"La selección no es buena para los mejores: es buena para todos"
El descontento de los protestantes impulsó la Reforma, pero también informó los principios de quienes se oponían a ella, pues, en definitiva, no diferían demasiado en sus objetivos.
No, no es una referencia a los conflictos religiosos que dividieron a la Cristiandad hace 500 años (desde las tesis de Lutero a la Contrarreforma católica), sino a los conflictos sociales que hace casi una década generaron cambios en el sistema educacional chileno. Los protestantes de entonces, en una serie de manifestaciones estudiantiles durante 2011, pusieron en el debate político, con una urgencia inesperada, la situación de deterioro de la educación del país.
Como consecuencia de esas movilizaciones y la discusión que generaron, una serie de reformas en el sistema educativo tuvo lugar, no sin cuestionamientos ni problemas, entre los años 2014 y 2017, con alcances que van desde el nivel parvulario al superior. Entre ellas se encuentra la Ley de Inclusión escolar de 2015, una de las más importantes del segundo gobierno de Michelle Bachelet, que puso fin, en los establecimientos que reciben financiamiento estatal, al lucro, al co-pago y a la selección académica.
Es este último aspecto el que se pretende cambiar, con un proyecto de reforma (sería excesivo llamarlo "contrarreforma") que modificaría el sistema de admisión escolar para que exista selección por mérito académico. El proyecto permitiría que los liceos emblemáticos de la educación pública, que podían seleccionar un 30% de sus alumnos, puedan ahora hacerlo hasta un 100% (en colegios con proyectos educacionales especiales, que actualmente pueden seleccionar un 15%, podrán llegar a un 30%).
En la raíz de esta propuesta está probablemente la caída de los puntajes en la PSU y el cambio de colegio de los alumnos del Instituto Nacional, el Carmela Carvajal y otros colegios de alta exigencia académica.
El objetivo de una educación pública gratuita y de calidad se habría dañado con el fin de la selección, según lo había criticado desde un principio Arturo Fontaine, profesor de la Universidad Diego Portales (UDP) y la Universidad de Chile, con las consecuencias negativas que eso tiene para la configuración de las élites del país, no por méritos o talento sino por la cuna o el privilegio. Sus argumentos los ha postulado en todas las instancias de debate, desde artículos, cartas en diarios y la televisión hasta en su libro "Educación con Patines" (Ediciones El Mercurio, 2018), escrito junto al economista Sergio Urzúa.
- Estará de acuerdo con el proyecto, siendo un crítico temprano y firme detractor de que se acabara con la selección académica...
-No conozco el proyecto mismo, pero lo que se ha adelantado indica que la Ministra Cubillos y el Presidente Piñera han tomado el toro por las astas.
- En "Educación con Patines" se critica el fin de la selección, pero además se señalan efectos positivos del co-pago, ¿cree que debería abordarse ese punto también?
- En el libro evaluamos los trabajos que critican el copago (su efecto en la segregación, por ejemplo) y haciendo las sumas y las restas nuestra impresión es que el copago es positivo. Desde luego, los padres lo valoran y aumenta los recursos totales que el país destina a la educación. El Gobierno debe evaluar si avanza en esa dirección o no. Es un juicio político.
- El supuesto de la ley de 2015 era que eliminando la selección se eliminaba o se reducía la segregación, ¿esa visión está errada?
- Sólo un 17,3% de los alumnos fue seleccionado de algún modo en Chile. El promedio de la OCDE es 38,4%. La segregación en Chile no sería la que es si sólo afectara a un 17,3% de los alumnos. No hay proporción entre la supuesta causa y el efecto. La segregación es, básicamente, consecuencia de la la segregación de las ciudades.
- Es decir, la selección en Chile, antes de la ley que la prohibió, ya era comparativamente bastante baja.
- Así es. Repito el dato: en Chile, 17,3% y en la OCDE, 38,4%. Hay más alumnos en colegios selectivos en Canadá, por ejemplo, en Suiza, en Corea, en Japón, en Estonia, en Bélgica, en Singapur que en Chile.
- Si en el contexto internacional la selección está extendida y con buenos resultados, no ha de ser algo tan negativo...
-La selección no es buena para los mejores: es buena para todos. Tres de cada cuatro alumnos de la OCDE está en un liceo en el que hay selección al interior del liceo. La selección permite modelar la enseñanza al nivel de conocimientos y a las inclinaciones de los alumnos. Si el equipo de fútbol es de alto nivel, el jugador mediocre no recibirá pases y casi no tocará la pelota. Difícil que así mejore su nivel de fútbol. Todos tenemos que estudiar matemáticas, pero el alumno menos talentoso para las matemáticas o menos aficionado a ellas aprende más en un curso en el que el profesor adecúa la enseñanza a ese tipo de alumno. Los alumnos tienen talentos y gustos diversos. La selección permite aprender a partir de esa diversidad.
-La apuesta, al parecer, era no concentrar a los alumnos más destacados, sino "diseminar" su talento al repartirlos y que operara el llamado efecto par o imitativo. ¿Tiene algún fundamento esto?
- En el libro "Educación con Patines", que escribimos son Sergio Urzúa, estudiamos el tema a fondo. En los casos que en la literatura se dan de efecto par positivo, los alumnos vulnerables están en minoría. Si los estudiantes del Instituto Nacional quedan aislados en diferentes escuelas, lo probable es que no influencien a los demás. Lo probable es que ocurra lo contrario.
- En los liceos emblemáticos es un dato la caída importante en sus resultados y el éxodo de alumnos . ¿A qué se debe esto, considerando que la ley de inclusión, en lo relativo a la admisión, aún no se implementa en la Región Metropolitana?
- Creemos que hay tres causas principales. Primero, la desligitimación de los liceos selectivos como proyecto. De hecho, la ley de inclusión del 2015 prohibió la selección y estableció para los emblemáticos una selección restringida: sólo un 30%. Esa ley se basó en la idea de que la selección académica era algo malo. Por tanto, los liceos selectivos eran algo malo. Se desvalorizó el esfuerzo y el mérito de alumnos, sus familias y sus profesores. Eso hizo que muchos profesores y alumnos perdieran fe en los liceos emblemáticos.
- El proyecto propone que se pueda seleccionar no un 30%, sino hasta un 100%, pero con un 30% entre alumnos prioritarios.
-De esa manera se hace compatible inclusión y selección.
- Decía usted que había más causas para el declive de los liceos emblemáticos...
-A la primera causa hay que sumar una segunda, el ranking de notas, pues conviene estar en un liceo poco exigente y, además, infla las notas. Y tercero, los largos paros. Semanas y semanas sin clases le han dado a los colegios particulares pagados una ventaja irremontable. Hay miles alumnos y alumnas que habrían quedado y no quedaron en carreras y universidades selectivas debido a los paros. En los buenos tiempos del Instituto Nacional, algo del 35% de los alumnos entraba a la UC o la Chile, las dos universidades más selectivas. En el caso de los particulares pagados, sólo un 18%.
- ¿Peligra la existencia o el proyecto de estos liceos de no hacer cambios?
- Absolutamente. De hecho, ya están agonizando.
- Esa decadencia, ¿implicaría que las élites chilenas se tornarían aún más cerradas y endogámicas de lo que ya son?
- Así es. Los liceos emblemáticos eran liceos meritocráticos y republicanos. Sin ellos, los colegios particulares pagados quedan como el único semillero para llegar a los grupos dirigentes.
-¿Qué opina de quienes afirman que este proyecto sería un retroceso en lo que pretendía la ley, al generar condiciones de igualdad entre los estudiantes?
- Es un error. Y un error que cierra los únicos ascensores que teníamos para que alumnos con talento y sin recursos, en una sola generación, se incorporaran a las capas dirigentes de Chile. Esos ascensores -los liceos emblemáticos- deben potenciarse.
- Para que los logros en educación sean fruto del merecimiento, ¿qué otros cambios se requieren?
- Mejorar los sueldos de los profesores y su formación. Pero, primero que nada, sus sueldos.
"Haciendo las sumas y las restas nuestra impresión es que el copago es positivo. Desde luego, los padres lo valoran y aumenta los recursos totales que el país destina a la educación" "Tres de cada cuatro alumnos de la OCDE está en un liceo en el que hay selección al interior. La selección permite modelar la enseñanza al nivel de conocimientos y a las inclinaciones de los alumnos""
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"Los alumnos tienen talentos y gustos diversos. La selección permite aprender a partir de esa diversidad""
Arturo Fontaine
Coautor del libro "Educación con Patines" (Ediciones El Mercurio, 2018), fue director del Centro de Estudios Públicos (CEP) y de su revista, Estudios Públicos. Se desempeña como académico en la Universidad Diego Portales y en la Universidad de Chile. En la UDP es director de la Cátedra de Humanidades, mientras que en la U. de Chile es profesor de filosofía. Enseña filosofía del arte, en especial en relación con la literatura.
Patricio Tapia redaccion@mediosregionales.cl
documentación el mercurio
"Hay más alumnos en colegios selectivos en Canadá, por ejemplo, en Suiza, en Corea, que en Chile", afirma fontaine.
Lissette Sánchez