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ENTREVISTA. Camila Rojas, diputada de la Izquierda Autónoma (IA), evalúa el momento de la coalición:

Aborto en la mira

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Paola Passig

El emplazamiento del diputado Gabriel Boric (Movimiento Autonomista) a la izquierda chilena, tras criticar el "doble estándar" que hay en el país en materia de DD.HH. y llamar a condenar las realidades que atraviesan Venezuela, Nicaragua y Cuba, generaron un cisma en el Frente Amplio (FA). Tanto así que ayer Vlado Mirosevic (Partido Liberal) renunció a la presidencia de la Comisión de RR.EE. por sentirse cuestionado al compartir los dichos del parlamentario magallánico. La diputada Camila Rojas, de Izquierda Autónoma (IA), le toma el pulso al momento que atraviesa la coalición.

- ¿Existe o no una división?

- Creo que entre más fortalecidos estén los partidos y que los movimientos que hay al interior del FA se puedan unir, mejor. Es muy importante que las relaciones que hay entre los grupos que componen el FA sean armónicas porque lo dotan de densidad y de mayor proyección. Varias de las dificultades que se han enfrentado tienen que ver con diferencias entre los grupos. Por eso, fortalecer orgánicamente a los grupos del FA es fundamental. Nosotros estamos en ese camino y que lleve a confluir a varias de las orgánicas porque creemos que la fisonomía actual del FA con 14 grupos no da abasto.

- ¿Qué tan compleja ha sido la instalación del FA en el Congreso?

- Bueno, no hay que olvidar que el FA es una coalición que tiene poco más de un año; por lo tanto, muchos puntos a los que nos enfrentamos son situaciones nuevas. Además, no hay una sola expresión parlamentaria del FA, sino que también hay una expresión social y una expresión orgánica, que es la de los grupos que lo componen; hay muchas situaciones que hay que ir revisando y, por tanto, tenemos que confluir en convertirnos en una real alianza política. Ya habiendo pasado el estadio de alianza electoral, habiendo tenido un periodo de instalación y que en el caso del Congreso vamos a cumplir seis meses, creo que ahí nos falta todavía un proceso de institucionalización de lo que es el FA. Pero también compartir y moderar las expectativas que tenemos del conglomerado y del rol que tiene que cumplir en este periodo. Hace mucho tiempo que no existía un tercer bloque y hay un rol de la oposición que hay que discutir también. Son muchos los temas grandes que, por diversas situaciones, no hemos podido enfrentar con toda la fuerza.

- El tema de los DD.HH. se transformó en un zapato chino para el FA a propósito de los dichos del diputado Boric.

- Sin duda es lamentable que esa discusión se haya dado así, en un contexto de defensa de los DD.HH. y, por lo tanto, contrario a la impunidad, al negacionismo, y finalmente se da esta otra discusión que tiene que ver con las posiciones que cada uno tiene y digo cada uno porque no son posiciones orgánicas, sino lo que cada diputado pudo salir a decir. Entonces, se puso al FA en una situación que pudimos haber evitado. Creo que esta es una discusión sana en la que pueden existir distintas posiciones.

- A partir de estas diferencias el diputado Vlado Mirosevic renunció a la presidencia de la Comisión de RR.EE. ¿Qué le parece?

- Es lamentable. Creo que el FA tiene que ser un espacio diverso y la posición de Vlado por supuesto que tiene que tener espacio. Por tanto, él debería seguir en esa presidencia ya que no es un cargo personal, sino que es una presidencia que se definió justamente desde el FA. Me parece que nosotros mismos nos pusimos, de alguna manera, en una discusión que es difícil y que no estábamos preparados para dar. Por eso creo que eso no puede quedar pendiente y ante la situación que ocurre con Vlado hay que tomar decisiones.

- ¿Cuál es su posición en materia de DD.HH? ¿Comparte lo señalado por Boric y por Mirosevic?

- Es que no es una discusión tan fácil como para decir si uno está a favor o en contra. Nosotros sacamos una declaración con una compañera que trabaja el tema de los DD.HH. y que de alguna manera es la postura que hemos discutido en la IA. Y a nosotros nos parece que la defensa de los DD.HH. tiene que existir, pero tampoco nos parece que haya ese chantaje de decir qué pasa en Nicaragua o en Cuba, sino que hay que tener una postura de lo que pasa a nivel mundial. Y desde esa perspectiva son muchos los países que violan los DD.HH. en distintas magnitudes y en distintos asuntos, y Chile no es la excepción. O sea, veamos lo que pasa en materia de derechos de infancia respecto de los niños y niñas mapuches, y la exposición que hay en el wallmapu. Entonces, cuando vienen otros grupos que históricamente no han sido defensores de los DD.HH. y nos tensionan a decir lo que quieren oír, me parece que es peligroso.

- O sea, comparte los dichos del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien advierte que en América Latina se violan los DD.HH. en muchos países, partiendo por EE.UU.?

- Nosotros, en nuestra postura, poníamos el tema de las violaciones en EE.UU. a través de la tortura que utilizó por mucho tiempo debido a las guerras que propició. Si nos ponemos a citar, hay de sobra; el crimen organizado en México o Colombia. Es un tema tan delicado. Y mencionar uno o dos casos de manera arbitraria, a mí no me parece. Por eso la discusión del FA ha sido difícil.

- ¿Los dichos de Boric complicaron al FA?

- Era una discusión importante y está bien que Gabriel expusiera su posición, pero creo que es una discusión que se tiene que dar en el FA de otra forma. No puede quedar en la retina lo que dicen una o dos personas, y al menos debieran ser orgánicas las que hagan una reflexión. Todo eso significó que el FA enfrentara una situación para la cual no estaba preparado y hasta el día de hoy eso tiene repercusiones si vemos lo que pasó con Mirosevic.

- ¿Se le está sobreexigiendo al FA como tercera fuerza respecto a las expectativas que generó?

- Tenemos que dar cuenta que nos la podemos y que podemos ser un conglomerado político como tal. Tenemos que responder a nuestros propios tiempos de construcción y no siempre tener que responder a lo que se nos exige de otras fuerzas o desde la prensa. O sea, no podemos bailar al ritmo que nos impongan.

- ¿Es el FA una alternativa real de Gobierno o todavía le falta para eso?

- Nosotros estamos construyendo esa posibilidad y no me perdería en el punto que hay mucho por lo cual trabajar, muchas definiciones que tomar, entre otras, lo que dice relación con DD.HH. El FA no puede acortar camino ni tomar atajos en estas definiciones, porque cuando se toman atajos lo que termina pasando es que quedan expuestas las posibles debilidades que tengamos y creo que queda harto por fortalecer. Y en ese camino no podemos decir "ya estamos listos en tres años más". Eso lo vamos a tener que ir evaluando. Tenemos que reservarnos el derecho de evaluar cómo va funcionando nuestra coalición.

-¿Por qué presentar un proyecto de aborto en medio de un ambiente donde escasean los votos? - Nuestra intención es abrir e instalar el debate sobre la despenalización del aborto hasta la 14 semanas, lo que venía incluido en el proyecto de las tres causales. Se sacó en un momento y luego no se pudo reponer. La idea es abrir el debate en un contexto internacional favorable y en un país donde esta discusión no es nueva.


"Hay que confluir, creemos que la fisonomía actual del FA con 14 grupos no da abasto"

"Creo que lo que pasó (con Mirosevic) es lamentable. El FA tiene que ser un espacio diverso y la posición de Vlado por supuesto que tiene que tener espacio. Por tanto, él debería seguir en esa presidencia" "El FA no puede acortar camino ni tomar atajos en estas definiciones, porque cuando se toman atajos lo que termina pasando es que quedan expuestas las posibles debilidades que tengamos y creo que queda harto por fortalecer""