores económicos, pero se olvidan los efectos negativos dentro del país y los efectos de las represalias que adoptarían otros países.

Al mirar los efectos directos dentro del país que aumenta los aranceles, se debe considerar que muchas industrias en EE.UU. utilizan el acero en sus procesos productivos, como la industria automotriz, por lo que la mayor protección afectará los costos de otras industrias, reduciendo su capacidad de competir en el mercado mundial y con productos importados, por lo que el déficit comercial no necesariamente se reduce. Además, el impacto en el empleo puede ser negativo, pues el número de puestos de trabajo de los sectores que usan acero y aluminio como insumos es varias veces el número de trabajadores de la industria del acero y aluminio.

Otros que serían directamente afectados son los consumidores de EE.UU., pues todos los productos que utilizan acero y aluminio, como las bebidas en lata, enfrentarían aumento en sus costos de producción, los cuales, es altamente probable que, se traspasen a precios finales.

El argumento central que ha señalado Trump para justificar el aumento de las barreras comerciales al acero y aluminio es la seguridad nacional, en particular a que la capacidad de producir armas se ve limitada al depender del acero de otros países. Sin embargo, la industria de defensa norteamericana cuestiona la aplicación de mayores barreras por los efectos negativos que tendría en sus costos. Por otro lado, se usa un porcentaje bajo de la oferta de acero en la producción para la defensa, la cual podría ser cubierta por la producción doméstica. También hay que considerar que serán países aliados: Canadá, la Unión Europea, Corea del Sur y México, los más afectados con la medida, aunque inicialmente, no sería aplicada a las importaciones desde Canadá y México, y se dejó abierta la posibilidad de no aplicar la medida a otros países.

Otros efectos vendrían de las represalias de los países afectados, desatándose la guerra comercial. Básicamente, aumentarían las barreras comerciales a productos importados desde EE.UU., afectando negativamente a otras industrias norteamericanas. Desde Europa anuncian que elevarían las barreras a productos de empresas como Harley Davidson, Levi's, Bourbon, entre otros. China podría colocar en riesgo a los productores de soya norteamericanos, quienes son los principales exportadores del mundo y China el principal comprador mundial.

Causa del déficit comercial

Como se puede ver, aumentar las barreras comerciales, para reducir el déficit comercial está lejos de ser la solución, el resultado final es incierto, y desconoce la razón de fondo. El déficit comercial se produce por el alto nivel de gasto, en particular, el gobierno estadounidense tiene un alto déficit fiscal, lo cual produce la necesidad de financiamiento externo, apreciando la moneda norteamericana, haciendo más caros sus productos para el resto del mundo y más baratos los bienes producidos en el extranjero. Sin embargo, medidas como aumentar la protección son populares, mientras que reducir el déficit fiscal no lo es.

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Turbulentos eventos internacionales

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La elección de Trump, como presidente de Estados Unidos, hacía prever que la tendencia hacia la globalización y facilitación de comercio podría tener algún revés, acompañado de eventos internacionales de desavenencias de poder, expresados en sanciones a Rusia y otros elementos en torno a equilibrios y soberanía en Asia, problemas en medio oriente, los refugiados y aires de populismo en Europa.

Los últimos acontecimientos, en lo geopolítico, son buenas noticias, probablemente no esperadas pero que tuvieron como preámbulo la participación de Corea del Norte en las Olimpiadas de Invierno en Corea del Sur. Estaríamos ad- portas de una reunión entre Trump y Kim Jung-Un, en la cual se esperaría al menos un détente. Para llegar a este punto, las actuaciones de Corea del Sur, de Japón y, especialmente de China, han sido importantes, aunque no necesariamente públicas. El resultado, consecuentemente, será fruto del accionar colaborativo de varios países, no solo de la "potencia".

La guerra comercial iniciada por Trump, aumentando los aranceles al acero y aluminio, afectará la elaboración de las manufacturas. Un hecho cierto es que aumentarán los precios en EE.UU., los costos de fabricación lo volverán menos competitivo y habría que ver si cuenta con obreros calificados para la fabricación, dado que se trasladaron y ese expertise se encontraría en China y México.

En mi opinión, si otros países no le siguen el juego a Trump, de volver a los 1960s, el más perjudicado será el propio EE.UU. Lo que ha avanzado el mundo ha sido por la apertura.

ana.vallina@pucv.cl

ANA MARÍA VALLINA, PHD

Académica Escuela de

Negocios y Economía,

PUCV

Www.cmf.cl

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Apartir del 16 de enero de 2018 inicia sus funciones la Comisión para el Mercado Financiero, CMF, que es una suerte de continuador de la Superintendencia de Valores y Seguros, SVS; uno de sus objetivos es seguir aportando, con la debida fiscalización, a mantener e incrementar la confianza de los mercados y contribuir al desarrollo de los mismos, facilitando el acceso a productos y servicios financieros a las personas y empresas.

La CMF se rige por un cuerpo colegiado, compuesto por cinco personas, disponiendo de más herramientas de investigación, para prevenir y detectar eventuales infracciones.

De ser aprobada la Ley de Bancos, éstos, que actualmente son fiscalizados por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, SBIF, pasarán a ser supervisados por la misma CMF.