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Paro portuario vive su jornada más radical a 20 días de su inicio

VALPARAÍSO. Incidentes con Carabineros, denuncias y amenazas marcaron el conflicto. Ministra de Transportes, Gloria Hutt, llamó nuevamente a las partes al diálogo.
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C. Ramírez / C. Rojas

Uno de sus días más álgidos desde que comenzó el pasado viernes 16 de noviembre, vivió ayer la movilización protagonizada por trabajadores eventuales del puerto de Valparaíso.

Incidentes con Carabineros, diversas denuncias por agresiones y amedrentamientos marcaron la jornada. No está tranquilo el puerto, pese a que fue San Antonio el que parecía protagonizar el día cuando en la madrugada de ayer, el tercer turno de Puerto Central decidió detener sus faenas a raíz de una serie de demandas que incluían un bono de productividad. Con el compromiso de negociar, la movilización no pasó de ese lapso.

Así, con el correr del día, el epicentro del conflicto nuevamente se trasladó a la capital regional, donde los manifestantes optaron por radicalizarlo al no llegar a un entendimiento con Terminal Pacífico Sur (TPS). De hecho, ante el anuncio de arribo de dos nuevas naves intentaron durante la tarde de ayer bloquear los accesos al puerto, lo que motivó el accionar de Carabineros.

"Después de todos estos días de paralización, aún con TPS no logramos ningún acuerdo de trabajo concreto. La semana pasada conseguimos avanzar con la ministra de Transportes, Gloria Hutt, y con el asesor del ministerio del Trabajo, Mario Livingstone. Firmamos los tres sindicatos dicho acuerdo y estábamos dispuestos a deponer el paro en el segundo turno, pero no se conformó ninguna mesa", comentó el vocero de los movilizados, Pablo Klimpel, quien advirtió que sólo hubo conversaciones informales.

"La empresa señala que no tiene ninguna deuda con nosotros ni tampoco nos da ningún piso mínimo para conversar", agregó el representante, apuntando a peticiones que se resumen en "un bono de reconocimiento por la pérdida de trabajo que hemos tenido, generar una mesa para discutir condiciones de trabajo y la no existencia de represalias ni listas negras".

Klimpel subrayó que los movilizados han realizado una serie de gestos tendientes a buscar una solución, a partir de la conversación que sostuvieron con la secretaria de Estado. "Dejamos entrar a los trabajadores contratados. De hecho, han estado saliendo contenedores de manera discontinua, pero la empresa nos ha respondido tratando de meter trabajadores, ofreciéndoles el triple de lo que paga el valor turno normal, incluso a muchos les está ofreciendo contratos para que laboren, pero no ofrece garantías ni condiciones para poder conversar", comentó, junto con anunciar el comienzo de una radicalización del movimiento.

"Se acabó la paciencia porque el hecho que te ofrezcan 90 mil pesos por trabajar en un turno genera un efecto desmovilizador", explicó.

En tanto, el presidente del sindicato Sudem, Osvaldo Quevedo, remarcó que la situación alcanzó un límite en el que se hace necesaria la intervención del Ejecutivo. "Creemos que acá debe tomar cartas en el asunto la Presidencia", dijo el dirigente, recalcando que todas los encuentros han sido de carácter informal con el concesionario del Terminal Uno, aunque sin resultados.

Una de las características que ha tenido el conflicto es que han surgido una serie denuncias. Y si anteriormente fueron los movilizados que denunciaron amenazas y agresiones a sus dirigentes, esta vez fueron los trabajadores contratados del terminal del grupo Von Appen.

"Podemos entender y empatizar en la problemática que tienen los eventuales, pero este conflicto está escalando a un escenario de violencia que es insostenible para nosotros, apedreando casas y autos. Tenemos el derecho y la obligación de cumplir con nuestros deberes y obligaciones aquí en la empresa", comentó el presidente del Sindicato N° 1 de estibadores TPS, Daniel Lozano, agregando que las denuncias ya se hicieron a Carabineros.

"No queremos agravar la situación, pero no lo podemos tolerar ni dejar pasar porque es una actitud que no se debe aceptar. Si bien queremos que lleguen a un acuerdo, pensamos que este no es el camino", agregó, puntualizando que "se ha radicalizado".

"No estoy defendiendo a la empresa ni al señor Von Appen, estoy defendiendo a un señor que le rompieron los vidrios", agregó.

En tanto, el dirigente del Sindicato N° 2 de TPS, Ronald Frederick, recalcó que la movilización no se trata de un paro, sino que de un bloqueo a los accesos. "Acá hay un problema más de fondo y es que se habla, por ejemplo, de un Puerto a Gran Escala y de otros terminales y no va a haber trabajo para todos, y esto que está pasando hoy en Valparaíso, va a pasar en San Antonio y otros puertos del país".

El presidente de Cotraporchi, Sergio Baeza, añadió que se han hecho gestiones para propiciar un acercamiento. "Hemos tratado de intervenir para que se solucione lo antes posible, porque las naves se están desviando a San Antonio", dijo el dirigente, que espera que no se transforme en un conflicto entre portuarios.

"Como Cotraporchi, hemos presentado a los diversos gobiernos de turno desde el mandato de (Eduardo) Frei en adelante una serie de demandas propias de los eventuales y nadie ha hecho nada. Entonces, consideramos que el Gobierno actual debe hacer un esfuerzo y trabajar en estos temas".

En relación al funcionamiento del puerto, los dirigentes señalaron que las naves se están atendiendo por trabajadores contratados que exigieron volver a sus faenas y, además, se han incorporado trabajadores eventuales que se han descolgado de la movilización.

Desde el Gobierno, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, que ha estado al tanto de las conversaciones y que incluso se comprometió a buscar puntos de encuentro, insistió en la posición que tiene La Moneda frente a este escenario que ya cumple 20 días en Valparaíso.

"La postura del Gobierno siempre es ir por el diálogo y ayudar a que las partes se encuentren. Acá hay un tema de trabajadores con un concesionario, que es su empleador, y nosotros estamos facilitando eso", recalcó la secretaria de Estado, que espera que la negociación se canalice de la misma forma que se planteó ante el Terminal Dos.

"Seguimos confiando en que pueda haber una posibilidad de resolverlo tal como ocurrió en el caso de TCVAL en que se firmó un acuerdo y el terminal está operando normalmente. Acá para todos -trabajadores, empresas y Estado- es importante la normalidad y la operación de la totalidad de los puertos, así que todo lo que esté a nuestro alcance para resolver estas dificultades y buscar el encuentro lo vamos a hacer y lo estamos haciendo", subrayó la ministra.

Al ser consultada por la realidad que afecta a varios de los enclaves portuarios del país, en un escenario con menos naves y turnos, comentó que esa realidad "está más marcada en algunos puertos que en otros y pasa principalmente por asegurar la continuidad operacional del puerto. En la medida que haya puertos operando, hay suficiente trabajo para todos los que tienen esa expectativa y por eso para nosotros es muy importante también".

"Creemos que aquí hay una posibilidad de conversación y es lo que nosotros estamos tratando de lograr", subrayó.

Frente al pedido de los exportadores, que destacaron la necesidad de crear una instancia que sea capaz de adelantarse a estos problemas y así evitar movilizaciones, la secretaria de Estado aseveró que sería lo óptimo.

"Lo ideal sería que eso ocurriera y nosotros creemos muy firmemente en que los conflictos se resuelven conversando. Nada reemplaza a eso y creemos que es lo básico sentarse a dialogar".

Una de las complicaciones que podría tener el conflicto en Valparaíso apunta a los envíos de fruta, pues se trata del principal punto de salida de los embarques de este tipo al exterior, concentrando más del 56%. Respecto a la opción de que aparezcan estas complicaciones, declaró que "esperemos que no, porque todos estamos muy conscientes de que ese es un tema central del país y estamos trabajando en una dirección para que eso no ocurra".

Quien también se refirió al tema fue el intendente, Jorge Martínez, repasando las gestiones realizadas para enfrentar la situación.

"Desde el primer día, nosotros, como Gobierno, hemos estado facilitando el encuentro entre las partes, los trabajadores portuarios eventuales y los terminales de Valparaíso. Se firmó un acuerdo con TCVAL, que es un avance bastante grande, y con TPS se han acercado posiciones, pero no se han sentado a la mesa", reconoció el jefe regional.

Al profundizar sobre ese punto, aclaró que por ahora las señales han sido insuficientes. "Sentarse a la mesa significa estar dispuesto a conversar y esa disposición para nosotros es fundamental. Ha habido señales, pero todavía no lo suficientemente concretas para que esto se produzca. Y nosotros estamos dispuestos a seguir facilitando, seguir escuchando a los trabajadores y terminales en sus respectivas posiciones, de modo que se produzca este acercamiento, y el tema es que ello ocurra a la brevedad", enfatizó Martínez.

En ese plano, recalcó que las consecuencias si se mantiene este escenario pueden ser muy perjudiciales para el puerto, considerando todo lo que significa la operación, más aún en una época que se destaca por su alta demanda.

"Nosotros requerimos que este conflicto se solucione a la brevedad. Está la temporada de la fruta, vienen nuevos cruceros y, sobre todo, hay un problema de empleo. Valparaíso no es una región que se caracterice por el alto crecimiento en los últimos dos años. Nosotros debemos levantar y una de las principales actividades económicas de la región, y aquí se mezclan, es nuestra actividad de comercio exterior", sostuvo.

De allí la importancia que el intendente le entrega a que ambas partes puedan lograr un entendimiento. "Esta es la gran zona bioceánica de Chile con sus dos principales puertos y es una región que ha definido dentro de su estrategia la agricultura y específicamente la industria agroalimentaria como eje de desarrollo. En ese sentido, estos paros perjudican el desarrollo de ambas líneas estratégicas, así que es un interés muy concreto y muy pertinente el que hemos manifestado desde distintas instancias a las partes para que se sienten, conversen y busquen el mejor acuerdo para ellos y para Valparaíso".

En cuanto a lo que falta para que se consiga un entendimiento, reflexionó que lo más relevante es dar el primer paso.

"Cuando hay que sentar dos personas a la mesa, ambas tienen que estar dispuestas a hacerlo y tienen que conceder algún punto inicial. En eso estamos, en que ambas concedan un punto inicial para que se sienten a la mesa; y nuestra tarea, como lo ha dicho el Gobierno desde el primer día de conflicto, es seguir insistiendo en que ese primer paso se dé porque ya va más allá. Este es un problema entre particulares, pero con un efecto público y en este caso regional importante. Vamos a seguir insistiendo para que ese paso inicial se dé. Luego, lo que conversen es un tema de partes".

Desde la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), el gerente general, Gonzalo Davagnino, detalló que frente a la contingencia se intenta mantener una continuidad operacional. "Nosotros estamos tratando de normalizar el puerto mayoritariamente, el Terminal Dos está operando de manera normal y el Terminal Uno ha citado una nave portacontenedores. Por otro lado, la empresa Ultraport, que provee mano de obra al terminal, está conversando con los diferentes sindicatos, lo que es bueno porque significa que hay intención de solucionar los temas", dijo el ejecutivo.

"Cuando ocurre esto todos perdemos porque se afecta la confianza, el prestigio y, como yo lo he señalado, eso cuesta mantenerlo, pero se va muy rápidamente", agregó.

Davagnino recalcó que el puerto de Valparaíso es parte de una plataforma portuaria que atiende el mismo hinterland que San Antonio y, por lo tanto, una afectación de este tipo incide en el comercio exterior del país.

"Tenemos que ser extremadamente cuidadosos en lo que es el prestigio y el cumplimiento. Acá no sólo se trata de recaladas, sino que se está incumpliendo los tiempos de llegadas de los productos nacionales a los mercados de destino y eso también deteriora o complica mucho la imagen del exportador nacional, considerando, además, que estamos en Sudamérica y en el país más lejano a lo que son los mercados. De hecho, estamos a cuatro días de Callao (Perú) y, por lo tanto, todo lo que afecte a los puertos de Valparaíso y San Antonio perjudica directamente el comercio exterior de Chile", subrayó el personero, destacando la necesidad de que ambos puntos funcionen de manera normal, más todavía en esta época.

"Comenzamos la temporada de exportación hortofrutícola y debemos cumplir plazos, principalmente en el caso de Estados Unidos con el marketing order, pues de lo contrario, esos productos tienen que buscar otros destino y eso tiene repercusiones de índole logístico y comercial".

"Después de todos estos días de paralización, aún con TPS no logramos ningún acuerdo de trabajo concreto"

Pablo Klimpel, Vocero trabajadores movilizados"

"Creemos que aquí hay una posibilidad de conversación y es la que nosotros estamos tratando de lograr"

Gloria Hutt, Ministra de Transportes"

"Nosotros estamos tratando de normalizar el puerto mayoritariamente"

Gonzalo Davagnino, Gerente general de EPV"

Denuncia ataque a vehículo

"El auto fue atacado fuera de mi casa, ni siquiera en mi lugar de trabajo, y pusieron en riesgo a mi familia. Yo lo único que quiero hacer es un llamado a la no violencia", comentó Cristián González, trabajador de TPS, uno de los denunciantes. Añadió que la situación ocurrió en la madrugada de ayer y alcanzó a divisar a cuatro personas corriendo. "La intención sólo fue hacer daño al vehículo porque ni siquiera intentaron abrir las puertas", recalcó González, quien al ser consultado por qué asociaba este ataque con la manifestación, subrayó que "acá hay una campaña de amedrentamiento (...) Mi auto fue el único dañado de nueve que se estacionan en la misma zona".