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ENTREVISTA. Adriana Delpiano, exministra de Educación, sobre debatida modificación a la norma:

"Proyecto de cambio a la Ley de Inclusión es un retroceso ideológico, busca retrotraer el debate"

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Por Ana Rodríguez S.

El reciente anuncio del Gobierno de realizar modificaciones a la Ley de Inclusión, aprobada en 2015 durante la presidencia de Michelle Bachelet, reavivó la discusión sobre la relación entre apoderados y colegios, la posibilidad de selección en los establecimientos escolares "emblemáticos" y los reales alcances de la ley en cuanto a facilitar la inclusión social a través del aula. El nuevo proyecto de ley "Admisión Justa", que pretende reponer la selección de estudiantes en los colegios de mayor exigencia, encontró en la oposición un obstáculo que parece insalvable y abrió el debate legislativo hacia la posibilidad de una "Ley Machuca", que busca revertir la idea mediante una cuota obligatoria de 30% de estudiantes vulnerables en los colegios.

Adriana Delpiano, exministra de Educación del gobierno de Bachelet, critica en esta entrevista la iniciativa legal del Ejecutivo y defiende los cambios implementados durante su administración.

-Luego de una semana de debate, ¿con qué impresión se queda?

-Me parece una ley innecesaria. No sé por qué el Gobierno abrió este tema en un periodo del año que es complejo, porque no están los actores del sistema educativo, el Congreso está a punto de cerrar. Creo que hay un error de parte del Gobierno. El 2014, para mucha gente la Ley de Inclusión produjo inestabilidad, incertidumbre, miedo. Pero hoy día la ley se está aplicando en todos sus conceptos y se está aplicando bien. Tú puedes hacerle mejoras siempre a las leyes, pero esta ley está funcionando. Entonces, ya no provoca el efecto que causó en su momento en los sostenedores, en los padres y apoderados de los particulares subvencionados. Fue una ley que costó explicarla, que tuvo complejidades; hoy día el mismo Gobierno señala que la aplicación en las 14 regiones ha sido óptima. Porque este no es un invento de los chilenos, es fruto de mirar muchos sistemas considerados más justos en su aplicación. Y en ese sentido, el sistema se está comportando como en Holanda, Canadá, Boston. Entonces, la verdad no entiendo. Cuando tú haces mejoras a una ley que ya existe, que ya se discutió, que pasó por el Tribunal Constitucional, habría encontrado seguramente más agua en la piscina, pero creo que lo que se plantea definitivamente va mucho más allá, se juega el propio prestigio del Presidente. En una ley miscelánea, pones el problema de la selección de los hermanos y eso habría pasado por amplísima mayoría. Salió un artículo donde académicos de la Universidad Diego Portales hacen un análisis en detalle de lo que significa la ley con números, mirando la ley, y la verdad es que es una vuelta atrás tremenda.

-¿En qué sentido es una vuelta atrás?

-Primero porque la no integración y la selección se da de dos maneras. Una, por permitir que todos los colegios emblemáticos puedan seleccionar al 100% de sus alumnos. Pero lo más complicado es que tú permites que el grueso de los colegios puedan aumentar el 15% de piso que tienen todos los colegios subvencionados para alumnos prioritarios. Eso para el que lo lee no tiene mayor incidencia, parece bien, pero tú, siendo la fundación equis, podrías llegar a tener el 100% de niños vulnerables; eso es tan discriminatorio como el otro sistema. Estoy segregando, separándolos, so pretexto de que los quiero educar mejor. Sabemos que -y esto es experiencia comparada de otros países- se educa mejor un niño en la medida en que hay diversidad de niños. El otro tema que parece complejo es que lo que se premia teóricamente es el resultado y no el proceso. Y en educación el proceso es tanto o más importante que el resultado. Una de las críticas a las pruebas estandarizadas es que puedes tener dos colegios con el mismo puntaje, pero si no miras el proceso y no miras el contexto, no sabes si este viene bajando y este va subiendo. Después, el mérito: la medida del mérito sólo por un resultado numérico que no toma en consideración todas las variables para que eso se dé, es negar la realidad. A mí me llama la atención que este Gobierno señaló al comienzo que ya bastaba de reformas estructurales, que se iban a aplicar, pero que ahora nos íbamos a ir a la sala de clases y a la mejora de todos los colegios. Entonces es desdecirse de este propósito. En su minuto la derecha llevó esto al Tribunal Constitucional y éste falló a favor del Gobierno respecto de la propuesta de la ley. Entonces no logro entender. Esto es un retroceso muy ideológico. Buscan retrotraer el debate, pero yo creo que sin el apoyo que se tuvo -y aquí se equivocó el Gobierno- el 2014, cuando había mucho temor.

-¿Por qué habla de un retroceso ideológico?

-Porque este debate fue muy ideológico el 2014. Y cuando el Presidente habla de una "industria de la educación", no es una frase que se le salió. El concepto de mérito no está en el proceso, en el niño que es capaz de pasar por encima de sus condiciones materiales, de su familia que a lo mejor tiene problemas severos, y sacarse un 5,6 o un 6,0 con gran esfuerzo. Eso es el mérito, no la nota final que me dice este se queda y este se va. El Gobierno no tiene mayoría en el Congreso para sacar adelante muchas leyes, no discutió con los parlamentarios ni aclaró lo que quería con esto, y hoy día ha logrado lo que no ha logrado nadie, que es unificar a la oposición de una manera que nada lo había conseguido.

-La oposición manifestó que iba a votar en contra, en bloque.

-Yo creo que el Presidente no midió. Además se jugó él en la personal. Yo vi el otro día al subsecretario en la radio Cooperativa, y tú lo veías incómodo. No sé si por razones profundas que no conocimos en su minuto o por razones comunicacionales se sale con este tema en este minuto. Un pésimo momento, sin conversarlo previamente, so pretexto de mejorar una cosa que además no se ha aplicado en la Región Metropolitana. Todas las leyes pueden revisarse una vez que las estás aplicando. No hay nada de lo que se está proponiendo que nazca de una demanda real de aplicación. Cuando la ministra trae un niño lloroso porque tenía buenas notas y no quedó en tal lugar, lo que no trae son los miles de niños llorosos de anteriores años que nunca estaban en la televisión, por eso no los vimos. Fueron muchísimos más. El tema de renovar la entrevista es brutal, sabemos que no hay nada más segregador que eso porque le estás traspasando a la "industria" de la educación la selección de las familias.

-En ese punto, ¿le fueron suficientes las explicaciones que salió a dar la ministra Cubillos?

-No. Porque yo creo que la ministra está justificando algo que parece bastante injustificable. Hoy hay más de 190 colegios emblemáticos en regiones, de los cuales sólo veinte aplicaron el 30% al cual tienen derecho de acuerdo a la ley. No se ha aplicado en Santiago, no sabemos si la gente va a correr a hacer cola para matricular a los niños ahí. Tampoco viene a resolver un problema real que planteó la ley. Por eso digo yo que es un proyecto ideológico. Nace más de la concepción de creer que con esto iban a tener a los sectores medios de su lado, que sí se movilizaron y no entendieron bien o no les gustó el proyecto en su momento. Pero dado que ya están aplicándose los tres conceptos del proyecto de inclusión, el fin al copago, el fin a la selección y que sean instituciones sin fines de lucro, y no quedó el drama que se preveía ni nada, a mí me parece que esto más nace o de una necesidad comunicacional o una necesidad ideológica de su sector.

-Se ha visto mucho a la ministra, al Presidente, defender la idea del mérito, pero también el derecho de los padres a elegir.

-Yo creo que de verdad parecía como que un padre escogía cuando llamaba al concejal, movía todas sus redes, para que su hijo pudiera quedar en tal colegio. Hoy día todos los padres anotan del 1 al 20 el orden de preferencia de los colegios en los cuales quisieran estar. En los que reciben subvención del Estado, que son el 93% de los colegios, los papás pueden hacerlo a través de internet. Nada de hacer colas a las 4 de la mañana como se ridiculizó mucho tiempo, no a través de una tómbola, porque esto no es una tómbola. Me lo dijo el propio Presidente cuando conversamos: "Adriana, no me expliques el sistema, lo conozco bien, yo viví en Boston". El 60% de las familias queda en la primera opción que eligió. El 85% está dentro de sus opciones. Qué pasa con el otro 15%: una parte, por diversas razones, no queda y el sistema tiene que asignarlo a un colegio que no esté entre los de más baja calificación y que esté cerca de su casa. Pero, además, hay mucho padre que desiste de cambiar al niño de colegio, por lo tanto aparece en el 100% de los que hicieron preferencia. Hay otro porcentaje de padres que no hacen el trámite y el niño queda en el colegio que esté más cerca de su casa, que no esté en situación insuficiente de acuerdo a la agencia de calidad. De verdad creo que este es un sistema mucho más justo para que los padres elijan y por eso no se permitía la entrevista del colegio hacia los padres. Los padres pueden pedir antecedentes del colegio, pero no puede el colegio llamar a los padres para ver si le gustan o no le gustan.

-Arturo Fontaine dijo el domingo pasado en este medio que la inclusión mediante este sistema no era real, que la segregación en Chile es responsabilidad de la segregación de las ciudades

-Por eso se espera que el colegio disminuya esa brecha y dé oportunidades que de otra manera no tendrían. Yo estoy muy impactada hoy, porque la señora que hace el aseo en esta casa está feliz porque su hija sacó un puntaje que le permitió postular a Pedagogía Matemática y Física en la Universidad de Chile y ha quedado con gratuidad. De verdad que se me hizo un nudo en la garganta, porque era ver en alguien cercano, conocido, el efecto de las políticas, que tú las haces, las debates y las discutes para las grandes cifras, pero cuando ves concretamente el significado es muy importante. Me llama la atención porque valoran tantos elementos de otros países más desarrollados que nosotros y no ven en esto una oportunidad de movilidad social real. Esta chica va a ser profesora, además con una ley que permite que los profesores salgan ganando un sueldo mucho más alto. Se abrió un futuro.

-¿Es el liceo emblemático la única forma de ascender en cuanto a movilidad social, a oportunidades de trabajo, a formar parte de una élite dirigente?

-No. Está lleno de colegios que hacen bien su trabajo. Además ahora estamos hablando de un universo del 93% de los colegios, todos los particulares subvencionados y los municipales. Y aquí el gran tema es la mejora de la calidad sustantiva, entendiendo que está este factor que dice Fontaine, donde la única posibilidad no sea que tú viajes una hora y media para irte a un colegio mejor, donde lograste entrar, sino que el liceo de la esquina de tu casa te dé las razones. Hoy día hay recursos como no había habido nunca jamás en la educación. Y por otro lado tenemos una ley que permite mirar el futuro de los profesores con mucha mejor expectativa. Creo que eso hay que verlo no en un corto plazo. Tan sólo el hecho de que haya más exigencias para entrar a pedagogías, que se dé sólo en universidades, que haya una prueba de diagnóstico inicial y que el ministerio les tome una prueba para ver el nivel de formación, que cuentan con un tutor durante un año y que, además, salen ganando 800 mil pesos, que es más que el promedio de la mayoría de las carreras.

-En general, el debate de la educación se tiende a ir hacia el lado del mérito, los logros, los puntajes, las carreras de excelencia. ¿Qué pasa con el resto de las áreas, que no son las ciencias duras? ¿Por qué se tiende a dejar de lado y qué se puede hacer para que estas áreas del conocimiento tengan relevancia también en una sociedad como la nuestra, donde están totalmente devaluadas?

-No solamente las áreas artísticas, deportivas. Yo creo que el tema más importante es el formativo. Cuál es el proyecto formativo del colegio, qué persona quiere sacar. Cuál es el nivel de compromiso con lo que le pasa al país y no sólo con lo que te pasa a ti. Se aprobó el 2015 la ley de que todos los colegios reconocidos por el Estado, que son todos, tenían obligación de tener un plan de formación ciudadana operando. Lo que hemos encontrado ahora es que la mayoría hace una declaración de plan pero no lo ejecuta. Queremos ver cómo el Congreso se hace cargo de pedirle a la Superintendencia de Educación que fiscalice cuáles son los planes y en qué consisten. Porque fue una ley votada absolutamente unánime, que venía de la mano de reponer el ramo de formación cívica en tercero y cuarto medio. Nosotros tenemos una definición en la LGE que es muy bonita respecto a lo que se quiere lograr en la formación de un niño. Y después tú tienes que todo el sistema se mide por matemáticas, ciencia, lenguaje y pare de contar. Aquí también hay una mirada ideológica: qué entiendo yo por formación, por educación. Sacar la mejor nota en matemáticas tiene un valor relativo. Está bien que la gente estudie y se entusiasme con los ramos. Pero es mucho más importante que entre los 4 y 18 años te formes como persona.

"El tema de renovar la entrevista es brutal, sabemos que no hay nada más segregador que eso porque le estás traspasando a la 'industria' de la educación la selección de las familias"."

"Me llama la atención que este Gobierno señaló al comienzo que ya bastaba de reformas estructurales, que se iban a aplicar, pero que ahora nos íbamos a ir a la sala de clases y a la mejora de todos los colegios. Es desdecirse"."

Adriana Delpiano

Es asistente social y magíster en Ciencias de la Educación. Asumió como ministra de Educación desde el 2015 en el gobierno de Michelle Bachelet. Fue ministra del Sernam y subsecretaria de Desarrollo Regional en el gobierno de Ricardo Lagos. En el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle fue ministra de Bienes Nacionales. Entre 2010 y 2014 fue directora ejecutiva de Educación 2020. Hoy es parte del directorio de TVN.

Cristobal Escobar/AgenciaUno

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