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ENTREVISTA. Javier torrente, entrenador de Everton:

"Así como mi familia compartía la pasión por el fútbol, también lo hacía por la política"

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Tomás Moggia C.

Hace frío en el CDE. El invierno toca las puertas para golpear en forma impacable la apacible mañana en Reñaca Alto. Bien abrigado, en medio de la cancha, Javier Torrente sigue de cerca, con su mirada atenta, los movimientos que practican sus dirigidos.

De vez en cuando felicita, enérgicamente, a algún jugador, y se hace sentir con firmeza cada vez que entrega cualquier tipo de instrucción.

Apasionado hasta la médula, Torrente se mueve por la vida como si estuviera en una cancha de fútbol. Intensidad y actitud son las directrices que rigen tanto su cotidianidad como la esencia que marca a sus equipos dentro del campo de juego. De estilo frontal, directo, pero también capaz de adaptarse a las circunstancias, sus equipos suelen ser una proyección de su personalidad.

Nacido un 8 de junio de 1969 en Rosario, siempre tuvo un estrecho vínculo con el fútbol. Desde que tiene recuerdos que es hincha de Newell's Old Boys, aunque hoy esa pasión la vive de forma distinta.

"La pasión, cuando uno está en el profesionalismo, tiene que ver con el trabajo, con buscar la mejor estrategia para el equipo para determinado partido, con ponerle muchas horas a ver fútbol. Es totalmente distinta la pasión de un hincha con la pasión puesta al servicio del trabajo", confiesa, aunque es al final ese mismo sentimiento el que mueve cada día en la vida del rosarino.

Everton es el octavo club que dirige en una carrera que ha estado fuertemente marcada por un aprendizaje bajo el alero de Marcelo Bielsa, de quien fue preparador físico y más tarde ayudante técnico en México, Argentina y Francia. Incluso integró el staff técnico del "Loco" en la Albiceleste. Emancipado de su mentor, Torrente ha dejado una huella en países como Paraguay y Colombia, quizá no tanto por los resultados, sino que por su especial prisma para ver, entender y sentir el juego.

- ¿Cómo se vivía el fútbol en su familia cuando usted era un niño?

- Mi familia era muy futbolera, toda la familia de mi padre. Yo viviendo en Rosario, hincha de Newell's y yendo todos los fines de semana de local y a veces de visita también. Desde chico me llevaron al estadio. Recuerdo la primera vuelta olímpica de Newell's en cancha de Central el año 74 en los hombros de mi padre, tenía cinco años. Al ganar Newell's hubo gases lacrimógenos y recuerdo todo ese episodio donde hubo que salir rápido del estadio, mi padre mojó en el baño una camiseta de Newell's y me la puso en la cara porque habían muchos gases. Pude estar desde el día uno disfrutando de los campeonatos que obtuvo el equipo. Si bien uno todavía mantiene el cariño y la pasión por Newell's, se vive de otra manera, más a la distancia porque a uno le toca trabajar en otros países.

- ¿Cómo se da su llegada al fútbol, pero más vinculado al juego, cómo fue ese proceso?

- Yo primero jugaba en inferiores de ADIUR (Agrupación Deportiva Infantil Unión Rosario) y Argentinos de Rosario, clubes de barrio, e intenté ser futbolista. Llegué hasta primera división regional, pero no pude dar el salto a la primera división. Al ser el fútbol una cuestión que me apasionaba, estaba estudiando educación física en ese momento. Primero fui preparador físico en clubes de barrio, y en Newell's Old Boys. Pude pertenecer al grupo de entrenadores que tenía Jorge Bernardo Griffa en las inferiores de Newell's. Ahí conocí a Marcelo (Bielsa). Llegué de la mano de Claudio Vivas, que hoy está comandando las inferiores de Boca Juniors.

- ¿Congeniaron rápidamente con Marcelo Bielsa?

- No. Ahí era un contacto más lejano. El que tenía un contacto más cercano con él era Claudio Vivas y cuando se produce un espacio en el Atlas de México ahí llego yo a trabajar con Marcelo y nos relacionamos más próximamente. Yo trabajé con él de preparador físico primero. Como ayudante técnico empecé en Vélez Sarsfield cuando volvimos de México, y después en Espanyol y la selección argentina. Dejé la parte física de lado y me empecé a relacionar con el área técnica.

- ¿Qué es lo que más rescata de toda su etapa con Marcelo Bielsa?

- Es una persona con una fuente inagotable de conocimiento y de nuevas ideas. Tiene la capacidad de poder ver un problema futbolístico en un partido, y poder fácilmente transformarlo en un ejercicio que mejore esa problemática. Esa capacidad la tienen muy pocos y él también es un trabajador incansable, siempre está con la cabeza metida en el fútbol.

- ¿Son parte de los sellos que lo llaman a replicar de alguna manera en su trabajo?

- Yo si bien aprendí mucho y comparto mucho de su conocimiento a la hora de poner los equipos en la cancha, en otros momentos tomo decisiones de alejarme o acercarme un poco de la idea. Son diferentes personalidades. Yo creo que hay algunos momentos donde es posible llevar adelante esa idea y en otros momentos y equipos donde quizá hay que modificar la forma de juego y lo hago, no creo que haya una sola manera de ejecutar la tarea. Por otro lado, somos diferentes, cada uno tiene su historia personal y si bien tenemos cosas en común, no intento imitarlo. Futbolísticamente aprendí muchísimo de él, eso quiero dejarlo bien claro.

Más allá de la cancha

Tras su paso por Cobreloa en 2012, Javier Torrente hizo una pausa en su carrera deportiva y se lanzó a la política aspirando a ser concejal en su ciudad natal.

- ¿Cómo se da ese deseo de ingresar a la política?

- Yo tengo una militancia de muchísimos años. Así como mi familia compartía la pasión por el fútbol, también compartía la pasión por la política. En mi casa, desde joven, desde muy chico, siempre un tema central de la mesa familiar era la política. Desde la salida de la dictadura militar y el comienzo de la democracia argentina, en el año 83 comencé toda una etapa de militancia, de acompañamiento en marchas, de estar vinculado y de interesarme por los temas del país. Respecto a los movimientos sociales, yo tengo una visión del mundo que en cierta cuestión compartíamos con Marcelo Bielsa. Mi visión de mundo es la de un mundo libre, justo. Yo estaba sin la participación en un equipo de fútbol el año 2013, y parte del Movimiento Evita en Rosario me ofrece participar en esa elección como concejal en la parte de deportes. Mi idea era poder aportar desde el deporte con una fuerte posición sobre lo social, y eso me hizo tomar la decisión de acompañar al Movimiento Evita en esas elecciones y tener participación política ya activamente desde un partido político.

- ¿Y desde la distancia cómo ve lo que pasa en Argentina hoy en día, con una política económica que está muy complicada, endeudándose nuevamente con el Fondo Monetario Internacional?

- Creo que esta política llevada a cabo, llamada Cambio en el momento de la elección, con un gran aparato mediático, logró ganar un modelo que en vez de un cambio es un retroceso a los 90, a la época en que se ejecutaban políticas fuertemente dirigidas por los intereses económicos y en contra de los intereses sociales.

- Es increíble cómo la historia puede repetirse muchas veces.

- Sí, pero yo creo que la gente tiene que tener un aprendizaje. El ciclo de los 12 años de gobierno de Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández ) tuvieron seguramente algunos errores, o varios errores, cuestiones a mejorar, pero había un claro norte, que era gobernar para la clase media y para la gente de escasos recursos. El cambio fue que el nuevo gobierno, que le hizo creer al 51% que lo votó que iba a mejorar lo que estaba mal, y que no iba a quitar todos estos beneficios que se habían obtenido durante el kirchnerismo, hizo todo lo contrario. Dijo que no iba a devaluar y devaluó, liberó el cepo para que las grandes corporaciones puedan llevarse los dólares fuera del país, y una infinidad de cuestiones como quitarle el remedio a los jubilados, aumentar las tarifas de luz, gas y agua a niveles exorbitantes, son todas cuestiones que hicieron que la gente que tenía un estándar de vida medianamente bueno, lo perdiera. Los servicios básicos en Argentina son una conquista social, es una manera de inyectar de manera indirecta un mejor salario real. Aparte, la apertura de importaciones, la falta de protecciones al mercado interno, el bajo poder adquisitivo de la gente, todas cuestiones que repercuten en la clase media y baja. No solo eso, hicieron subir el dólar y el combustible...

-Tiene una visión bien crítica del sistema imperante, y a propósito de eso, cómo ve la mercantilización del fútbol hoy en día?

- La mercantilización del fútbol tiene dos partes, una que es la parte pasional que pone el hincha, y donde hay que tratar de darle las mejores respuestas con buenos resultados y todo ese tipo de cuestiones, y otro lado donde hay que ordenar las cuentas en un club. Yo no puedo endeudarme y gastar a los niveles que podría gastar Colo Colo, evidentemente los ingresos de un equipo como ese son distintos. Es prácticamente directamente proporcional al puesto que ocupan en la tabla. Evidentemente la cuestión económica hace que esto tenga una correlación. Los mejores jugadores tienen mejores sueldos en los equipos más importantes, es parte de la realidad. Después, con trabajo, con esfuerzo, con mejora de las divisiones inferiores, yo tengo una manera de poder compensar y tener un mejor equipo, pero debo hacer un camino mucho más largo del que a lo mejor tienen que recorrer la U. de Chile y Colo Colo con sus recursos económicos puestos al servicio del equipo.

- En ese sentido, le seduce más todavía llegar a un equipo como Everton, por ese doble desafío.

- Es un doble desafío, que tiene que ver con sacarlo de la posición en la que quedó en este semestre, y también con pertenecer a una estructura que trabaja en divisiones inferiores, que partió teniendo un solo futbolista en selecciones nacionales y hoy tiene 18. Hay todo un trabajo detrás que quizá no se ve en el corto plazo, pero es el que le va a permitir de acá a un tiempo tener un equipo cada vez más competitivo y en las posiciones más jerárquicas. Siempre fui una persona que miró para abajo, que trabajó con jugadores de inferiores, que hice debutar 18 futbolistas en Libertad de Paraguay, 12 en Cerro Porteño... Tiene que ver con mi forma de pensar, me parece que la construcción de un equipo como Everton tiene que ver con todo esto.

- ¿Cómo percibe la estructura que hay detrás de Everton hoy en día, una transnacional como el Grupo Pachuca y que usted esté siendo parte de una de ellas.

- Creo que una de las cosas que me unió con el Grupo Pachuca tiene que ver con los valores. La Universidad, el apoyo en la educación, la formación, el trabajo en inferiores... que pueda decir que tiene varios equipos en varias partes del mundo no quiere decir que se aleje de su norte original, que es una mejor sociedad. En eso tengo que destacar la presencia de la familia Martínez encabezando un norte que tiene que ver con la educación y los valores.

- Más allá de que ellos también tienen un interés de negocio.

- Pero es un equipo como Pachuca, que pone una ciudad en el mapa a través de una Universidad del fútbol y un equipo de fútbol, y que logra campeonatos en México que antes eran potestad exclusiva de los grandes intereses económicos como Tigres, Monterrey y América. Eso hace que uno pelee como don Quijote con los molinos de viento, y eso es lo valorable, que a través del trabajo, de la seriedad y de un sistema de trabajo en las inferiores, hizo que se pueda competir de igual a igual contra estos grandes equipos.

Sensaciones tras la eliminación copera

Con cierto grado de amargura y frustración quedó Javier Torrente tras la eliminación de la Copa Chile a manos de Cobresal, una llave en la que a su juicio los oro y cielo fueron claramente superiores. "Tuvimos un gran partido en el Sausalito, con 12 llegadas, con muchas posibilidades de gol y mucha tenencia, y por un error prácticamente nos metimos el gol solos y tuvimos que ir a penales y nos quedamos afuera. El fútbol tiene eso, cuando uno llega a penales es suerte o verdad. La verdad es que en el global el mejor equipo fuimos nosotros, pero los penales dijeron que era otra cosa", dijo el DT argentino.

Una pretemporada para sacudirse

Con motivo de la eliminación de Copa Chile, Everton inició un plan de trabajo que consiste en una pretemporada que tendrá una extensión de dos semanas. Después de ese periodo, el plantel oro y cielo dispondrá de dos semanas más para disputar cinco amistosos que colaboren con la puesta a punto de los jugadores para iniciar el segundo semestre de la mejor manera. Será cerca de un mes que le permitirá al conjunto viñamarino dejar atrás los fracasos, los temores, la baja autoestima y el duro golpe psicológico que ha acarreado el complicado primer semestre. "La pretemporada nos va a venir bien para poder sacudirnos de todo eso. Veo que hay futbolistas con capacidad para poder salir en la posición en la que estamos", asegura el entrenador oro y cielo Javier Torrente.

"En Everton hay todo un trabajo detrás que le va a permitir en un tiempo tener un equipo cada vez más competitivo"."

clubes ha dirigido Torrente. Cerro Porteño, Coronel Bolognesi, Libertad, Newell's, son algunos. 8

el año en que el entrenador argentino participó en una elección para concejal por el Movimiento Evita. 2013