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Tres chilenos mueren tras la caída de un puente en Génova

TRAGEDIA. Uno de ellos es el quillotano Juan Figueroa Carrasco, de 68 años. Además, pereció el matrimonio compuesto por Nora Rivera y Juan Pastenes. CASO. "No me va a intimidar", agregó Blanca Manigault, quien promociona un libro. PENSILVANIA. Habría más de mil víctimas infantiles y adolescentes durante décadas.
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Como Juan Rubén Figueroa Carrasco, Nora Rivera y Juan Carlos Pastenes, estos últimos dos matrimonio, fueron identificados los chilenos que ayer perdieron la vida tras el derrumbe de un extenso tramo del puente Morandi, en Génova, hecho que causó la muerte de otras 25 personas.

Los tres connacionales viajaban juntos en un vehículo cuando ocurrió la tragedia. Figueroa, oriundo de Quillota, vivía hace unos 40 años en la ciudad italiana y, de acuerdo a información recogida por T13 y el Diario El Observador, fue reconocido por su hermano Miguel entre las víctimas de la tragedia que también dejó 15 heridos.

Según lo señalado por el Diario El Observador, Juan Figueroa era parte de una conocida familia del pasaje Thompson, de la Población O'Higgins, y del sector de Rautén, en Quillota. "De hecho, cercanos cuentan que había visitado a hace pocos meses la comuna, donde compartió con parientes del sector Corvi", sector en el que reside una de sus primas, precisó el medio.

Frente a la caída del puente, el ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, calificó lo ocurrido como inaceptable y exigió que se establezcan responsabilidades.

"Como italiano, haré todo lo que esté en mi mano para tener nombres y apellidos de los responsables pasados y presentes, porque es inaceptable que en Italia se muera así", declaró Matteo Salvini.

En la misma línea se han mostrado otros miembros del Ejecutivo, formado por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga, como el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, quien afirmó que "todos los responsables pagarán".

Según informaron autoridades italianas, aparentemente todas las víctimas se encontraban en los vehículos que cayeron del puente y, aunque había bodegas bajo el tramo que colapsó, se cree que estaban cerrados debido a que ayer era feriado.

El jefe de la defensa civil italiana, Angelo Borrelli, dijo en conferencia de prensa, en Roma, que los ingenieros estaban verificando el estado del viaducto en otros puntos y evacuando algunas zonas por precaución.

La oficial de bomberos Amalia Tedeschi consignó a la cadena de televisión estatal RAI que una veintena de vehículos, entre autos y camiones, fueron afectados por el derrumbe y añadió que dos personas fueron rescatadas con vida de los vehículos. Asimismo, informó que perros entrenados se encontraban buscando víctimas entre los escombros y que el tramo derrumbado fue de 80 metros de la autopista que conecta Italia con Francia.

Mañana se celebra Ferragosto, un feriado total en Italia, por lo que el tráfico era más intenso que lo normal, ya que mucha gente va a la playas o a la montaña.

El puente Morandi, inaugurado en 1967, tiene 90 metros de altura, unos 1.000 metros de largo y la sección más larga entre soportes es de 200 metros. Es una arteria muy transitada que conecta la autopista A10, que va a Francia, y la A7, que sigue hacia Milán.

Las autoridades sospechan que la causa del derrumbe fue una debilidad estructural. Por eso el accidente generó un debate sobre el estado de las carreteras de Italia.


Exasesora de la Casa Blanca mantiene desafío y asegura que Trump "no la callará"

La exasistente de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman dijo ayer que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "no la callará" y mantuvo una postura desafiante. Esto, mientras su altercado con el Mandatario pasa de las palabras a un posible conflicto legal.

En una entrevista con la agencia de noticias The Associated Press (AP), Manigault Newman, quien está promoviendo un libro sobre el periodo que trabajó para el gobierno de Trump, dijo que cree que la campaña del Presidente estaba tratando de evitar que ella contara su historia.

Sus declaraciones ocurrieron horas después de que la campaña del Presidente anunciara que interpondría un recurso de mediación en contra de Manigault Newman argumentando que ha quebrantado un acuerdo de confidencialidad.

"No me intimidarán", dijo a la AP. "Donald Trump no me va a intimidar", agregó la exasesora. Aun así, Manigault Newman, quien también fue estrella de un reality show, se rehusó a contestar varias preguntas sobre lo que vivió mientras trabajó en la Casa Blanca, alegando el recurso de mediación. También rehusó dar detalles sobre su entrevista con la oficina del fiscal especial Robert Mueller, quien investiga el Rusia gate, entre otros casos que afectan a la Casa Blanca, la cual confirmó horas antes.

Pero Manigault Newman siguió criticando a Trump, insinuando que no está apto para ser presidente y que está fomentando división racial intencionalmente. Acusó al presidente usar sus mítines políticos para sembrar discordia, e incluso insinuó que Trump está fomentando la violencia. Al hablar de las diferencias entre su postura y la del presidente, dijo: "Uno, yo quiero ver a este país unido en vez de dividido. No quiero ser testigo de una guerra racial, tal como lo quiere Donald Trump".


Informe judicial acusa a más de 300 curas de abuso sexual

La Corte Suprema del Estado de Pensilvania (EE.UU.) publicó ayer un informe de un gran jurado que, tras investigar denuncias de abusos de menores, documenta 300 presuntos "sacerdotes depredadores" sexuales en seis diócesis.

El jurado explicó en el informe, de 1.356 páginas, que identificó a unos mil menores de edad que han sido víctimas, algunos de ellos adolescentes y muchos preadolescentes. "Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. A algunos les hicieron masturbar a sus agresores o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados oralmente, algunos vaginalmente, algunos analmente", denuncia el documento.

El jurado detalló que para elaborar el informe escuchó a decenas de testigos y revisó medio millón de páginas de documentos internos de las diócesis.

En ese sentido, no descartó que el número real de víctimas ascienda a miles, ya que es posible que los registros de algunos niños se hayan perdido o que el afectado optara por el silencio.

En el informe, el jurado criticó que todos los casos fueron dejados de lado por los líderes de la iglesia "que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo". Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los casos son demasiado antiguos como para ser juzgados, ya que la mayoría son anteriores a 2000, aunque el jurado subrayó que emitió acusaciones contra un sacerdote de la diócesis de Greensburg y otro de la de Erie, que presuntamente ha estado abusando de menores en la última década.

En una conferencia de prensa, el fiscal general del estado, Josh Shapiro, destacó que el informe detalla "un encubrimiento sistemático por altos cargos de la Iglesia en Pensilvania y en el Vaticano".

Aparte de las diócesis de Greensburg y Erie, aparecen las de Scranton, Allentown, Harrisburg y Pittsburgh, todas ellas en el Estado de Pensilvania.

El pasado 1 de agosto, la diócesis de Harrisburg publicó una lista de 71 religiosos y seminaristas, algunos de ellos ya fallecidos, acusados de abusos sexuales a menores desde 1940.

Defensa de arzobispo

Previo a la publicación del informe, el arzobispo de Washington, cardenal Donald Wuerl, se defendió y aseguró que hizo lo correcto para proteger a los niños victimizados cuando era obispo de Pittsburgh, cargo que ejerció por 18 años desde 1988. "No solamente enfrenté estas denuncias, sino que me involucré de lleno en el proceso, me reuní con sobrevivientes y sus familias e hice lo que pude para darles consuelo y facilitarles la sanación", escribió el lunes a los sacerdotes.

metros del viaducto colapsaron, dejando caer autos y camiones que se desplazaban por él. 80