Un incendio forestal siempre tiene impacto en el medioambiente porque devasta grandes zonas de vegetación, las que albergan un ecosistema compuesto de animales, insectos, aves, plantas, árboles y personas.

Según indica Conaf de la Región de Valparaíso, los siniestros reiterados de este tipo han disminuido los remanentes de bosque nativo caracterizado para la zona central (Región Ecológica del Bosque Esclerófilo), y también se están eliminando los corredores biológicos, que son áreas utilizadas para realizar una regeneración o recuperación del bosque y que se encuentran en la interfaz y conectan con áreas de mayor vegetación.

"Se ha podido observar de manera concreta que incendios recurrentes que han afectado a quebradas y quebradillas, ha significado la pérdida de la capacidad de producir agua en dichos lugares, y sus laderas se están haciendo infértiles. Hecho que disminuye la biodiversidad muy rápidamente, acrecentado con la sequía al no poder apreciar agua como escorrentía superficial y como aguas de infiltración y percolación", menciona el director de Conaf Valparaíso.

Sumado a lo anterior, el concepto de paisaje también se deteriora como recurso y los lugares permanentemente afectados se empobrecen desde el punto de vista ecosistémico. Eso propicia que sólo plantas invasoras introducidas prosperen en los espacios que antes presentaban especies nativas, las cuales van desapareciendo paulatinamente.

Los efectos de los incendios se asocian con la intensidad, recurrencia y duración del siniestro forestal. Estos efectos pueden ser directos tales como pérdida de animales, de vegetación y degradación del suelo. Por otro lado, los efectos indirectos van desde la erosión del suelo y la contaminación del agua, hasta ensuciar represas y provocar deslizamientos de tierra.

Los incendios forestales estimulan una degradación del suelo, sobre todo después del evento, donde su nivel de impacto va a depender de la topografía del lugar, intensidad del proceso de erosión, tasa de regeneración de la cubierta vegetal post-incendio, recurrencia, intensidad y duración del fuego. Y los principales impactos son a nivel de las propiedades (físicas, químicas y biológicas) y de la productividad del suelo, los cuales se traducen en generación de erosión, pérdida de nutrientes, disminución de la materia orgánica y alteración de la vegetación

El suelo después de un incendio es susceptible a sufrir de erosión debido a lo expuesto que queda al viento y agua. Y este desgaste, a su vez, genera pérdida del material, problemas con la infiltración del agua, aumento del flujo de agua o nieve sobre la tierra, ya que este no puede ser captado por el daño que posee el suelo.

Además, los incendios forestales pueden generar cambios en el ciclo del agua dentro de la cuenca hidrográfica -donde las aguas dan al mar a través de un único río-. La pérdida de vegetación, disminución de la materia orgánica y cambios en las propiedades del suelo podrían ocasionar una disminución en las tasas de acumulación de agua y en la disponibilidad del recurso hídrico, y un aumento de escurrimiento por no haber absorción.

La disponibilidad de agua se ve afectada por la vegetación postincendio, ya que cuando la vegetación se comienza a recuperar, se produce un aumento en el consumo de agua debido a las altas tasas de evapotranspiración (cantidad de agua que vuelve a la atmósfera a causa de la evaporación y la transpiración de las plantas), la cual varía de acuerdo a la edad de los árboles.

Los incendios forestales estimulan una degradación del suelo y provocan que exista una menor absorción del agua, provocando un desequilibrio del entorno vegetativo.

Pía Bravo

Por estadísticas, la Región de Valparaíso es una de las zonas del país con más riesgo de incendios forestales. Es la que mayor número de emergencias de este tipo genera anualmente, seguida por la Araucanía y el Maule, y por esa razón el trabajo preventivo y educativo es vital.

Sólo entre julio de 2017 y junio de 2018 se generaron 986 incendios forestales a nivel regional, donde el 99,7% fueron provocados por acción humana. Según el director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Pablo Mira, "esto ocurre ya sea por negligencia o intencionalidad; por esta razón la labor preventiva de la Corporación se concentra en tres pilares: el primero es el trabajo con las comunidades en áreas vulnerables, para que puedan generar espacios de autoprotección, con infraestructura segura y vías de acceso adecuadas para el tránsito de vehículos de emergencia. El segundo eje es el establecimiento de diferentes medidas de manejo vegetacional o silvicultura preventiva en el interfaz urbano forestal - donde se generan más incendios -, y el tercero es reforzar la coordinación interinstitucional".

Mira agrega que, en el caso de incendios forestales, es vital la educación, ya que siempre se producen por 'llamas abiertas': una fogata mal apagada, un cigarrillo prendido arrojado en el camino. En otras palabras, las causas son siempre errores humanos, independientemente de la estación del año, sin que haya una normativa fuerte para sancionar de manera eficaz a los responsables.

Prevención

Conaf, como la principal entidad encargada de educar y prevenir en la materia, en la V Región desarrolla actividades que consideran los siguientes compontes: institucional, personas, comunidad y manejo del territorio.

Estas iniciativas se enfocan en la Educación Ambiental Formal (con capacitación de profesores y actividades con niños y niñas de escuelas ubicadas en la Interfaz Urbano-Forestal), difusión general hacia la comunidad, diagnóstico para el manejo de combustibles (para construcción, cortafuegos, etc), Planes Comunales de Protección Contra Incendios Forestales, Plan Comunidad Preparada y Silvicultura Preventiva, entre otros.

Uno de los trabajos más destacados es el que se realiza a nivel comunitario, que ha contactado hasta la fecha a más de 45 mil habitantes localizados en áreas de la Interfaz Urbano- Forestal de las diferentes comunas de la Región de Valparaíso. Esta actividad principalmente consiste en contacto cara a cara, charlas, exposiciones, etc.

Sumado a lo anterior, Conaf está trabajando en la implementación regional de 554 kilómetros de cortafuegos -franja ancha de terreno que se deja sin vegetación para impedir que se propague el fuego en caso de incendio-, de los cuales 215 deben ser habilitados en las comunas de Valparaíso y Viña del Mar, en donde son más recurrentes los incendios con mayor probabilidad de extenderse a zonas urbanas. Y actualmente se han incorporado en las comunas de Viña del Mar, Quilpué, San Antonio, Valparaíso y Villa Alemana.

Para hacer más eficiente el trabajo que realizan en prevención, este verano trabajarán en la Región de Valparaíso 31 brigadas forestales, apoyadas por cuatro helicópteros más tres aviones cisterna, y se está gestionando un cuarto.

Mauricio Bustos, director regional de Onemi, por su parte, explica que "existe en Valparaíso un Plan Forestal, específico por variable forestal que articula todo el protocolo de protección civil, en pro de otorgar a Conaf los medios y recursos adicionales cuando el plan regular normal de Conaf se ve superado para poder resguardar la vida de las personas y poder contener la propagación de los incendios y obtener así su rápida extinción".

María de los Ángeles de la Paz, gobernadora de Valparaíso, explica que su repartición participa en una mesa intersectorial sobre el tema donde acuden Onemi y Conaf, y que a eso se agrega que "con las municipalidades se está trabajando con el desmalezado en zonas vulnerables como campamentos o zonas irregulares, y tenemos que habilitar mejor el acceso a los grifos y cada distribución de agua en sectores más peligrosos".

Investigando

También un trabajo clave que se realiza en la prevención de incendios forestales en las mismas zonas es el que ejecuta la Universidad Federico Santa María a través del proyecto "Entendiendo los peligros de incendios forestales planteados por la ignición en configuraciones continuas y discontinuas", apoyado por Conicyt y dirigido por el académico del Departamento de Industrias Andrés Fuentes, donde también participan las universidades Pontificia Universidad Católica de Chile y Adolfo Ibáñez, además de universidades internacionales.

"Nuestra labor hoy como investigadores es entregar conocimientos y herramientas a la comunidad de Valparaíso, para tratar de prevenir los incendios forestales antes que ocurran en la interfaz entre el bosque y la zona urbana, que es muy típica de encontrar en la Región. Por ello, estamos trabajando desde el punto de vista químico y físico de la combustión, para poder entenderla y entregar estos datos a la comunidad", precisa el Dr. Fuentes.

Según explica el investigador, en el país se han generado incendios muy grandes, pero se conoce muy poco de ellos y se hace necesario que las personas tengan mayor conocimiento desde el cómo se inicia, se propaga y sobrevive el incendio.

"Por esta razón es que nuestro proyecto analiza cómo se propaga el incendio en la interfaz, con el objetivo de entregar una herramienta a los municipios para establecer los mapas de vulnerabilidad, donde se delimitan las zonas de mayor riesgo, pudiendo tomar acciones concretas. Si bien hoy existen mapas en función del tipo de vegetación, la habitabilidad de la planta (si está viva o muerta) y la topografía, no está contemplado saber cómo es la combustión de la vegetación presente en la interfaz, porque hay vegetación que se quema, enciende y propaga mejor que otras, ya que todas ellas poseen condiciones particulares, incluso siendo del mismo tipo", agrega Fuentes.

El proyecto va en su primera etapa de ejecución, y tiene como objetivo principal establecer una cartografía de riesgos, que permita entender cómo se propagan los incendios desde el punto de vista de la vegetación, para poder hacer un mapa de riesgo cuantitativo. Esto permitiría trazar de mejor manera los planes reguladores de las comunas, diseñar planes de evacuación, y prevención de manera más exacta.

Preparación

Uno de los principales actores en materia de prevención, preparación y combate de siniestros es Bomberos, y siendo Valparaíso la comuna que mayores incendios forestales sufre, las compañías de la provincia se han estado preparando constantemente en esta área, sobre todo para el periodo 2018-2019, que se prevé como una temporada complicada, según menciona el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Rodrigo Romo.

"Hemos estado trabajando desde el año pasado en la capacitación de nuestro personal, con el fin de mejorar técnicas y actualizarnos en procedimientos que se realizan en Europa en incendios forestales de nivel 1 y 2", comenta Romo.

Sumado a lo anterior, también están adaptando tecnología a sus operaciones para permitir optimizar tiempos y recursos. "Estamos trabajando en la incorporación de GPS en los carros para mejorar la coordinación en combate, así como también hicimos una intervención a la plataforma de administración de emergencia, el cual regula a todo el recurso humano y material del Cuerpo de Bomberos, informando a quién está a cargo de la emergencia. Y además, incorporamos una central móvil que permite las comunicaciones más directas y optimiza los tiempos de reacción", explica el comandante.

El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso también incorporó dos drones para mejorar las operaciones, donde se capacitó a 15 funcionarios para que pudieran operarlo. "Sin embargo, la clave del éxito de un buen trabajo preventivo y de combate es que la estrategia de coordinación entre todos involucrados en la emergencia sea la adecuada, siendo esta una falencia que aún debemos mejorar a nivel país", agrega Romo.

la prevención de incendios forestales

En los últimos dos años la V Región aumentó su concurrencia de siniestros, tras presentar

una baja en 2013-2016. La causa principal es el error humano y por eso Conaf, Bomberos y universidades, entre otras instituciones, trabajan en planes de incluyen enseñar a la comunidad, estudiar áreas de riesgo y adquirir nuevas tecnologías para el combate.