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El libro de una madre desesperada

La escritora española Silvia Nanclares habla de su primera novela autobiográfica, "Quién quiere ser madre". La escribió a lo gonzo, corriendo el límite para poder escribir.
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"La calentura de ser madre", como señala Silvia Nanclares (Madrid, 1975) en su libro "Quién quiere ser madre" (Editorial Alfaguara", se convierte en el mantra que moviliza a su protagonista para someterse incansablemente a costosos tratamientos reproductivos. La escritora y dramaturga (autora también de los álbumes ilustrados infantiles "La siesta" y "Al final"), llevó un diario donde anotó sensaciones y reflexiones. Frases de conversaciones que tenía con amigas o conocidas, vivencias propias y ajenas que de algún modo eran cercanas.

"Algo que me ayudó fue tomar un procedimiento algo gonzo: compartía con cualquiera el intento de quedarme embarazada, sin éxito. Después de la perplejidad, todo el mundo tenía una historia que contarme, propia o cercana", comenta la autora.

Finalmente, "después de intentarlo dos veces, mediante la técnica in vitro o FIV (es decir, con mis propios óvulos) y en un tercer intento, esta vez con óvulos de una donante, me quedé embarazada el pasado mes de noviembre", dice.

-¿Qué te empujó a la maternidad?

-Siempre quise ser madre, desde niña. Yo era la típica persona "niñera" (¡la amiga solicitada de mis amigas madres!). Luego pasé una época en la que me permití dejar mi vocación un poco de lado, pero fue al terminarse la década de los treinta (y por tanto de mi vida fértil) cuando supe que tenía que tomar una decisión irrenunciablemente. Además, murió mi padre de un modo repentino, lo cual me hizo replantearme el sentido de la vida, el paso del tiempo, la fragilidad de lo que damos por sentado.

-Alguien tenía que contar esta historia. ¿Por qué tú?

-¿Por qué no yo? He contado algo que es muy íntimo pero muy compartido. Solo he levantado la tapa de algo que estaba bullendo debajo de nuestro aparente progreso como sociedad. Lo que me ha ayudado tal vez es la experiencia que ya tenía con la escritura autobiográfica. Siempre he buscado la primera persona del plural cuando hablaba de mí.

-¿Qué ha sido lo más desesperante de esta carrera por parir un hijo?

-La incertidumbre y el saber que a pesar de todos los esfuerzos, del dinero gastado, del desgaste emocional, el final del camino no tiene por qué ser exitoso.

-¿Cómo una autobiografía se convierte en literatura?

-Llevo tiempo experimentando con la escritura creativa por lo que, cuando este proceso vital llegó a mi vida, fue muy natural comenzar a empezar a escribir sobre ello.

-¿Cómo se logra decir todo sin exponerse completamente?

-Gracias a la literatura. Con los procedimientos de la ficción (una estructura, unos personajes, escenas, puntos de giro, imágenes recurrentes) se crea esa sensación de verdad que han de tener las historias. Y si además hablas de algo cercano, juegas con ventaja.

-En Chile acaban de reeditar un libro "Contra los hijos". ¿Podrías sumar algo contra ellos o contra la maternidad?

-¡Desde luego! Ahora me encuentro en pleno proceso de imaginar y planear cómo será mi vida con un hijo y, por ejemplo en España, la escasez de servicios públicos es escandalosa. Tienes un hijo y parece que te lo tienes que comer con patatas. Desde los permisos de maternidad y paternidad hasta la escasez de escuelas infantiles. Así, es mucho más difícil combinar los cuidados con el trabajo (con horarios absurdamente extensos), la amistad, el ocio y acabar sintiéndote agobiada ante tantísima imposibilidad. Resultado: puedes acabar maldiciendo tu decisión.

-Eres dramaturga. ¿Te parece la vida un gran teatro?

No, la vida es mucho más inexplicable, escurridiza y sorprendente que todas las ficciones, teatrales o no. Lo que sí funciona, el teatro, como gran metáfora para explicar las relaciones sociales, por ejemplo.

-¿Qué dijo tu madre de este libro? ¿Qué crees que dirá o diría tu hijo?

-Mi madre está encantada porque es uno de los personajes más comentados y queridos de la novela. No es la primera vez que "sale" en mis escritos. Mi hijo o hija... eso será otro cantar. Especialmente cuando pueda leerlo con todo su sentido. Espero que sepa leer entre líneas el enorme deseo y empeño que pusimos su padre y yo por traerlo al mundo.

-¿Has podido seguir escribiendo?

-Después de la publicación y la promoción de la novela, he estado unos meses en barbecho. Pero al poco de quedarme embarazada, empecé a darle forma a mi segunda novela, una historia que me ronda desde hace tiempo, la reconstrucción biográfica de una pintora española que, curiosamente, dejo de pintar al ser madre. Ese el conflicto fundamental de la novela, si seré o no capaz de escribir una vez nazca nuestro hijo/a. Eso es lo que voy a contar.

-¿Quiénes te han acompañado en esta sala de espera?

-Mi pareja, obvio, mis amigas, mi familia. Y las escritoras y ensayistas que han abordado la maternidad.

-¿Te arrepientes de algo? o lo harías de otra manera

-¿De no haber sido madre a los treinta y pocos? Puede ser, pero no surgió por todas las razones que cuento en el libro y ya está. Soy hija de mi tiempo y lo asumo.

-¿Quién crees que debería leer este libro?

-Me encantaría que lo leyeran muchas mujeres y hombres jóvenes, que les haga plantearse cómo van a encarar esta cuestión desde su generación.

-Además de escribir, ¿qué otras cosas te apasionan?

-Leer, dar clase de escritura, no hacer nada y estar con mi gente.


"Quién quiere ser madre"

Silvia Nanclares

Editorial Alfaguara 214 páginas

$14.000

LA escritora quedó esperando un hijo mientras escribía un libro sobre maternidad.

Por María Aurora Aro

Gema Segura