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ENTREVISTA. Alejandro Guillier, senador y excandidato presidencial:

"Piñera sabe que insistir en la reforma de la reforma unirá a la oposición"

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Paola Passig

"Había una coalición dividida, gastada y creo que a mí me faltó más experiencia para haber asumido las dificultades de entenderse con partidos que estaban en crisis", reconoce el senador y excandidato presidencial, Alejandro Guillier, a más de 8 meses de la derrota. "Nuestra obligación hoy es ser una oposición leal: decir las cosas cuando no están bien y apoyar cuando estamos de acuerdo", agrega.

- ¿Cuánto influyó "Chilezuela"?

- Fue parte de las triquiñuelas de campaña. Siempre he sostenido que Chile no debe meterse en los conflictos internos de los países.

- ¿Intentaría una nueva apuesta presidencial?

- No fui candidato porque haya andado obsesionado, se dieron las circunstancias y asumí una responsabilidad en condiciones muy difíciles. Espero que para la próxima elección estemos mejor parados, que surjan muchos más nombres y para eso tenemos que trabajar con la ciudadanía. El que se acerque mejor a la gente, ese va a ganar. Mi objetivo hoy no es estar siendo reelecto ni postular de nuevo, es contribuir a que se generen condiciones para una buena elección y ahí se verá cual es la mejor candidatura.

- ¿Pero no lo descarta?

- Hoy no es un tema de preocupación.

- A propósito de ser oposición, ¿qué le pareció la reforma tributaria que propuso el Gobierno?

- Para pensar una reforma tributaria hay que pensar primero en los resultados. Según la OCDE, los mejores sistemas son los desintegrados, los que separan las utilidades de las empresas de las de las familias. Los integrados facilitan la elusión, la colusión, la desigualdad. Bueno, eso cambió y ha habido buenos resultados porque, según el Banco Mundial, el 10% de los chilenos de altos ingresos se han visto afectados, pero el grueso de los impuestos los está pagando el 1% de lo adicional por esta reforma y, por lo tanto, ha sido un éxito. Distinto es beneficiar a las medianas y pequeñas empresas. En nuestro programa también estábamos disponibles para simplificar la tributación y darle un poco más de espacio a las pymes para que puedan ahorrar y no pedirle a los bancos.

- ¿Le parece que va en la línea adecuada o no?

- Estamos disponibles a discutir todo lo que beneficie a las pymes, nos parecen bien los impuestos verdes y algunos beneficios a la clase media porque a la clase media también hay que hacerle cariño. Cambiar el sistema para beneficiar a las grandes empresas no tiene ningún sentido porque, además, no son las que generan más empleo. Por eso es irrelevante rebajarle los impuestos.

- Entonces, ¿no es una contrarreforma?

- Creo que hay un doble discurso. Los grandes empresarios están presionando al Gobierno, pero el Gobierno sabe que políticamente es difícil que haya una marcha atrás de la reforma por los resultados que están a la vista y que son positivos. Por eso tengo la sospecha de que el Gobierno acepta esto para darle un gusto a los grandes empresarios sabiendo que esto se va a caer y que no tiene viabilidad política. Nosotros estamos disponibles para aprobar lo que beneficia a las pymes.

- El presidente de la CPC, Alfonso Swett, considera que la reforma de Bachelet es perjudicial.

- Es enredada, es muy complejo de calcular. Una cosa es simplificar el proceso, pero no hay espacio para bajar los impuestos o volver a un sistema integrado. Ha funcionado porque se está tributando más.

- ¿La propuesta fue sólo un gesto para los grandes empresarios?

- El Presidente cumple en lo formal al decir "veámoslo en el Congreso", pero no hay espacio. Piñera sabe que insistir en una reforma de la reforma lo único que va a lograr es unir a la oposición y no va a tener los votos. Entonces, no creo que el Gobierno esté haciendo una apuesta que no tiene piso.

- ¿Se ha avanzado en el tema de la descentralización?

- Somos 18 senadores, el 45%, los que integramos la Bancada Regionalista, que es transversal. Estamos trabajando varios temas, entre estos las rentas regionales y este viernes nos reuniremos con el ministro Felipe Larraín. Es la primera cita donde le vamos a hacer la declaración de intenciones, pero también queremos ver hasta dónde el Gobierno está disponible para avanzar en rentas regionales. También estamos trabajando un mejoramiento en el sistema de transferencia de competencias, cómo abordar las políticas de capacitación y formación de capacidades en las regiones y cómo mejoramos todos los procesos de planificación territorial. Lo que está claro es que sin rentas regionales no hay descentralización. Por eso es esencial que se incorpore este tema para discutir cualquier reforma tributaria, ya que en dos años más vamos a estar eligiendo gobernadores regionales y tenemos que tener resuelto cómo se van a financiar los gobiernos regionales.

- ¿Este Gobierno tiene vocación regionalista?

- Desde 1990 todos los gobiernos vienen hablando en sus programas de regionalización, pero cuando llegan al poder les cuesta. Pero insisto, en dos años más habrá elección de gobernadores y hay que crearles la plataforma, porque de lo contrario, se producirá una crisis enorme.

- ¿Está de acuerdo con que haya una ley de puertos que permita que parte de los tributos queden en las comunas en que están?

- Esa es una ley que sólo beneficia a las ciudades puerto. En el debate también podemos abrirnos a impuestos específicos. En algunas partes será el royalty minero; en otras, impuestos en las ciudades puerto, o las forestales en el sur. La idea es que parte de los tributos vayan a la comuna, otra parte a la región y una tercera a un fondo común regional para apoyar a las regiones de rezago, como La Araucanía.

"Hay un hecho que no puede evitar este gobierno y ninguno: el 2020 hay elección de gobernadores. Eso genera una presión política. O nos podemos de acuerdo ahora cómo vamos a financiar a los gores o esta discusión se dará ad portas de la elección" "Espero que para la próxima elección estemos mejor parados, que surjan muchos más nombres y para eso tenemos que trabajar con la ciudadanía. El que se acerque mejor a la gente, ese va a ganar""

"Creo que hay un doble discurso. Los grandes empresarios están presionando al Gobierno, pero éste sabe que es difícil que haya una marcha atrás de la reforma tributaria""