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Testigo en el juicio a Briganti está con protección policial

VALPARAÍSO. Se encontró con el padre del condenado en un supermercado y éste lo amenazó de muerte.
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Una angustiante situación está viviendo un testigo que prestó declaración en el juicio de Giuseppe Briganti, condenado por el doble homicidio de los estudiantes Diego Guzmán y Exequiel Borvarán en mayo de 2015 en la plaza Simón Bolívar, en Valparaíso, tras una protesta. En la instancia judicial, el testigo relató un altercado que ocurrió semanas antes de los asesinatos, incidente en el que Briganti y su padre, José, lo amenazaron de muerte en su negocio. Giuseppe incluso con un arma de fuego.

En ese momento denunció el hecho, pero a los pocos días desde el Ministerio Público le informaron que la causa se archivó por falta de antecedentes. No obstante, semanas después, cuando ocurrieron los homicidios, desde la Fiscalía lo volvieron a contactar, esta vez para solicitarle que declarara en el juicio contra Briganti, a fin de demostrar que el imputado tenía antecedentes de una conducta violenta e impulsiva.

En un principio se negó, pero le insistieron y finalmente un funcionario de la Unidad de Víctimas de la Fiscalía lo convenció al decirle que iba a ser un testigo protegido, que iba a declarar detrás de un biombo y nadie lo iba a ver en la audiencia. Sin embargo, el día que fue a declarar entró a la sala y se encontró con que el biombo no estaba y cuando declaró, su rostro fue visto por todos quienes estaban en la audiencia, incluidos Briganti y su padre.

Aquello le trajo consecuencias, puesto que el jueves de la semana pasada se encontró con José Briganti, el padre del condenado, en el supermercado Jumbo de Valparaíso, donde éste comenzó a insultarlo y amenazarlo de muerte, teniendo un forcejeo incluso, de lo cual hay registros de las cámaras de seguridad y una grabación que el propio afectado hizo con su celular.

Nuevamente hizo la denuncia en el Ministerio Público por amenazas de muerte, entregó las imágenes de prueba y al día siguiente le pusieron protección policial, resguardo que duró poco, ya que en estos momentos no tiene carabineros en su domicilio ni en su lugar de trabajo, por lo que espera que formalicen cuanto antes a José Briganti por las amenazas que profirió.

"No me cumplieron lo que se me prometió, que iba a ser un testigo protegido", reclama, apuntando al Ministerio Público, aunque aclaró que el funcionario de la Unidad de Víctimas de la Fiscalía le explicó que hizo la solicitud al juez del caso, pero el magistrado no accedió, argumentando que su testimonio no era sobre el doble homicidio, sino sobre el incidente previo, por lo que no debería correr riesgo.

Su mayor preocupación es "¿qué pasa el día de mañana si yo ando con mi familia? Tengo una hija chica. Mi reclamo va más que nada al Ministerio Público, a la Fiscalía o a quien tenga la responsabilidad de que no se cumplió lo que ellos me prometieron, lo que nosotros habíamos acordado".

Desde el Ministerio Público expusieron que "la Fiscalía informa a los testigos cuáles son las medidas de protección posibles durante un juicio, algunas de las cuales, en su implementación efectiva, dependen de la decisión de otras entidades. En este caso, pese a que no se pudo usar el biombo, la víctima decidió de todas formas colaborar con el caso prestando declaración, lo cual como institución valoramos mucho porque los testigos juegan un rol relevante en cualquier juicio".

Respecto del último incidente, la Fiscalía porteña expuso que abrió una investigación y otorgó medidas de protección que "se encuentran vigentes y que son revisables, y mantiene contacto directo y permanente con ella, para atender sus requerimientos o necesidades".

Amenazas de muerte están grabadas

Luego del altercado en su negocio en 2015 y el reciente en el supermercado, el testigo advierte que José Briganti "es una persona que se altera fácilmente, se pone eufórica, se sale de sus casillas. Si en el supermercado hubiese tenido un palo en la mano, me agarra a palos, así que lo único que atiné fue a grabarlo, se me vino encima, me empujó, me trató de quitar el celular, después finalmente igual lo pude grabar como 14 o 15 segundos".