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ENTREVISTA. ricardo guerra, presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva):

"Si bien es cierto hay cosas que a uno no le gustan, también hay que entender que el mundo cambió"

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Claudio Ramírez

"Mi meta es dejar las bases para la proyección del gremio en los próximos veinte años", comenta el nuevo presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Ricardo Guerra Godoy.

"Quiero trabajar con el mundo de los emprendedores, los profesionales jóvenes, atraer a la juventud para desarrollar oportunidades e ideas de negocios, y nuevas formas de relacionarse entre Asiva y las empresas", agrega el socio principal de Baker Tilly Chile, respecto a las perspectivas que tiene al mando del gremio que agrupa a 140 socios.

Respecto a las empresas tradicionales advierte que hay que mantenerlas y adelanta que se están abordando algunos temas con Sofofa para trabajar sobre delineamientos y buenas prácticas empresariales, donde se incorporarán aspectos como el trabajo con las comunidades y la sustentabilidad, entre otros.

"Para tener una empresa que se proyecte a largo plazo, hacia 20 o 30 años tienes que trabajar con la comunidad, cuidar el medio ambiente, tener trabajadores entusiasmados y eso es más rentable en el largo plazo", indica.

- Sobre todo cuando existen proyectos detenidos por demandas de la comunidad.

- Diría que eso afecta a todas las empresas. Hoy tenemos proyectos como Los Rulos y otros casos significativos, pero una empresa chica también tiene problemas. Por ejemplo, cuesta mucho retener al trabajador joven, pero si él ve que la empresa tiene relación con la comunidad, que es responsable socialmente y que el fin último no es sólo el dinero, sino que proyectar una actividad de largo plazo, el joven se entusiasma más.

- Un trabajador que busca satisfacciones más allá de un salario.

- Hoy lo que el joven busca son experiencias, el mundo cambió. Antes uno quería recibirse, trabajar, ahorrar, casarse, en fin, estaba todo planificado. Ahora quiere vivir la vida, y el trabajo es sólo parte de esta experiencia. Entonces hay que ofrecerle otras cosas.

- Y en la región también se está trabajando en eso...

- Nosotros por ejemplo estamos estudiando cómo hacer para que la gente sea responsable y pueda trabajar por objetivos en su casa. Hay empresas de servicios en Europa que tienen home office y en países que, por razones climáticas, sólo un día vas a la oficina. El tema es que la gente hace la pega. Si pudiéramos tener esa visión en el trabajador joven aumentaríamos la productividad, etc. Como trabajar para que el joven tenga auto control. Eso también se tiene que trabajar con la empresa para que confíe, pero ese es cultural.

- ¿La empresa local está envejeciendo? ¿Hay poca renovación?

- Hay muchas empresas de muchos años, emprendimiento hay pero no tanto. No veo proyectos significativos liderados por jóvenes, pero se está trabajando en eso.

DESCENTRALIZACIÓN

-¿Y en materia de descentralización? Da la sensación de que faltan pasos más concretos.

- Cada uno tiene que empezar a trabajar. La descentralización como tal es un tema geopolítico que se ha discutido cien años. Lo importante es que todas las autoridades se tienen que alinear con este concepto y hay que confiar en lo que tenemos. Hay autoridades locales que no muestran confianza en lo que existe en la región, y van directamente a hablar a Santiago con autoridades y gremios. Si bien hay decisiones de Gobierno, políticas, que tienen que llevarnos hacia la regionalización, me parece que tenemos que creernos el cuento.

-¿Cómo ve a la región en materia de inversiones? A raíz de algunos temas puntuales, hay una sensación de que cuesta más invertir acá.

- Tenemos varios miles de millones detenidos en inversión y está lo que sucedió en Valparaíso. Hoy la gente se preocupa porque no es posible que te digan ven para acá e invierte y después de varios años te digan que no se puede. Hay que tener las cosas claras y plantear que si usted quiere venir a invertir a la región estas son las reglas y las vamos a respetar. Es la misma relación que tiene Chile con el inversionista extranjero. Nosotros para lograr el nivel de desarrollo que tenemos tuvimos que invitar a extranjeros porque solos no íbamos a ser capaces. Y qué le ofrecimos a ellos, un estatuto de inversión extranjera donde les dijimos éstas son las reglas del juego y si cambian otras leyes no se preocupen porque estas son las suyas, no se la vamos a cambiar. Estos son los beneficios que este va a tener, etc. Quiero decir que si uno no tiene un esquema que dé garantías, cómo convences a las personas de que vengan.

- ¿Y cómo ve a la zona en esa materia?

- Estoy convencido que hacer negocios en la Quinta Región es mejor que hacerlos en Santiago. Yo, por ejemplo, tengo la mitad de mi negocio en Santiago pero nunca me he ido de acá porque valoro una serie de condiciones. Primero, la calidad de vida, luego los costos de estar aquí comparado con los de instalar una empresa en Santiago hay una diferencia significativa que paga de sobra los 110 kilómetros de transporte. Es bueno que las autoridades entiendan que si potenciamos esto y atraemos gente a nuestra economía local con un buen sueldo, con proyecciones, sólo el autoconsumo va a requerir que la empresa crezca y que sea más competitiva. Está lenta la inversión porque no le damos certeza y tampoco vendemos nuestras grandes cualidades.

OFICINA GRANDES PROYECTOS

-¿Qué piensa de la oficina de grandes proyectos anunciada por el Gobierno?

- Hay ciertos temas que son de Estado y no del Gobierno de turno, entonces me parece que debe haber en Chile una especie de oficina que analice los grandes temas del Estado y que los resuelva. O sea, no porque cambia el Gobierno se atrasen proyectos o se detengan. ¿Cómo en un gobierno de 4 años, sin reelección, vas a proyectar un plan? Es imposible, entonces es bueno lo de la oficina, pero debería ser independiente del gobierno de turno. Segundo, creo que a muchos empresarios nos miran como llorones por los impuestos, etc., pero creo que eso no tiene que ver con un ánimo de no cumplir la ley o no aportar al Estado. El gran problema es que las leyes no tienen un procedimiento claro de aplicación y eso es lo peor que tenemos en Chile. La reforma tributaria, el tema del bodegaje.

- ¿A qué se refiere?

- No hay claridad, por ejemplo el tema de los etiquetados. Hay leyes y normas, pero la forma de aplicarla es donde se producen las complicaciones. Se requiere un mayor acompañamiento y capacitación en eso (...) Lo que más perjudica al empresariado y la economía es que el dueño de la empresa tenga que estar convertido en un contador y tratando de ver cuáles son los problemas tributarios, o atender fiscalizaciones que no terminan en nada, la falta de procedimientos. Que se aclare de qué forma se aplica la ley y cuales son las exigencias que hay que cumplir y los plazos.

- En los últimos años se han aprobado cambios importantes. Están las reformas y la propia ley de etiquetados.¿Cómo se han adaptado las empresas regionales?

- Ha sido complicado, esto ha tenido costos importantes porque hay que generar procesos nuevos, hay que reconvertir en el caso de la industria alimenticia procesos, imagen, etc. Acá hay un tema bien de fondo en el que vamos a trabajar, y es respecto a que hay que entender que el empresario y el mundo privado son relevantes para la construcción de sociedad. Y por otro lado, el empresario al que lo único que le interesa es ganar plata como sea, obviamente que no aporta a ello. Diría que la mayoría del empresariado cambió, sobre todo las segundas generaciones que además son profesionales y que tienen una visión distinta.

- ¿En qué consiste esa visión?

- Tenemos que pensar que este nuevo empresario es diferente y quiere proyectarse en sintonía con las comunidades, el medio ambiente, no le interesa andar haciendo estupideces. Hoy todo el mundo entiende que a la gente hay que respetarla, entenderla. Si bien es cierto que hay muchas cosas que a uno no le gustan, también hay que entender que el mundo cambió.

INNOVACIÓN

- ¿La innovación y el emprendimiento son la llave para que la región resurja?

- Esto se puede enfrentar de dos formas. Una es hacer empresa en el sentido de decir, voy a trabajar para que mejoren las condiciones legales, que tengamos un estatuto de la inversión acá, que haya claridad y que podamos desarrollar empresa; y la otra es ser una productora de empresa. Tenemos universidades de muy buen nivel, buen capital humano, entonces una opción es que también tengamos start up, incubadoras de empresa y que exista una gran masa crítica. Una base de trabajo y desarrollo que nos convierta en una región especial.

- ¿Ve factible una pronta descentralización tributaria?

- Me parece que en justicia se debería hacer. Hay un tema de confianza en que la autoridad nacional no confía en las regiones. Siempre se dice que en las regiones los temas quedan botados, que no hay capacidad de autoadministración, y parece que nosotros damos la razón. Primero tenemos que creernos el cuento, después darle confianza a las autoridades nacionales para que digan "les vamos a pasar el dinero, ellos lo van a hacer bien". Lo otro relevante es ver cómo se va a establecer esta nueva ley de regionalización cuando tengamos un gobierno local más potente, elegido por votación popular y contemos con un presupuesto más grande que administrar. Estamos en una etapa bien especial porque esto va a pasar pronto y hay que trabajar en ser capaces y en preparar gente idónea.

"Si bien hay decisiones de Gobierno que tienen que llevarnos hacia la regionalización, me parece que tenemos que creernos el cuento""

"El empresario al que lo único que le interesa es ganar plata como sea, obviamente que no aporta a la sociedad" (Descentralización tributaria) "Me parece que en justicia se debería hacer. Hay un tema de confianza en que la autoridad nacional no confía en las regiones""

El último gran desafío de Sebastián Lelio

Esta semana se estrenó en cines "Desobediencia", la primera película en inglés del director de "Una mujer fantástica". Un drama sobre el deseo y la fe protagonizado por Rachel Weisz y Rachel McAdams.
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Sobre el cine de autor pende el fantasma de la auto-traición perpetrada por la industria. No es un prejuicio vacío. Muchos cineastas han perdido identidad al ingresar en los grandes sistemas de producción. Se podría decir que Hollywood está lleno de buenos realizadores extranjeros que han sido absorbidos por la maquinaria. Afortunadamente, frente a esto, Sebastián Lelio ha sido más que precavido.

La invitación para encargarse de la dirección de "Desobediencia" le llegó tras el éxito internacional de "Gloria". No fue el único proyecto que recibió. El chileno estuvo mucho tiempo leyendo guiones que no lo convencían, hasta que se encontró con esta adaptación de la novela homónima de Naomi Alderman que narra el romance entre dos jóvenes judías (Rachel Weisz y Rachel McAdams) en medio de una estricta comunidad ortodoxa. La propuesta era ideal: Lelio se encargaría de la dirección pero también de la co-escritura del guión junto a la dramaturga británica Rebecca Lenkiewicz. Detrás de la producción estaba Weisz, quien contaba con los derechos del libro.

"No soy británico, no soy judío y el inglés no es mi lengua madre", dijo el director esta semana en el estreno del filme. "Pero había algo ahí con lo que me podía identificar".

La conexión es clara. Desde su ópera prima, Lelio ha reflexionado sobre la religión y las formas de abrazar la fe. En "La sagrada familia" denunció la doble moral del católico chileno medio. En "Navidad" concentró la catarsis de un grupo de adolescentes en la noche navideña. En "El año del tigre" abordó el "silencio de Dios" en el devastado escenario del sur tras el terremoto de 2010. Y podríamos decir que en el luto que vive Daniela Vega en "Una mujer fantástica" hay mucho de devoción y fe.

En segundo lugar, "Desobediencia" le ofrecía a Lelio la oportunidad de seguir profundizando en el universo femenino con sutileza, lejos de cualquier estereotipo y con dos actrices en estado de gracia.

Ronit (Rachel Weisz) es rebelde y desafiante. Vive hace algunos años en Nueva York sin contacto con su familia. Hasta que su padre, un importante rabino, muere y ella debe viajar a Londres para despedir sus restos. El recibimiento será hostil, con la excepción de Dovid (Alessandro Nivola) y Esti (Rachel McAdams), dos viejos amigos que ahora están casados. Ahí, en medio de juicios severos y prohibiciones, surgirá un romance secreto entre ambas mujeres.

Lo que pudo haber sido una película efectista es en manos del chileno una cátedra de sutilezas. Nada aquí parece forzado porque el motor del relato son siempre los personajes y sus motivaciones. Lelio los sigue con calma, sin ánimo de esquivar silencios e intimidades. "Desobediencia" es un ejercicio de contención. Un muestra de sobriedad. Un templo.

La cinta es protagonizada por Rachel Weisz y Rachel McAdams.

Sebastián Lelio, director.


en resumen

Acaba de estrenarse en cines chilenos "Desobediencia", la película basada en la novela de Naomi Alderman que dirigió Sebastián Lelio.

Por Andrés Nazarala R

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