Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Vida Social
  • Espectáculos
  • Cartelera y Tv
  • Clasificados
  • Deportes
ENTREVISTA. cristian arcos, periodista sobre su nuevo libro "Héroes":

"Este juego no está escrito solamente por los que ganan, también por los que no ganan"

E-mail Compartir

Tomás Moggia C.

En su último libro "Héroes", el periodista Cristian Arcos salda una deuda personal para darle voz y visibilidad a aquellos que por una u otra circunstancia quedaron al margen del éxito, la fama y los flashes que tanto abundan en el fútbol actual.

Son esas historias que, con la misma pasión por la cual todos se unen alrededor de una pelota, nutren al fútbol cotidianamente. Y es que, al final, quienes alcanzan y logran mantenerse en lo alto del profesionalismo, incluso logrando títulos jugando en el extranjero, son los menos; una simple excepción. La gran mayoría se queda en el camino, pero es ese mismo "fuego sagrado" el que los mueve a unos y a otros.

"Este juego no está escrito solamente por los que ganan, sino que también por los que no ganan. Todos somos perdedores, a todos nos va a tocar perder y ganar", explica Arcos, agregando que "muchos me preguntaban si esta es una especie de lado B del fútbol, pero yo creo que este es el lado A. El lado B, la excepción, son los menos. Los Alexis y Vidal nacen cada 50 o 20 años".

- ¿Cuál fue una de sus motivaciones principales para escribir sobre estos "héroes"?

- Hay un hilo común en casi todas las historias, que tienen todo esto de ser tipos que les va muy mal y que están obligados a reinventarse. En esa reinvención está que esto no se termina cuando se te acaba la carrera o tienes un traspié, en esta cuestión estás obligado a seguir, y nos pasa a todos. Eso quería reflejar con estos personajes, las típicas historias de cuando se está con los amigos y te acuerdas de jugadores antiguos.

- ¿Cómo llegó a la historia de Hernán Ampuero Monsalve, "Chamullo", un tipo ligado a Valparaíso y Viña del Mar?

- Conozco harto a uno de sus hijos y varias veces escuché historias de él proveniente de otras personas. Empecé a recopilar las historias y es como para escribir un libro entero sobre "Chamullo", un tipo que a los 20 años había hecho miles de cosas. Es de Valparaíso, estuvo en la Armada, lo echaron, y años después estuvo en Everton. Donde iba Pedro Morales iba "Chamullo", son estas sociedades que de repente se ven en la cancha. En tres años "Chamullo" pasó de estar en las salitreras del norte al Mundial de Alemania, y eso básicamente por la alianza que logró con Pedro Morales. Siempre fue wanderino hasta que se enamora de Colo Colo cuando llegan a la final de la Libertadores del 73.

- ¿Cómo percibe este fútbol, a veces más de barrio, más amateur, comparado con el actual donde los Ferrari y el Instragram están tan presentes?

- Una de las razones por las cuales yo también quiero escribir este libro es por la desnaturalización que nosotros mismos, a través de los medios, hemos hecho con el fútbol. Un futbolista, por muy bueno que sea, su pase no puede costar 220 millones de euros como Neymar. No puede ser. Es pornográfico, es exagerado, sobre todo porque esto sigue siendo jugar a la pelota. Ya estaba un poco agotado de ese concepto. Y lo otro que me tenía agotado también, que tiene que ver un poco con los tiempos que corren, es el del ídolo por la televisión, de comentar fútbol por la 'tele'. No entiendo mucho eso, para mí el fútbol es en la cancha, con olor a pasto, yendo al estadio.

- A propósito de eso, ¿cuál es su opinión con respecto a la mercantilización que atraviesa el fútbol de hoy?

- Yo entiendo que se pueda hablar de industria del fútbol en Europa, porque allá sí existe, pero creo que acá no. A mí el mercado me parece excesivamente exagerado, en venta de jugadores, en derechos de televisión, que esto se haya convertido en un negocio gigantesco. Yo creo que acá en Chile hay un híbrido y estoy convencido que ese híbrido representa un poco lo que somos como nación, porque somos bien híbridos para todo. Tenemos un régimen político que se supone que es democrático, pero es hasta ahí nomas. Parecemos ser un país estructuradamente solvente, pero esa solvencia es a costa de endeudarse hasta el fin de tus días. Somos una cosa bien extraña. Abrimos las puertas a los inmigrantes, pero nos cuesta aceptar más a algunos que a otros, porque al inmigrante europeo lo recibimos con los brazos abiertos, pero si es medio oscuro no lo recibimos tan bien. Y tenemos sociedades anónimas deportivas que también son híbridas, para algunas cosas son muy de mercado y para otras se acuerdan del Estado a cada rato. Por ejemplo, para la seguridad, ahí se acuerdan del Estado. Y para la infraestructura de los estadios también, pero a la hora de recaudar es todo de los privados.

- Y vinculado con las identidades y la pasión, ¿cómo ve el manejo entre hinchadas y clubes?, a raíz de la balacera ocurrida en el CDA.

- Yo no me quedo en lo que dijo Herrera o Paredes, sino que más bien creo que somos una sociedad violenta y eso no es siempre está en que vayan y te peguen un palo en la cabeza o en un balazo, por grave que sea. Por ejemplo, una persona en Chile tiene que esperar ocho meses por una operación, y a mí eso me resulta sumamente violento. O en el caso de uno, tener que estudiar en una buena universidad, pero que eso signifique pagar hasta el fin de tus días, eso me parece violento. Y lo que pasó en el CDA pasa en poblaciones de Chile todos los días. No digo que no sea grave, pero las causas no están en detener al tipo que dispara.

- Y entonces, ¿por dónde pasa?

- Hay un tema bastante más profundo que tiene que ver con el Estado, con las distorsiones que existen, y con la estigmatización que en el fútbol es brutal. Y en ese sentido, los medios de comunicación tampoco han abordado el tema como corresponde, y les hemos dado categoría de voz oficial a un grupo de hinchas por sobre otros, cuando el 96% del estadio es gente que va solo a ver el partido, y por lo tanto, no creo en esas cosas de imponer toda la mano de la ley, como jugar sin público visitante, esa no es ninguna solución, pues el problema no radica ahí. ¿Por qué pasan estas cosas?, porque hay un grupo grande de personas que busca un sentido de identificación en diferentes lados, algunos de ellos en equipos de fútbol. Pero el fútbol, por conveniencia o temor, ha decidido no abordar este tema, y el Estado, da lo mismo el color político, tampoco ha decidido abordarlo. Es decir, la desigualdad en Chile no ha sido abordada. ¿Cuándo se convirtió un lienzo en un botín de guerra, por el cual eres capaz de arriesgar tu vida? ¡Si es un paño pintado!

- ¿Cuándo cambió todo?

- Eso pasó cuando dejamos de mirar la cancha y algunos hinchas pasaron a buscar un sentido de pertenencia en otras cosas que no son del equipo de fútbol.

"Hay un hilo común en casi todas las historias, que tienen todo de ser tipos que les va muy mal y que están obligados a reinventarse. Cuando se te acaba la carrera o tienes un traspié, estás obligado a seguir""