Los esfuerzos por recuperar las recaladas de cruceros en Valparaíso y también por afianzar esa actividad turística en el país, son avances importantes para una industria con muchas posibilidades de crecimiento.
Por un lado, está la incorporación a la Asociación Nacional de Agentes de Naves (Asonave), de la empresa Inchcape, que representa a la totalidad de las líneas de cruceros que recalan en los puertos de la Región de Valparaíso.
Carlos Manterola, vicepresidente ejecutivo de Asonave, destacando la importancia del rubro expresó que se debe estudiar y evaluar "cómo vamos dándole satisfacción a los intereses de los armadores de esas naves". Tiene toda la razón. Hay que insistir en que el interés fundamental de esos armadores es tener garantizada seguridad para su operación en el terminal en que recalan. Y eso se perdió cuando en Valparaíso aparecieron presiones gremiales y problemas para obtener sitios de atraque. Dura experiencia a tener en cuenta evitando la repetición de esas situaciones y, por otra parte, asumiendo nuevas oportunidades que llegan desde Panamá.
Así es como ese Gobierno plantea la posibilidad de abrir una ruta de cruceros desde ese país hasta Valparaíso, con recaladas en Islas Galápagos, Ecuador, punto de gran atracción turística.
Ese propósito es apoyado por el Presidente de Panamá, Carlos Varela, y avanza con la visita a Valparaíso de Roberto Roy, ministro de Asuntos del Canal.
En la misma línea, el empresario porteño José Manuel Urenda, presidente del Grupo GEN, del que la empresa local Agunsa es parte, ha manifestado interés por tomar la operación del terminal de cruceros de Amador, en la costa del Pacífico de Panamá. Se abre así un punto de partida para la propuesta ruta en un área próxima al Caribe, que concentra grandes flujos de usuarios de cruceros.
Paralelamente, en Valparaíso se insiste en la construcción de un muelle para cruceros y en la apertura del cabotaje -tráfico entre puertos nacionales- de pasajeros. Juan Esteban Bilbao, gerente de Valparaíso Terminal de Pasajeros, recuerda que en diciembre se presentó una propuesta al respecto a la estatal Empresa Puerto de Valparaíso, pendiente de resolución.
Son oportunidades que se deben considerar en su mérito sin caer en dogmatismos sobre el borde costero, recordando al polémico Mathias Klotz cuando afirmó que "creo que es un mito que el puerto de alguna manera le tapa la vista de la ciudad al mar, pues en metros lineales lo que se tiene frente al mar, con acceso directo, supera largamente lo que es el puerto y lo que sería una ampliación de este".
La materia exige visión de conjunto, recordando que las oportunidades son pasajeras y exigen apertura, respuestas y decisiones.