"El requerimiento ante el TC no es contra el Gobierno sino contra la Contraloría porque se excedió"
Con la publicación en el Diario Oficial del reglamento de objeción de conciencia para el aborto en tres causales parecía que la polémica desatada en marzo pasado entre el Ministerio de Salud y la oposición por fin llegaba a su fin. Sin embargo, esta semana tanto desde el oficialismo como desde la oposición, emprendieron ofensivas desde sus respectivos frentes. El diputado de la UDI, Juan Antonio Coloma, analiza el escenario donde nuevamente el Tribunal Constitucional deberá pronunciarse.
-El Gobierno presentó un nuevo reglamento de objeción de conciencia en el caso del aborto en tres causales. ¿Por qué la UDI y RN vuelven a acudir al Tribunal Constitucional?
-Nosotros creemos que las distintas organizaciones tienen el legítimo derecho a establecer cuál va a ser la misión que quieren desarrollar. Y si una institución toma la decisión de no practicar abortos, hay que respetarla, porque la misión para la cual fue creada es dar salud. Queremos que se respete que los cuerpos intermedios en una sociedad puedan libremente decidir cuál es el camino que van a tomar y no que sean obligados a hacer la práctica presionados por el Estado. Creemos que este reglamento, que fue dictado por las resoluciones que dio la Contraloría, no nos satisface. Y por eso estamos solicitando que se reconozca la objeción de conciencia institucional.
-¿El objetivo es que este reglamento no se aplique a los centros privados?
-Exacto. Que aquellos centros que quieren realizar la objeción de conciencia lo hagan. Pero esto hay que entenderlo, incluso, en forma más amplia que sólo para efectos de aborto en tres causales. Queremos que en general, las organizaciones civiles puedan desarrollar la misión para la cual fueron creadas y no que el Estado las termine obligando a hacerlo de determinada manera. O sea, que puedan desarrollarse con autonomía, pensando en el bien común.
-Desde la oposición también han criticado el reglamento señalando que amplía la objeción de conciencia a centros que podrían realizarlo. De hecho un grupo de parlamentarias y organizaciones civiles presentaron un recurso de protección.
-Hay un sector que siempre le interesa poder controlar las distintas organizaciones a través de presiones por parte del Estado. Yo no las comparto, pero legalmente tienen su derecho a hacerlo.
-¿Recurrir al tribunal por un reglamento que publicó el Minsal no es poner en jaque a su propio Gobierno?
-No, esto es un reglamento que el Gobierno tuvo que modificar por el dictamen de la Contraloría. Jamás ha sido un tema contra el Gobierno sino que contra el dictamen de la Contraloría. Creo que al interior del Gobierno prácticamente todos piensan de la misma forma en que estamos actuando nosotros.
-El reglamento original fue el que impugnó la Contraloría.
-Lo que hacía el reglamento original era cumplir la ley y por eso recurrimos al TC. Nosotros creemos que la interpretación de la Contraloría ha ido mucho más allá de aquello para lo cual está facultada. A la gente de izquierda o a la Contraloría le podrá gustar o no, pero es la ley que salió dictada desde el TC. Por lo tanto, lo que uno quiere es que se respete la forma en que la ley estipula expresamente cómo tratar este tema. Nosotros queremos que se cumpla la ley como está. No queremos que instituciones como el hospital Parroquial de San Bernardo pueda practicar atenciones gineco obstétricas, y que no se ponga en jaque, que pueda atender a miles de personas como hoy lo hace por una resolución de la Contraloría. Creemos que eso atenta contra la libertad de emprendimiento en nuestro país. Es parte de una institución poder decir que no quiere practicar o que no quiere desarrollar una determinada prestación. Más aún, cuando es algo tan delicado como un aborto. Es un error obligar. En los hechos, lo que le están diciendo a muchas instituciones es que si no acatan esto, quiebran.
-Pero la Contraloría tiene la capacidad para discernir estas situaciones.
-Pero fueron más allá de las facultades que legalmente tienen. Creemos que la Contraloría, desde el momento uno, se equivocó en esta materia.
-¿Cómo se ha desplegado la candidatura de Javier Macaya?
-Estamos recorriendo todas las regiones con un mensaje que ha calado hondo en los militantes y que es principalmente que nosotros tenemos que ser capaces de, valorando nuestra historia y defendiendo siempre nuestros principios, poder proyectar esto hacia el futuro. La UDI del futuro se construye hoy; el partido tiene que volver a estar con más fuerza que nunca en regiones; tenemos que sacar las reuniones de directiva de la calle Suecia; una vez al mes llevar reuniones de directiva a regiones y ayudar con parte del financiamiento que recibimos por ley a hacer partido en regiones. Tenemos que tener el comité electoral a partir de enero de 2019 y buscar a los mejores militantes para que nos representen en las municipales.
-¿Qué le parece que el diputado Jaime Bellolio señalara que pensaría seriamente en renunciar a la UDI si ganara la senadora Jacqueline van Rysselberghe?
-Ni yo, ni Javier Macaya jamás vamos a renunciar a la UDI. Y lo digo con absoluta convicción y esperamos sinceramente que nadie renuncie a la UDI y que aquellos que han dejado de militar vuelvan. Ese es el desafío que tenemos por delante.
-Pero esa afirmación es una crítica fuerte a la actual conducción de la tienda y un respaldo a Javier Macaya.
-Siento que estamos en una elección interna con dos listas que son absolutamente competitivas y válidas con proyectos en los que tenemos diferencias, pero al día siguiente de la elección, el 3 de diciembre, tenemos que seguir trabajando todos unidos. Espero y no quiero que nadie se vaya de la UDI. Aquí lo importante no es apoyar a una u otra candidatura; lo importante es respaldar el proyecto colectivo de la UDI. Eso es lo que queremos y esperamos que nadie se vaya.
-¿Le hizo bien o mal a la opción de Van Rysselbergue ir a visitar a Jair Bolsonaro?
-Creo que fue un error profundo y no se supo interpretar que lo que la UDI hoy requiere con más fuerza que nunca es retomar el sentido popular, es volver a estar más en la calle, es volver a ver más a los ojos a los militantes, es tener la capacidad de escuchar. Eso es lo que la gente hoy día quiere ver. Estoy seguro de que si esta decisión se hubiese tomado en forma colectiva, ningún timonel gremialista hubiese ido a ver a un candidato que probablemente iba a ganar las elecciones, pero cuyas políticas públicas en muchas materias difieren del partido que fundó Jaime Guzmán.
"Con el proyecto Aula Segura en el Senado primó la cordura; era increíble que tuviera la misma sanción hacer la cimarra que lanzar una bomba molotov. Y siento que en la Cámara va a ocurrir lo mismo: vamos a ver al PC o al FA pensando más en defender a los violentistas, lo que marca dos visiones de ver Chile""
"Jamás ha sido un tema contra el Gobierno sino que contra el dictamen de la Contraloría. Creo que al interior del Gobierno prácticamente todos piensan de la misma forma en que estamos actuando nosotros"."