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ENTREVISTA. MAría josé Hoffmann, diputada (UDI) por el distrito 7 y el término del conflicto portuario:

"Más que andar apagando conflictos con bonos, necesitamos una política portuaria seria"

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Rodrigo Navarrete N.

"La intransigencia y el oportunismo de algunos le hizo un daño enorme al puerto, pero sin duda que no se puede dialogar con ese nivel de violencia". Este es parte del análisis que, a poco más de 24 horas de finalizado el conflicto portuario, realizó la diputada del distrito 7, María José Hoffmann (UDI).

En ese sentido, si bien reconoció que uno podrá discutir si fue tardío o no el actuar del Gobierno en este paro, la parlamentaria afirmó que le hubiese gustado que se tomara más en cuenta al Gobierno Regional, pues a su juicio "se cometieron errores que retrasaron alcanzar un acuerdo más temprano".

Por lo mismo, la diputada de la UDI cree que la "alta conflictividad" de los puertos del país se está transformando en una amenaza "para el desarrollo del país", por lo que aseguró que se hace necesario avanzar en una reconversión laboral, capacitar a los trabajadores y tener una mayor profesionalización del trabajo portuario.

- A casi 24 horas de que haya finalizado el paro portuario, ¿cuál es el análisis que hace de lo ocurrido en este conflicto? A su juicio, ¿qué es lo que falló?

- Son varios factores: la intransigencia y el oportunismo de algunos le hizo un daño enorme al puerto, pero sin duda que no se puede dialogar con ese nivel de violencia. No nos podemos acostumbrar a ella ni mucho menos que se transforme en un medio de acción política. Ver a trabajadores agredir a otros trabajadores hace muy difícil entender la legitimidad de sus demandas.

- ¿Considera que el gobierno debió intervenir antes de que se "radicalizara" el conflicto y no esperar a que se pusiera en entredicho, o bien, existiera una "amenaza" de boicotear el Año Nuevo en Valparaíso?

- El gobierno fue un facilitador clave del acuerdo. Uno podrá discutir si pudo haber intervenido antes o no, pero hubo actores que alentaron el conflicto y otros que, como el intendente regional, estaban comprometidos con promover el diálogo. Me hubiera gustado que se le hubiese hecho más caso al Gobierno Regional.

- ¿A qué se refiere con esto último?

- No ayudó en nada la brusca salida del presidente de la EPV -Raúl Celis-, tampoco los rumores que ponían en duda la concesión. Se cometieron errores que retrasaron alcanzar un acuerdo más temprano. Creo que el respeto al Estado de Derecho nos debe proteger a todos.

- Entonces, ¿cree que las demandas que originaron el conflicto portuario no son legítimas?

- La precarización es real pero, seamos honestos, el retraso en la legislación tiene un solo responsable que se llama Transantiago, que por años ha tenido capturado al Ministerio de Transportes. En segundo lugar, el conflicto no puede reducirse a una transa de compensaciones, hay un germen mucho más profundo que tiene que ver con la falta de oportunidades que ofrece la ciudad. El punto está en si lo enfrentamos con el populismo de los bonos y oportunismo de la izquierda o nos hacemos cargo de verdad de la legítima aspiración de justicia.

- En esa línea, ¿cuáles cree que serían las medidas correctas para ser aplicadas en esta materia?

- La alta conflictividad de nuestros puertos se está transformando en una amenaza para el desarrollo de Chile. Avancemos en reconversión laboral, capacitación de trabajadores que puedan asumir los cambios tecnológicos, mayor profesionalización del trabajo portuario, seguridad laboral, etcétera. Más que andar apagando conflictos con bonos, necesitamos una política portuaria seria y con futuro.

- O sea, ¿algo similar a lo que planteó el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp?

- El alcalde Jorge Sharp nunca encontró su lugar en este conflicto, pasó de sacarse selfies con dirigentes portuarios a querer blindarse con llamados tardíos de unidad. Su rol debiera haber sido defender a todos los trabajadores y no solo a algunos. Lo vi más preocupado de su protagonismo que del interés del puerto.

- ¿Cómo recibió la victoria de la nueva presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe? Usted estaba en la lista nacional de Javier Macaya. ¿Qué expectativas tiene de este nuevo período?

- Estoy contenta que en la Región de Valparaíso nuestra propuesta convocara una mayoría, lo siento como un reconocimiento al trabajo de años. Paso a paso vamos creciendo en credibilidad y confianza. Nuestro proyecto no se agota en la elección interna y como vicepresidenta me la voy a jugar por representarlos a todos y que la UDI vuelva a ser un partido influyente.

- ¿Cómo avizora el trabajo que realizará junto a Jacqueline van Rysselberghe en la nueva directiva del partido, teniendo en cuenta lo estrecha que fue la elección interna, así como también considerando las diferencias públicas que ha tenido con la senadora por el Biobío?

- Si alguien está esperando un choque de trenes se va a quedar con las ganas. Voy a usar mi fuerza y carácter para construir un proyecto político de futuro.

"El conflicto no puede reducirse a una transa de compensaciones, hay un germen mucho más profundo que tiene que ver con la falta de oportunidades""

"No ayudó en nada la brusca salida del presidente de la EPV -Raúl Celis-, tampoco los rumores que ponían en duda la concesión. Se cometieron errores que retrasaron alcanzar un acuerdo más temprano""

"Roma": imágenes, sonidos y sensaciones de la infancia

Tras su triunfo en Venecia y un recorrido por los festivales del mundo, llega la última maravilla del mexicano Alfonso Cuarón. Una película prodigiosa que se puede ver en Netflix y en algunos cines del país.
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El mexicano Alfonso Cuarón hubiese sido un interesante objeto de estudio décadas atrás, cuando la crítica cinematográfica estaba empeñada en establecer qué define a un "autor". Y esto es porque su carrera siempre ha serpenteado en distintos flancos. Veamos. Su debut, la comedia "Solo con tu pareja" (1991), lo instaló en un circuito de cine independiente carente de grandes ambiciones pero le abrió las puertas de la gran industria. Ahí pudo realizar "Little princess" (1995), basada en una novela infantil de la escritora británica Frances Hodgson Burnett. Luego vino "Great expectations" (1998), con Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow; un regreso a México con "Y tu mamá también" (2001); un trabajo por encargo para la saga de "Harry Potter" y un salto en grande hacia la ciencia ficción de alto presupuesto con "Niños del hombre" (2006) y "Gravedad" (2013).

La pregunta inevitable es: ¿hay un sello personal de Cuarón que atraviese todos sus ejercicios de estilo? "Roma" nos demuestra que sí. En ella encontramos los largos travelling, los movimientos de masas y las escenas de partos de "Niños del hombre"; también, el interés por la infancia de sus películas familiares y la revisión del contexto socio-político mediante dramas intimistas, como lo hizo en "Y tu mamá también".

La gran diferencia con todas las producciones anteriores es, sin embargo, la libertad que adquiere un Cuarón que decide derribar las estructuras de género para hundirse en sus propios recuerdos y recrear las sensaciones del pasado. Lo primero que atrapa de "Roma" es su sensorialidad, la forma en que el cineasta construye evocaciones melancólicas a través del sonido del afilador de cuchillo, el agua el balde de limpieza o los sonidos de la ciudad. La operación no es muy distinta a la de Fellini con "Amarcord", porque el objetivo es volver a la infancia a través del cine, aunque el resultado sí lo es. A diferencia del italiano, Cuarón no acoge las fantasías ni los sueños. Su apego a las formas, dinámicas y texturas del mundo es absolutamente realista, como si la poesía se escondiera detrás de todas las cosas. Es una aproximación cuasi panteísta a un mundo material que, de tanto en tanto, es capaz de ofrecer bellos accidentes. Este despliegue de epifanías audiovisuales en blanco y negro potencia una historia sencilla: las vicisitudes de una sirvienta indígena que trabaja puertas adentro en el hogar de una familia de clase media (inspirada en la del propio Cuarón). Son las penas y alegrías de una mujer buena en tiempos de revueltas sociales ("la dignidad de los nadies", como diría Pino Solanas). "Roma" es la consolidación definitiva de Cuarón, un nuevo triunfo del cine.

Roma cuenta la historia de una sirvienta indígena en la casa de una familia de clase media.


en resumen

"Roma", producida por Netflix, es una de las películas más esperadas del último tiempo. La dirige el mexicano Alfonso Cuarón.

Por Andrés Nazarala R.

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