Tomás Moggia C.
Álvaro Ramos es un tipo sencillo y retraído, y a la distancia se percibe que no disfruta mucho de las cámaras y los flashes que a ratos tanto abundan en el fútbol nacional.
A lo largo de toda su carrera futbolística ha sido igual. Tímido y reservado, no se siente cómodo hablando con la prensa. Él mismo en alguna ocasión ha señalado, medio en broma, medio en serio, que no tiene el "don de la palabra". Por lo mismo, el iquiqueño es más bien reacio a los micrófonos y las grabadoras.
Sin embargo, Ramos es también un tipo de palabra. Después de su presentación oficial como el primer refuerzo de Everton para este semestre, el atacante aseguró que volvería a hablar tras convertir su primer gol con la camiseta oro y cielo. Fiel a sus dichos, el ariete cumplió luego de anotar en la fecha pasada en el empate 1-1 conseguido ante Deportes Iquique, el club que lo vio nacer futbolísticamente.
Corría el minuto 13 en el estadio Cavancha cuando luego de un pivoteo de Matías Leiva, el ex Santiago Wanderers improvisó una pirueta para marcar lo que en ese momento significó la apertura de la cuenta.
Para prácticamente todo el plantel de Everton el gol fue una especie de liberación: en medio de un presente tan delicado como el que atraviesa el cuadro viñamarino, colista del campeonato nacional, el grito sagrado era un rito necesario para destapar frustraciones, tensiones y amarguras.
Pero hubo uno que no lo festejó como el resto. Fue el propio Álvaro Ramos, quien con cara de culpable juntó sus manos cerca de su rostro en señal de disculpas: le había marcado al club que tanto ama y que le abrió las puertas al profesionalismo.
"Fue un partido muy importante, en especial para mí porque es mi exclub, donde nací, así que siempre va a ser muy difícil marcarle, pero soy un jugador profesional y me tocó hacerlo. Feliz por el gol y el punto que nos pudimos traer", reconoció Ramos.
"Tengo un cariño muy especial por Iquique, me crié allá y siempre estaré agradecido. Me dolió marcarle, pero esto es así, y espero seguir marcando goles", añadió.
Este sábado en la tarde, el delantero auriazul se verá las caras con otro de sus exequipos: Universidad Católica, club donde estuvo entre 2012 y 2015.
Enfocado en su presente en Everton, Ramos espera que la "ley del ex" se vuelva a dar, esta vez en San Carlos de Apoquindo.
"Ojalá se pueda repetir, estamos con muchas ganas y motivados, así que creo que vamos a sacar un buen resultado ante Católica", señaló.
El exfutbolista cruzado aclaró de paso que si bien la UC viene de cinco empates seguidos, no hay razón para confiarse. "Está criticado, pero es el primero en la tabla, así que creo que están jugando de forma excelente", dijo Ramos.
Por último, llamó a la calma a la hinchada. "Ganando uno o dos partidos empezamos a subir de puestos y pasaremos a los que vienen un poco más adelante", avisó.
"Fue un duelo muy importante, en especial para mí porque es donde nací. Siempre va a ser muy difícil marcarle".
Álvaro Ramos, Delantero de Everton"
Un eventual tridente con Rubio y Cuevas
Desde que llegó a Everton, Álvaro Ramos rápidamente entabló una buena amistad con Patricio Rubio, hoy capitán del cuadro oro y cielo. Por lo mismo, el ariete esperaba con ansias el regreso a las canchas de su compañero, ya que el "Pato" cumplió la sanción que acarreaba y podrá jugar ante la UC. "Nos estamos haciendo muy amigos y nos entendemos muy bien dentro de la cancha. Ahora tenemos que demostrar lo mejor de nosotros", comentó Ramos, quien también alabó a Juan Cuevas, otro que sería titular el sábado. "Es muy rápido y habilita muy bien, hay que aprovecharlo al máximo", dijo.
derrotas y 4 empates ha cosechado Everton desde su último triunfo, que fue a principios de marzo. 8
empates seguidos suma Universidad Católica por el torneo nacional. No gana desde principios de mayo. 5