Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Vida Social
  • Espectáculos
ENTREVISTA. Alfredo Moreno, ministro de Desarrollo Social:

"La solución está en discutir la figura de la autonomía"

E-mail Compartir

L imposibilidad de llevar adelante una buena relación entre el Estado y los pueblos originarios, especialmente con el mapuche, ha sido la tónica desde el Estado. Por eso, no se puede evaluar qué Gobierno lo ha hecho mejor que otro. De esta forma, la académica Natalia Caniguan enfrenta el complejo escenario que se abre luego de la muerte de Camilo Catrillanca.

Directora del Instituto de Estudios Interculturales e Indígenas de la Universidad de la Frontera (Temuco), Caniguan participó esta semana del encuentro "Coyuntura crítica: consecuencias de la muerte de Camilo Catrillanca", en la Universidad Diego Portales (UDP), junto al académico Salvador Millaleo (Universidad de Chile) y el ex fiscal Carlos Gajardo. En esta entrevista recalca que la sociedad chilena no tiene pleno conocimiento de la cultura mapuche, aunque ve algunos cambios en los más jóvenes y asegura no tener una mirada muy optimista del Plan Impulso Araucanía: "porque si bien habla de mucha inversión económica, es algo que no va a ser con los pueblos, sino que de los privados que van a seguir explotando los territorios de los pueblos".

"Desde el foco de la seguridad, se podría reconocer lo que se hizo con Carabineros. Pero desde el punto de vista político las responsabilidades siguen muy ambiguas. Creo que el Gobierno más bien se vio acorralado""

Natalia Caniguan

Antropóloga, Natalia Caniguan llegó al instituto con el objetivo de posicionar al centro como referente nacional y regional en temas de interculturalidad, universidad y pueblos originarios. En su labor ha destacado el establecimiento de relaciones entre el centro y el quehacer académico de La Araucanía y otras entidades del país, para realizar trabajos conjuntos e interdisciplinarios, apoyando las investigaciones que allí se realizan.

Un llamado a seguir "reforzando las confianzas" entre las instituciones del Estado y las comunidades mapuches, con la colaboración de la oposición en los proyectos legislativos y el Plan Impulso Araucanía, realiza el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, para poder pasar la página de la crisis que se desató con la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca, ultimado en un incidente policial en la comunidad de Temucuicui.

Para el secretario de Estado, el Presidente Piñera ha puesto como primera prioridad a la Región de La Araucanía "y vamos a seguir exactamente igual por la sencilla razón de que ahí es donde más se necesita, donde hay más atraso en los bienes públicos y es la región más pobre. Por eso estamos poniendo todo nuestro esfuerzo ahí".

"Lo que ha sucedido con la muerte de Camilo Catrillanca es enormemente lamentable y lo único que hace es que valoramos lo que hemos hecho y que no podemos perder. Debemos seguir en el mismo camino", agrega Moreno, quien ha sido la cabeza visible del esfuerzo de la segunda administración Piñera por plantear un paquete de medidas que ayuden a levantar a La Araucanía.

Alfredo Moreno

Ministro de Desarrollo Social y ex canciller durante el primer mandato de Sebastián Piñera. El secretario de Estado es el principal rostro del Plan Impulso Araucanía, que se ha visto cuestionado desde diversos sectores luego de la muerte del comunero Camilo Catrillanca, debido al confuso incidente policial en Temucuicui. El ministro Moreno adelantó que el Mandatario apoya seguir adelante en las tareas relacionadas a esa labor.


"El esfuerzo del Gobierno sigue absolutamente válido"

"La desconfianza entre los grupos e instituciones del Estado es muy fuerte. Ese es el trabajo que hemos ido trabajando, creando la confianza para que la gente vea que esto es absolutamente genuino""

Mauricio Mondaca L. mauricio.mondaca@mediosregionales.cl

- ¿Diría que el país ha vivido de espaldas a la cultura mapuche?

- Como sociedad, en general, tenemos poco conocimiento del pueblo mapuche, más allá de elementos folclóricos que se nos enseñan. Un conocimiento no tenemos. La gente no se explica el mal llamado conflicto porque no se entiende la noción de la disputa de los territorios y la relación entre el Estado y el pueblo mapuche.

- ¿Cree usted que la autonomía es la solución a esta tensión que se vive en La Araucanía?

- La solución está en discutir la figura de la autonomía o de otra figura sobre los recursos. Lo que tenemos es escasez de tierras. Además, la inversión que se propone desde el Estado no considera al pueblo mapuche. Las comunidades no perciben nada de la labor de las forestales. La industria de la fruticultura se está promoviendo desde el Plan Impulso, pero son personas externas que llegan a hacer la inversión y llevarse los recursos. El tema es el control de la inversión y los recursos, lo que en cierta medida es una forma de autonomía. Eso va a destrabar esta tensión porque si no, vamos a seguir teniendo un pueblo empobrecido con una política pública que va a ser subsidiaria o asistencialista, porque no logra entender que el pueblo mapuche puede gestionar sus recursos como territorio.

- ¿No ve un cambio gradual en la forma en que los chilenos se relacionan con el pueblo mapuche, especialmente en los más jóvenes?

- Hay sectores que están más sensibilizados. Por ejemplo, las ciudades están jugando un rol importante, que está dado por la alta población indígena que vive en los grandes centros urbanos. Ellos también han incidido en esto y en Santiago, por ejemplo, se observa una ciudad altamente agitada por esta crisis. Se está llegando a una población más joven, altamente sensibilizada con estos temas. Estamos viendo un cambio en este sentido respecto de hace unos 20 años. Pero a pesar de esto existe un desconocimiento del pueblo en general, hay que hacer ese matiz.

- Si se observa el conflicto en los últimos años, no hubiera sido mejor que el Estado trabajara para cerrar estos temas en cuestión con figuras como Aucán Huilcamán o el mismo Héctor Llaitul?

- Creo que el Estado tuvo una muy buena oportunidad cuando se creó la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato. En 2003 hubo mucha participación de dirigentes quizás no tan mediáticos como Huilcamán o Llaitul, pero sí grandes dirigentes territoriales que aportaron mucho. En esa comisión se tomaron muchos acuerdos y había una muy buena voluntad e interés en avanzar. Si nos preguntamos dónde volver para hacerlo bien, mi punto sería en esa comisión. Ese trabajo se plasmó en un documento que hoy está invisibilizado, pero que puso el tema de la relación Estado y pueblo mapuche y de otros pueblos originarios más. Ese fue un punto de inflexión que no se supo aprovechar de parte del Estado. Ese sería un muy buen paso para seguir adelante.

- ¿Qué opina del Plan Impulso Araucanía y de las críticas que se han hecho al ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, a quien se le ha hecho ver que esta propuesta estaría centrada más que nada en buenas intenciones?

- El Plan Impulso Araucanía no se ha conocido de forma completa, sino que a través de varias partes. No tengo una mitrada muy optimista, porque si bien habla de mucha inversión económica, es algo que no va a ser con los pueblos, sino que de los privados que van a seguir explotando los territorios de los pueblos. Además, si se revisan políticas de otros Gobiernos, ha sido una constante que se han inyectado recursos en otros formatos. Por ejemplo, el año 2000 legaron muchos recursos con el Plan Orígenes y un préstamo del Banco Mundial. Luego, la Presidenta Bachelet entregó muchos recursos a través de Indap. Sin embargo, el Plan Impulso Araucanía tiene que ver con el presupuesto regional. Y se vuelve complejo analizarlo, porque vemos que se trata de obras como el puente de Padre Las Casas o el Mercado de Temuco, que son recursos que forman parte del presupuesto regional. Y esas obras se van a hacer con o sin Plan Impulso. No se cambia la relación en el foco que se debe tomar para resolver el problema.

- ¿La disgregación del liderazgo mapuche es una traba para resolver los problemas de la región?

-Es una característica del pueblo y se ha desarrollado así. Romper eso sería pasar a llevarlo. Creo que requiere de habilidad, pero sobre todo de conocer el territorio, conocer estos liderazgos, sus alcances y características. El nuevo intendente nos deja la sensación de algo ajeno a la región. Quien quedará liderando la región no conoce el territorio ni estas dinámicas. Es difícil porque no estamos acostumbrados, desde el Estado, a esta lógica de diversidad de liderazgo. Cuando uno vive en el territorio esto se hace más fácil. Más que enviar gente desde fuera, el Estado debiera aprovechar liderazgos de la región.

- ¿Cómo cree que va a seguir adelante este conflicto y de qué forma se avizoran posibles soluciones tras la crisis por la muerte de Camilo Catrillanca?

- Creo que el pueblo mapuche es un actor político y pone temas. No me cabe duda. Veo complejo lo que viene, porque Camilo Catrillanca proviene de una familia reconocida y con linaje. No se trata de un comunero sin connotación, lo que sin duda marca un matiz distinto. Esto sin desmerecer a las otras víctimas que no tienen esta connotación. Lo que puede venir es una etapa de pensar la relación desde el Gobierno y también de parte de las comunidades indígenas. Habrá espacios para discutir esta nueva etapa y en qué va a consistir. Veo esto bastante nebuloso hacia el futuro.

- ¿Le otorga al Gobierno del Presidente Piñera, al menos, el hecho de que, tras la muerte de Catrillanca intervino en el Alto Mando de Carabineros, algo que no sucedió en el Gobierno anterior luego de la Operación Huracán?

- Desde el foco de la seguridad se podría reconocer lo que se hizo con Carabineros. Pero desde el punto de vista político las responsabilidades siguen muy ambiguas. Creo que el Gobierno más bien se vio acorralado para responder, por lo que no se puede ver qué tanta voluntad hubo ahí. Sí concuerdo en que esto es un tema de Estado, por lo que no podemos decir qué Gobierno ha sido mejor o peor. Es transversal la forma en que no se ha sabido llevar la relación entre el Estado y el pueblo mapuche.

nataila caniguan es académica de la ufro.

udp

una Marcha Mapuche en la araucanía, en protesta en contra del Plan Impulsa que el gobierno tratata de avanzar en la región.

- Esta fuerte crisis en La Araucanía, ¿cambia la estrategia que usted ha llevado adelante?

- En este plan hemos estado trabajando desde el primer día de Gobierno. Yo he viajado varias veces a la zona, hemos dialogado con muchos actores y el Presidente Piñera presentó en Temuco una proposición de Acuerdo Nacional por la Paz y el Desarrollo. El Presidente ha puesto como primera prioridad a La Araucanía y vamos a seguir exactamente igual por la sencilla razón de que ahí es donde más se necesita, donde hay más atraso en los bienes públicos y es la región más pobre. Por eso estamos poniendo todo nuestro esfuerzo ahí. Lo que ha sucedido con la muerte de Camilo Catrillanca es enormemente lamentable y lo único que hace es que valoramos lo que hemos hecho y que no podemos perder. Debemos seguir en el mismo camino.

- ¿No están rotas las confianzas entre el Estado y las comunidades mapuches, con el caso Catrillanca?

- A veces la gente tiene un poco de mala memoria. Pero quiero recordar que, el 12 de marzo, el Presidente tuvo que hacerse cargo de la Operación Huracán, que no había tenido consecuencias. Tuvo que hacerse cargo, sacar a 15 generales y 30 coroneles, cambiando todo el Alto Mando de Carabineros en La Araucanía. A eso hay que añadir que a esa altura se registraba una huelga de hambre de 45 días por parte de Celestino Córdova, quien quería salir a renovar su rehue, problema que no era comprendido por otras personas. Teníamos atentados en tres o cuatro regiones, con varios hechos al día en distintos lugares. La gente pedía más seguridad. Esa era la realidad con la que partimos en la zona, donde se creía que era un problema sin solución. Y la sensación en el país era de un problema que iba por un camino siempre peor. Eso es lo que logramos cambiar, por lo que también vamos a lograr superar este momento. Es un momento muy doloroso en el que solo se puede empatizar con la familia del joven Catrillanca, su comunidad y todos quienes lo querían. Pero también es un momento que nos debe dar fuerza para evitar esto y que no ocurra nunca más. Pero también para evitar los atentados y los problemas que sufren tantas otras víctimas.

- ¿No ve un riesgo de caer en una espiral fatalista respecto del plan que el Gobierno quiere llevar adelante en la zona?

- Por eso mencionaba la sensación que había en la zona al iniciar el Gobierno en marzo y cómo eso se transformó en optimismo. Si bien es cierto que es algo que requiere mucho tiempo y esfuerzos, se está avanzando en el sentido correcto. Y creo que el esfuerzo del Gobierno sigue absolutamente válido, más allá de un caso puntual y lamentable.

- Pero si es que no están rotas las confianzas, se puede pensar que a lo menos están tensionadas. ¿Es este un punto de quiebre en esta materia?

- Aquí en la zona el problema es de falta de confianza. El problema más serio es el de las diferencias de opinión, porque eso ocurre en todas partes. Pero la desconfianza entre los distintos grupos e instituciones del Estado es muy fuerte. Ese es el trabajo que hemos ido trabajando, creando la confianza para que la gente vea que esto es absolutamente genuino. Queremos poner a la región como una prioridad en el país y los recursos del presupuesto para el próximo año apuntan en esa dirección. Tenemos una proposición de leyes que se comienzan a tratar en el Congreso en las próximas semanas, además de un reconocimiento constitucional que hemos comprometido para todos los pueblos originarios antes de fin de año. Son cambios muy de fondo en las distintas áreas. Algunos podrán discutir que les gusta más alguno que otro ámbito. Pero la democracia se trata de buscar, dentro de lo que se está proponiendo, cuáles son las mejores opciones. En esto estamos incluyendo a todos, tratando de ganarnos la confianza y poder reconocer a personas en las que se pueda confiar.

- ¿Más que es un giro se trata de reforzamiento?

- Claro. Esto que pasó es una cosa dolorosa que no debería haber sucedido. Pero sabemos cuál es el camino: trabajar juntos, evitar el odio y la violencia acercando las posiciones de los distintos grupos. Debemos reducir la desconfianza y ese es el camino en el que vamos a perseverar.

- ¿Qué le parece el rol que ha tenido la oposición en este tema, que lanzó una ofensiva para determinar responsabilidades políticas a la luz de esta crisis?

- En primer lugar, el acuerdo nacional requiere a la oposición. Esto no lo puede hacer el Gobierno solo, porque es una tarea muy profunda y grande, por lo que necesitamos de su apoyo. Por eso hemos trabajado con ellos y muchos de ellos han sido muy colaboradores, entregando ideas y apoyo. Esta es la manera de seguir adelante. Esto no quiere decir que no tengamos diferencias de ideas en este y otros temas. Todo eso lo discutiremos y veremos cómo se sale adelante. Nosotros desde el Gobierno hemos hecho una propuesta concreta. En algunos casos hay mucho apoyo para algunas de las propuestas y en otras hay opciones distintas respecto de los mismos objetivos.

- ¿Cree que ha llegado el momento de evaluar la estrategia policial del Gobierno en la zona?

- Lo que puedo decir es que la seguridad, como es natural, es totalmente necesaria en la gente. No se puede vivir con atentados y con sustos. Hay que ver el caso de las profesoras que fueron asaltadas y que no quieren dar entrevistas para no mostrar su rostro. Eso no puede suceder. Yo estuve en ese lugar pocos días antes y las personas que dirigen la escuela mencionaron el temor de los niños a las balaceras y la forma en que podían llevar adelante el aprendizaje de esa comunidad. Es de sentido común ponerse en los zapatos de esas personas porque se requiere de la seguridad. Hoy, en la Región de La Araucanía, hay 300 puntos fijos y 1.200 carabineros que resguardan a familias. Evidentemente que la seguridad es esencial. Para tener desarrollo indudablemente que hay que tener tranquilidad, para trabajar en conjunto. Carabineros es muy importante, pero con principios y procedimientos claros, con estándares que se deben cumplir. Y cuando no se cumplen usted ha visto lo que ha hecho el Gobierno, que en 72 horas tomó medidas drásticas como no se habían tomado antes. Esta es la manera en que podemos verificar que estas cosas no vuelvan a ocurrir, con un trabajo claro y transparente.

Carlos Valverde./el austral

alfredo moreno, ministro de desarrollo social.

Rodrigo Sáenz/AGENCIAUNO