Cuando los países empiezan a transitar hacia el desarrollo, hay materias que se vuelven más relevantes. Este es el caso de la economía informal. Si bien décadas atrás ni siquiera se conocía el concepto en nuestro país, hoy es muy importante ya que en la medida que las empresas y, en consecuencia, sus trabajadores, entran a un sistema formal, cuentan con mayores garantías respecto a tener acceso a beneficios entregados por el Estado y la Seguridad Social. Al mismo tiempo, una empresa informal tiende a ser menos productiva que la que sí lo es.
Qué es la economía informal
Si bien no existe consenso absoluto respecto del ámbito que abarca la economía informal, una de las definiciones más conocidas es la de La Conferencia Internacional del Trabajo en su 90° reunión (2002), que la describe como "el conjunto de actividades económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades económicas que, tanto en la legislación como en la práctica, están insuficientemente contempladas por sistemas formales o no lo están en absoluto". Es decir, son todas aquellas actividades legales que las personas desarrollan de manera ilegal, como ejercer el comercio, instalar una industria, desarrollar actividades de transporte, o construir una vivienda.
Informal no necesariamente es equivalente a ilegal
Desde la perspectiva empresarial es fundamental no confundir lo informal con lo ilegal o ilícito. Es necesario hacer la distinción entre el mercado y el empleo informal, y el mercado y el empleo ilegal. Por ello, no se puede aceptar que empresas que operan en la economía formal, contraten de forma irregular a sus trabajadores, ya que esto convierte sus operaciones en ilegales.
Es necesario también distinguir claramente entre las actividades ilegales que una empresa o persona realiza y que no debe considerarse dentro del ámbito de lo informal, como por ejemplo: tráfico de personas, producción, distribución y venta de drogas prohibidas, distribución y venta de artículos robados, pirateados o de contrabando.
Problemas de la informalidad
La importancia de la informalidad radica en el fuerte impacto que la economía informal tiene sobre la economía en general. A grandes rasgos, podemos mencionar al menos tres:
- Falta de Seguridad Social para los trabajadores informales, no tienen cobertura ante accidentes laborales, no cotizan para sus pensiones ni para su salud, entre otros.
- Competencia desleal con las empresas que sí operan legalmente, el mayor impacto lo reciben las micro y pequeñas empresas que generalmente tienen menores márgenes de ganancia que las empresas de mayor tamaño.
- Perjuicio en los ingresos del Estado, y por tanto su financiamiento, incluyendo sus programas sociales.
Regulación para la formalidad en la economía
Un factor que favorece la informalidad es la existencia de marcos regulatorios deficientes, que dificultan la formalización, en particular de microempresas y pequeños emprendedores.
La economía informal debe abordarse tanto desde el mercado de los bienes y servicios como del mercado laboral. Normalmente, no puede considerarse uno sin el otro, ya que ambos interactúan entre sí.
Así, resulta fundamental encontrar un equilibrio entre los requisitos legales exigidos a las empresas, y los incentivos para estimular su incorporación a la economía formal. Lo que se denomina regulación costo-efectiva.
Conclusiones
La informalidad debe entenderse como actividades que en sí mismas podrían ser lícitas, pero caen en la informalidad por razones de pobreza o baja productividad, aislamiento físico de los mercados formales u orientados al autoconsumo, producciones de tipo estacional u ocasional que se desarrollan espontáneamente por personas para su subsistencia.
La informalidad trae consecuencias negativas para la economía en general, por lo que es necesario aplicar políticas públicas para disminuirla todo lo que sea posible.
De este modo, las políticas que se deriven respecto de la economía y trabajo informal, en que deben primar los esfuerzos inclusivos, deben diferenciarse claramente de las medidas coercitivas que se aplican para la economía y el trabajo ilegal.
La regulación actual no considera apropiadamente en su diseño las diferencias entre empresas de distinto tamaño. En general, se considera un modelo de empresa grande. Un ejemplo de ello es la Reforma Tributaria, donde las empresas de menor tamaño fueron las que más problemas tuvieron para poder aplicarla.
Así, la carga regulatoria para las empresas más pequeñas, que no cuentan con las capacidades administrativas que las grandes empresas, ni con el acceso a la misma información para cumplir con la normativa que las rige, muchas veces las hace terminar en la informalidad.