Armada pronostica aumento en cantidad de marejadas para el invierno de este año
CLIMA. Experto apunta a la Región para que inicie las directrices que creen una política de Estado al respecto.
La gran destrucción en el borde costero por las marejadas del 8 de agosto de 2015 marcó un antes y un después en la percepción sobre este fenómeno; y que obligó a las autoridades a tomar medidas que antes no eran recurrentes en la zona, como el cierre de calles a la orilla de mar.
Según datos de la Armada, si entre 2006 y 2017 se registró un promedio de 35 eventos anuales, el 2015 se elevó a 45; tendencia que se mantuvo el 2016 (56) y volvió a disminuir el 2017 (48). En lo que va del 2018 ya ha habido 10 de estos fenómenos -cuatro de ellos anormales- cuando el promedio en el primer trimestre no supera los 7 u 8 eventos.
Con ese antecedente "podríamos prever que este año, asociado al invierno, debería haber un aumento bastante importante de eventos de marejadas, o sea entre mayo y agosto", comentó el jefe del Servicio Meteorológico de la Armada, comandante Luis Vidal.
Precisó que "estamos levemente sobre la normal de eventos que debiéramos llevar a la fecha y eso se debe a que en los primeros meses del año tuvimos algunos eventos -algunos categorizados como anormales- que estaban más vinculados al invierno en el hemisferio norte y ahora, a medida que comienza a aumentar la actividad frontal en otoño especialmente en el litoral sur o austral, empieza a aumentar la ocurrencia de este tipo de eventos. Por esto que durante en esta última semana hemos tenido tres".
Vidal explicó que con el paso de los años no sólo se incrementó el número de marejadas, sino también las categorizadas como anormales. Según el catastro que existe, entre los años 1823 y 2015 -y con una recalificación de los eventos luego de acuñar el concepto 'anormal' en 2012-, el promedio de avisos de este tipo por año es de 4 dentro un universo que oscila entre los 210 y 215.
Sin embargo, este fenómeno se ha hecho más notorio entre el 2009 y el 2017, periodo en el que el promedio anual de eventos anormales aumentó a 8,1, siendo junio el mes de más ocurrencias con una media de 4,3.
"Tiene una componente de cambio climático que tiene que ver con que estos últimos 10 años, a nivel mundial, se han venido generando eventos extremos en todas las categorías", comentó Vidal, ejemplificando con las olas de frío o calor que han habido en Europa, o el aumento en la intensidad de los huracanes. "Son eventos que, sin duda, modifican la climatología a nivel mundial y lo que sucede en algún lugar del mundo, de una u otra manera nos afecta en Chile", acotó.
Al respecto, Mauricio Molina, director del Sistema de Alerta de Marejadas y Académico de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, explicó que en este ámbito se debe trabajar desde dos puntos de vista: en lo inmediato y en un largo plazo, recopilando datos que puedan "generar diseños bien pensados y no tan apresurados".
"A corto plazo hay que hacer evaluaciones costeras precisas. Por ejemplo, el evento de ahora fue catalogado como anormal, pero en el caso de la bahía de Valparaíso va a afectar sólo a Reñaca, donde según nuestros pronósticos, no va a producir destrucción. A largo plazo lo que tenemos que propiciar es el monitoreo del oleaje, que hayan mediciones en todo Chile y que se cree una política de Estado", detalló.
Agregó que "si hoy nadie está pensando en juntarse, probablemente en 15 años más, aún estemos al debe". Desde su perspectiva, si la Onemi planteara la necesidad de crear una mesa en la que participe la Intendencia, la Armada, la Dirección de Obras Portuarias, las universidades y municipios, y comenzara a trabajar este año "probablemente en 2 o 3 años más ya tengamos políticas públicas y empecemos a diseñar la costa y a hacer bien la pega".
En este ámbito, el experto opinó que la Región "es la que tiene que llevar las directrices porque acá se concentran 3 de los puertos más importantes de Chile". "La bahía de Valparaíso es la zona más densamente poblada e intervenida del país, en turismo tenemos Reñaca, la playa más conocida, por lo tanto acá es dónde más va a repercutir el efecto marejadas y en ese sentido hay buenos avances. Como universidad estamos postulando a un proyecto y la Onemi está muy involucrada en el proceso. Se ve un interés y un nicho", finalizó.