Deuda pendiente hacia las personas con Autismo
Para comenzar a hablar de inclusión y Autismo, se hace necesario detenerse en un primer momento, en conceptos referidos a discapacidad, derecho y oportunidades y en qué medida la persona con discapacidad ve restringida su participación plena en la sociedad.
En sus orígenes, la discapacidad era percibida desde una mirada compasiva, no obstante, en la actualidad es entendida como una cuestión de derechos, donde la mirada recae en las barreras y de qué manera el entorno es la gatillante de esta, es así como Agustina Palacios, quien es Profesora de Filosofía del Derecho en Universidad Carlos III de Madrid, señala que la discapacidad surge a partir de una opresión social, donde ésta no ofrece todas las oportunidades de participación plena. Así mismo, la UNICEF (2014) indica que la discapacidad surge desde la diferencia, desde la exclusión y la opresión, donde indudablemente el responsable es la sociedad misma a través de la indiferencia y falta de comprensión. Por lo tanto, la manera en que la comunidad trata a las personas con discapacidad es un fiel reflejo de sus valores. Es así, que los desafíos debieran estar puestos en promover una mirada más justa y equitativa y comprender que para resolver la exclusión de las personas con discapacidad hace falta una nueva forma de pensar la ciudadanía, y un nuevo análisis de la cooperación social, reconociendo la dignidad y el valor de todas las personas. No obstante, se estima que un gran número de personas con Autismo ven mermadas sus posibilidades de participar de manera activa en el contexto educativo y en la vida laboral y ejercer de esta manera sus derechos como cualquier ciudadano.
Actualmente la teoría indica que el sistema educativo se ha transformado en un entorno confuso y con pocas posibilidades para el estudiante con esta condición, con consecuencias directas en su deterioro emocional y psicológico. Por lo tanto, el acceder a la educación en todas sus modalidades, se transforma para la persona con Autismo en un derecho humano, ¿por qué? por dignidad y ciudadanía, no por privilegio.
No obstante, si bien nuestro país ha logrado avanzar en temas referidos a inclusión, aún existe una deuda pendiente para la plena participación de las personas con Autismo, la Unicef (2004), menciona que, a pesar de todos los logros, en Chile aún falta trabajo para la integración plena de los ciudadanos con discapacidad.
Es así, que los derechos humanos referidos a discapacidad, reconoce que todas las personas deben ser valoradas por su inherente valor como seres humanos, abrazando desde un primer momento sus habilidades individuales y avanzar de manera irrenunciable hacia el camino de la inclusión y el respeto a las diferencias. ¿Te sumas?
Lilia siervo briones
Educadora Diferencial
Directora Fundación Apoyo Autismo Chile