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ENTREVISTA. Sergio Romero, exsenador y expresidente regional de RN:

"Por mi experiencia en esa zona, creo que en Quintero no debería haber un único responsable"

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Paola Passig

La crisis medioambiental de Quintero no ha dejado indiferente a nadie, en especial a quienes de una u otra forma han estado involucrados en el tema. Este es el caso del exsenador por la entonces Región Cordillera durante tres periodos, Sergio Romero (RN), quien está siguiendo desde cerca lo que allí está ocurriendo. Recién reelecto vicepresidente de la UPLA y consejero del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el también expresidente regional de su partido pasa revista a lo que se convirtió en la peor pesadilla del segundo gobierno de Sebastián Piñera.

- ¿Qué ha cambiado desde que lideró una campaña por este mismo tema en los 90?

- Cuando llegué al Senado, el año 90, mi primera preocupación fue el tema de la contaminación de Puchuncaví y Quintero. Yo había recorrido la zona con anterioridad y era un vergel que se fue convirtiendo en un desierto a medida que pasaban los años. Esto partió en la década de los 70, cuando se instala Enap y la Fundición de Enami en Ventanas, y que luego pasó a ser Codelco. Ahí se produce la primera situación seria y pude demostrar que había un riesgo inminente de cáncer. Para eso exhibí en el Senado 150 estudios internacionales que daban cuenta de que si no existían las tecnologías adecuadas en las fundiciones de cobre, se producía un riesgo alto para la población. Con el diputado Federico Ringeling, primero, y luego con Alfonso Vargas lanzamos la campaña "La ola limpia". Tanto insistimos que Enami nos prohibía ingresar a la planta porque nos consideraban sus enemigos. Una vez que Enami vende a Codelco (la fundición Ventanas), ésta incorpora algo de tecnología y logra atenuar las emisiones cancerígenas. Y en 1993 conseguimos que el Ministerio de Agricultura declarara zona saturada, porque quedó claro que esto afectó al sector agrícola. También conseguimos un monitoreo parcial porque lo hacía cada empresa respecto de sus propias emisiones; no había una fiscalización del Estado.

- ¿Qué se hizo desde esa época?

- Los gobiernos pasados no ejercieron control y se dejaron llevar por decisiones marginales, ya que cada empresa hacía su monitoreo. Pero eso no resuelve el tema. Esto, como dice Piñera, hay que analizarlo desde un punto de vista integral, que incluya agua, aire y suelo. Las sumas de las emisiones no fueron controladas oportunamente y es ahí donde está el problema. Creo que esta es la primera vez que veo una acción concreta -y espero que se resuelva- porque antes sólo hubo parches. Aquí hay una responsabilidad histórica, pero este Gobierno está abordando el tema en la línea correcta, los otros lo "baypasearon".

- ¿Por qué?

- El Gobierno tiene una mirada correcta del tema por dos razones. La primera es la emergencia y tanto el Gobierno como el mismo Presidente se han hecho presentes en la zona involucrándose con el problema. Y lo segundo es el anuncio de un plan de descontaminación en los próximos 90 días que incluye la puesta en marcha de un sistema permanente e independiente de medición de gases y de la contaminación del agua, el aire y el suelo. Y eso es correcto. En el último medio siglo no ha habido un sistema permanente e independiente para medir los gases y la contaminación en la zona. Un plan integral implica tener control de la situación, tener certeza de qué está pasando y, segundo, cómo se controla. Pero este plan tiene que tener como contraparte la institucionalidad democrática que existe en la zona.

- ¿De qué manera?

- Tiene que actuar el Consejo Regional. Yo lo conversé con Percy Marín (presidente del Core) y ellos están tomando el tema para que, junto con los alcaldes, sean la contraparte correcta del Estado de manera de representar las inquietudes de la gente.

- ¿El rol del intendente ha sido adecuado?

- No soy juez de nadie. Aquí las autoridades deben plantear temas de corto plazo y de futuro, y el Gobierno central ha tenido que intervenir obligado por las circunstancias y ese es un tema que afecta a la autoridad regional, porque si tuvo que intervenir es porque de alguna manera pudo ser superada la autoridad regional. Los hechos son los que mandan.

- ¿Qué destaca del plan anunciado?

- La construcción de un Cesfam a la brevedad para abordar el tema de la salud y, por otra parte, se señala que se están investigando las causas del fenómeno que ocurrió el martes (4 de septiembre). En la práctica significa que está confirmando que el informe de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) no es completo, sino que da cuenta de un episodio pasado, pero no de todos los episodios. O sea, el Presidente lo que está señalando es que no existe una certeza de cuáles son las causas. Él dice "aquí hay una emisión primera de episodios que ocurrieron en agosto y que dan cuenta de que sería Enap la que estaría más involucrada", pero a la vez dice "también estamos investigando a otras empresas", porque Enap cerró sus actividades antes del episodio del martes (4 de septiembre) y no podría ser la causante. Eso da cuenta de que hay un signo de interrogación respecto de la definición que hizo la SMA y esto abre un paréntesis.

- ¿En qué sentido?

- Existe una institucionalidad y en este caso está dada por un proceso que se abre por una formulación de cargos que hace la SMA sobre Enap y la empresa anuncia que va a recurrir porque, según los antecedentes que ellos manejan, no serían la causa. Por eso aquí tenemos que poner un compás de espera y poner un signo de interrogación.

- Se ha criticado la rapidez con que desde el comienzo se culpó a Enap.

- Tengo una inquietud y esta inquietud nace desde que la SMA vacilara 14 días en hacer un informe y definir una situación grave que afecta a decenas de personas. Y por mi experiencia, creo que aquí no debería haber un único responsable. Aquí hay un conjunto de empresas que emiten gases y contaminantes. Entonces, uno no puede cerrar el capítulo de Enap; probablemente debe tener alguna responsabilidad, pero creo que aquí debe haber un monitoreo independiente. Hoy la SMA no tiene los elementos necesarios como para decir tajantemente que esto deriva de una sola causa, aquí deben haber causas complejas y múltiples, no se puede acusar sin tener la evidencia, aquí hay una presunción de inocencia, pero no cabe la menor duda de que si el Presidente dice que va a establecer un sistema de monitoreo independiente y permanente quiere decir que no existe; y si es así, puede que Enap no sea el único responsable.

- Sumando y restando, ¿cuál ha sido, a su juicio, la principal falencia en estos casi 30 años?

- Ha habido una falta de mecanismos y sistemas para hacer un monitoreo correcto. De verdad creo que la primera responsabilidad la tiene la SMA. Ellos debieron haber planteado correctamente y en su oportunidad de que no había los elementos necesarios para hacer una definición correcta y cierta. Esta SMA tuvo la obligación en los últimos años de determinar si eran correctos los controles que había. Era evidente el daño y no existe claridad de quiénes están provocando esto. La mayoría silenciosa de la zona está convencida de que este es el camino. A lo mejor hay gente que tiene intereses políticos, ya lo estamos viendo, pero me pregunto ¿qué hicieron lo gobiernos de izquierda? Por eso no me parece que ahora anden rasgando vestiduras.

"Lo de Quintero es muy parecido a lo que ocurrió con los 33 mineros. ¿Y qué hizo Piñera? Dijo que lo primero era salvar a las personas y lo consiguieron. Aquí es lo mismo. Hay que preocuparse de los afectados y luego poner en marcha un plan integral" "Me parece bastante extraña la demora de más de 14 días de la SMA para determinar una situación de esta naturaleza; una situación que ameritaba urgencia e inmediatez que no se condice con un plazo de dos semanas""