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ENTREVISTA. Marco Moreno, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central:

"El Presidente es pragmático: si el bloqueo de la DC sigue, no tendrá problema en sacar a Castillo"

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Paola Passig

La relación entre La Moneda y la oposición no está siendo fácil. A las críticas por la existencia de una "sequía legislativa" ahora se suman los cuestionamientos por la "contrarreforma tributaria", la acusación constitucional contra tres ministros de la Corte Suprema que beneficiaron a reos de Punta Peuco y el bloqueo que pesa sobre el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, a quien la DC y la familia del ex Presidente Eduardo Frei Montalva le atribuyen responsabilidad por no haber entregado el año 2000 una copia de la autopsia que figuraba en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Un botón de muestra de que no será fácil para el Ejecutivo aprobar su programa.

El analista político y decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, pasa revista al candente escenario.

- ¿Qué tan complejo está siendo para el Gobierno manejar su agenda legislativa?

- En gobiernos presidencialistas como el nuestro, cuando los presidentes no tienen mayoría en el Congreso, normalmente la única posibilidad de sacar adelante su agenda es que tengan el apoyo de la opinión pública. Eso se ve en las encuestas. Y como las últimas mostraron una caída en la aprobación, el Presidente realizó estos cambios ministeriales con los que creía iba a mejorar ese apoyo en los sondeos. Esto es importante, porque cuando se quieren llevar a cabo reformas como las que se ha planteado el Gobierno para esta segunda etapa -reforma tributaria, a las pensiones, a las isapres-, tiene que hacerla necesariamente durante su primer año.

- ¿En lo que se conoce como Luna de Miel?

- Claro. En el primer año es cuando los gobiernos tienen un mayor capital político y ese capital se va gastando conforme pasa el tiempo y no se muestran los resultados que la opinión pública evalúa a través de las encuestas. Entonces, el Ejecutivo está sintiendo la dificultad de no contar con las mayorías y tener por ahora una esquiva evaluación de los ciudadanos. Sumémosle que a pesar de que la oposición está bien desarticulada tras la derrota de diciembre, en las últimas semanas se ha ido envalentonando. Le está volviendo el alma al cuerpo con el tema de los derechos humanos y que se instaló como tema de la agenda con la salida del exministro Rojas. Además, está el tema del subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, que dificulta el apoyo de la DC a sus propuestas. En el salario mínimo, por ejemplo, el Gobierno contaba con los votos de la DC, pero después que el Consejo Nacional de la falange reafirmara el lunes que era insostenible la permanencia de Castillo, dificulta la acción del Gobierno, ya que no puede tener esos votos aislados que se comienzan a buscar cuando los Presidentes empiezan a hacer pirquineo político y andan buscando votos por aquí y por allá. Y se les dificulta cuando la agenda está puesta en el tema de derechos humanos y a 45 años del golpe, porque septiembre siempre es un mes complicado para los gobiernos de derecha. Eso explica que ya estamos viendo algunas derrotas en el Parlamento.

- ¿Cómo ve a la oposición?

- La oposición de alguna manera está teniendo algunos espacios de articulación en el Congreso, porque la política se ha parlamentarizado, pero la oposición aún no es alternativa.

- ¿La reforma tributaria puede ser otro tema que termine aglutinándola?

- La modernización tributaria, como la llama el Gobierno, se está convirtiendo en un espacio de disputa política, a pesar de ser una cuestión técnica, porque los actores políticos se alinean a favor y en contra comunicacionalmente. Muestran que lo que quiere hacer el Gobierno es una contrarreforma que va a beneficiar a las empresas, a los ricos, y que va a perjudicar a las pequeñas y medianas empresas. Y el gobierno dice todo lo contrario. Se simplifica para efectos comunicacionales y la oposición se empieza a articular a través del rechazo y tiene los votos como para comenzar a ejercer ese rol de impugnar lo que el Gobierno quiere hacer en el tema tributario. Por eso sería un gran fracaso para La Moneda si no la puede sacar este año.

- ¿Parte con un hándicap negativo?

- Claro, porque además está la discusión del salario mínimo y viene la discusión del presupuesto y del reajuste del sector público. Tiene demasiados frentes abiertos que requieren de aprobación parlamentaria como para poder llevar adelante la reforma tributaria tal como la planteó el Gobierno. Por eso va a tener que negociar y ceder en algunas cosas.

- ¿La negociación será clave?

- Se va a requerir ministros con experiencia política para que puedan ir construyendo y buscando apoyos necesarios para darle viabilidad a ese proyecto. Además, creo que esta es una propuesta que se ingresó con el tejo pasado.

- ¿Para dejar tranquilos a los empresarios?

- Exacto. Varios de los artículos van a ser objeto de negociación, y el Gobierno sabe y ha evaluado que los puede entregar. La presentó con el tejo pasado porque sabe que al no tener mayoría en el Congreso, va a tener que negociar. ¿Cómo negocias? Retirando, cediendo o modificando. Es lo único que tiene el Gobierno para conseguir, después de un largo proceso, aprobar una reforma que no tiene buena prensa.

- Si no muestra resultados, si no saca adelante la agenda legislativa en este lapso, ¿la caída puede ser inevitable?

- Así es. Por eso Michelle Bachelet pasó la reforma tributaria y la gratuidad en el primer año. Los Presidentes saben que el primer año es clave, especialmente en periodos de cuatro años, porque después se inicia el ciclo electoral. Tenemos elecciones municipales y de gobernadores regionales el 2020, pero hay todo un proceso previo de negociaciones que parte mucho antes. El tema que se impone es el electoral y el Gobierno pierde el control de la agenda.

-¿La estrategia de la DC de bloquear al subsecretario de Redes Asistenciales es una apuesta arriesgada? ¿Qué pasará si el Gobierno no saca a Castillo?

- El PDC aquí ha encontrado un argumento para plantear una oposición distinta al Gobierno, porque lo que está planteando es una cuestión de carácter ético. El subsecretario Castillo no tiene las condiciones éticas para ocupar ese cargo. Mientras el Gobierno no ceda frente a eso, la DC se puede amparar en que no va a llegar a acuerdos con el gobierno porque éste no está dispuesto a ceder frente a un tema que para la tienda es muy sensible, como es el magnicidio de Eduardo Frei. Eso le permite a la DC ganar un poco de tiempo y no apoyar algunas decisiones de La Moneda que podrían parecerles positivas, pero no lo hace con el argumento de que ahí está Castillo y mantiene el bloqueo.

- Pero es difícil que el Gobierno ceda cuando acaba de hacer un ajuste. Sería una derrota.

- El Gobierno está en una posición muy incómoda y en la medida que tomen conciencia de que no va a contar con esos votos, que los van a necesitar, como pasó con el salario mínimo y va a ocurrir ahora con la reforma tributaria, irrumpirá el pragmatismo. El Presidente es muy pragmático y si este bloqueo persiste por mucho tiempo y empieza a amenazar la agenda legislativa, el Presidente no va a tener ningún problema en sacar a Castillo. Su pragmatismo lo puede llegar a evaluar que tiene un costo menor sacarlo que mantenerlo.

- La DC exige la salida de Castillo, pero tiene dudas respecto a apoyar la acusación constitucional. ¿Cómo se entiende?

- Están en una posición incómoda, están exigiendo al Gobierno una posición ética respecto a Frei Montalva, pero están complicados de apoyar un fallo que establece beneficios a condenados por violación a los derechos humanos. Eso ha generado una división, pero la DC entiende que no puede tener doble estándar.

- La acusación constitucional ha recibido muchas críticas. ¿Qué le parece?

- Ha habido otras y donde el voto del Presidente Piñera, en su condición de senador, fue determinante para aprobarla y destituir al juez Hernán Cereceda por abandono de deberes al no haber tomado en cuenta los tratados internacionales. Bueno, el argumento de que se desestabiliza la institucionalidad es relativo porque el Congreso tiene atribuciones para llevar adelante una acusación política. La propia Carmen Hertz ha dicho que no se está cuestionando el fondo de los fallos, sino que para fallar los ministros habrían aplicado un criterio de no tomar en cuenta los tratados internacionales que obligan, por ejemplo, al arrepentimiento, pero de alguna forma la acusación constitucional ha ido perdiendo fuerza en la medida que penalistas importantes comenzaron a plantear que la cuestión de fondo no sería tan clara y que juzgar a los ministros por notable abandono de deberes sería débil. Eso está teniendo algún efecto en algunos parlamentarios de la ex NM que están revisando su posición al respecto y que pone un signo de interrogación al destino de la acusación constitucional.

"El primer año es clave, porque es cuando los gobiernos tienen un mayor capital político y ese capital se va gastando si pasa el tiempo y no se muestran los resultados" "En el salario mínimo el Gobierno contaba con los votos de la DC y el Consejo Nacional de la tienda reafirmó que era insostenible la permanencia del subsecretario Castillo""