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Alvear dice que la DC "es mi segunda familia" y que no busca levantar militantes del partido

CRISIS. El exministro Jorge Burgos confirmó que se quedará en la Falange, que elegirá nueva junta directiva el 27 de mayo.
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Luego de anunciar, el fin de semana, su renuncia a la Democracia Cristiana (DC), tras cerca de 50 años de militancia, y la creación de un nuevo movimiento humanista cristiano, Soledad Alvear aseguró ayer que no buscará levantar militantes de la Falange para su nuevo proyecto político.

"No he hecho ningún trabajo de recorrer el país o intentar reclutar gente. Quiero decir con mucha claridad que, para mí, la DC es mi segunda familia y no va a dejar de seguir siéndolo, de manera tal que no voy a hacerle ningún daño", aseguró la ex secretaria de Estado a radio Cooperativa.

"Todo lo contrario, yo espero reforzar esa visión humanista cristiana que está en nuestro acervo doctrinario", añadió, apuntando a que la composición de su nueva organización se basará en la búsqueda de jóvenes fuera de los partidos.

Al ser consultada sobre la decisión que tomará su marido y también histórico líder de la DC, Gutenberg Martínez, sobre su continuidad en la colectividad, Alvear respondió que "él habla por sí mismo".

Según la ex ministra, el también ex presidente de la DC aún está reflexionando. "Está en ese proceso, de manera tal que en su momento tendrá que tomar una decisión", dijo.

La salida de Alvear ha profundizado la crisis que sacude a la DC, partido que el 27 de mayo elegirá a su nueva junta directiva. Así lo aseguró el ex ministro e histórico militante del bloque Jorge Burgos, quien de todas formas confirmó que continuará como militante.

"Yo, al contrario de la decisión legítima de otras personas (como) Mariana (Aylwin), Eduardo Saffirio, Soledad Alvear, por dar a las que más conozco, creo que hay una esperanza (...) Uno puede colaborar más desde dentro que desde afuera. Esa es mi decisión", señaló a radio Universo al ser consultado sobre su rol en la crisis del partido.

Consultado sobre si alguna vez pensó también en renunciar, dijo que "sí, lo pensé y, para hablar con toda honestidad, para mí no es sorpresa porque yo he estado conversando con gente que se fue, me han dado sus argumentos y yo he dado los míos. En algún momento pensé que era lo mejor, después tomé la decisión de quedarme, porque creo que es mejor hacerlo desde dentro".

Ex Nueva Mayoría lamenta crisis DC

Los partidos de la ex Nueva Mayoría reaccionaron ayer a la salida de Alvear de la DC, lamentando la crisis que vive la Falange. El presidente del PS, Álvaro Elizalde, dijo que "nunca es una buena noticia cuando en un partido tan relevante como la DC migran algunos de sus dirigentes históricos". El secretario general del PC, Lautaro Carmona, añadió que "es un momento en que ellos tienen un debate y uno debe respetar".

Piñera a inmigrantes: "Bienvenidos los que vienen a trabajar honestamente"

MIGRACIÓN. Mandatario participó en el inicio del proceso de regularización de extranjeros en el país. "Chile tiene derecho a disponer la cantidad de personas que entran", dijo el canciller Ampuero.
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El Presidente de la República, Sebastián Piñera, dio ayer inicio al proceso de regularización extraordinario de extranjeros dispuesto por el Gobierno, iniciativa que permitirá a unos 300 mil inmigrantes irregulares obtener los documentos para residir en el país legalmente.

"Bienvenidos a Chile los que vienen a trabajar honestamente, a cumplir nuestras leyes, a integrarse a nuestra sociedad, a ser un aporte al desarrollo de nuestro país", dijo Piñera en el Estadio Víctor Jara de la capital, uno de los puntos dispuestos por el Gobierno para atender a extranjeros que quieran acogerse la regularización.

Este proceso fue anunciado por el Mandatario el 9 de abril, junto a una serie de proyectos y decretos para ordenar y regular el flujo migratorio en Chile.

En su discurso, Piñera reiteró que Chile "siempre ha sido un país abierto y acogedor con la migración", aunque quiere que ésta sea "buena, ordenada, regulada y segura".

"No queremos abrir las puertas y las fronteras de nuestro país a los que vienen a causarnos daño, no queremos que ingresen los contrabandistas, narcotraficantes, delincuentes, porque eso le hace daño a Chile", sostuvo el Mandatario.

La regularización beneficiará a los inmigrantes en situación irregular que ingresaron a Chile hasta el 8 de abril, que según los cálculos del Ejecutivo son unas 300 mil personas.

Los extranjeros que ingresaron a Chile por pasos fronterizos clandestinos tienen 30 días para ir personalmente a uno de los puntos donde se realiza el trámite con un documento de identificación de su país de origen.

Los que tengan el permiso de turismo o la visa de residencia vencida cuentan con un plazo de 90 días para regularizar su situación. Deben presentar su documentación del país de origen y la tarjeta de turismo o certificado de viaje que entrega Policía Internacional. Una vez iniciado el trámite, todos los inmigrantes deberán presentar un documento que certifique que no tienen antecedentes penales en Chile ni en sus países de origen.

Además del proceso de regularización, la reforma migratoria que impulsa Piñera incluye la exigencia de una visa especial de turismo a haitianos y un permiso a migrantes venezolanos, que deben ser solicitados en los consulados respectivos.

Esto ha sido tachado de racista y discriminatorio por varias organizaciones no gubernamentales (ONG), legisladores opositores y expertos en temas migratorios, que critican que sólo se exija visado a esas dos nacionalidades, que son las que más han crecido en Chile estos últimos años.

Ayer, incluso, el diputado frenteamplista Gonzalo Winter (MA) aseguró que el proceso impulsado por Gobierno "no apunta hacia el orden", sino que "provocará un caos mayor".

"Los países no colapsan porque entren migrantes, porque cuando no hay trabajo en un país los migrantes dejan de llegar. El país colapsa cuando tú no eres capaz de organizar la migración", añadió en conversación con 24 Horas.

El canciller, Roberto Ampuero, aseguró a radio Cooperativa que Chile "tiene derecho a ordenar sus fronteras y a disponer la cantidad de personas que entran". La frase "venga el que quiera" no puede ser un principio, agregó.

"Los chilenos exigían que el Gobierno pusiera orden a la entrada de personas. Esto parte por el respeto a la institucionalidad chilena. Si quiere venir a Chile, díganos la verdad, es lo mínimo que puede pedir un Estado", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores.

Según cifras entregadas por el Gobierno, más de 13 mil inmigrantes regularizaron ayer su situación.

Explicaciones por salida de Unasur

El canciller Roberto Ampuero explicó ayer, en conversación con radio Cooperativa, la sorpresiva decisión de Chile, junto a otros cinco países (Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay y Perú), de dejar de participar por tiempo indefinido en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), asegurando que "a Chile, cada año le cuesta mantener Unasur una cuota de más de US$ 800 mil" y que "no podemos estar lanzando ese dinero a una institución que no funciona", acusando que está paralizada hace "más de un año y medio".