Ahora veamos la consulta. ¿Alguien puede pensar que 11 mil personas votaron condicionadas por un tuit que estuvo en el aire unas pocas horas? Obviamente, esto no resiste el menor análisis y es una falta de respeto para estos miles de ciudadanos siquiera insinuarlo.
Esta polémica artificial refleja el chaqueteo y la teoría conspirativa que abunda en una pequeña elite porteña que ha bloqueado proyectos en Valparaíso por décadas. Afortunadamente, no tendrán éxito en Paseo del Mar. Este parque costero se construirá porque los 300 mil habitantes de la ciudad lo merecen. Entonces esta polémica será una anécdota menor, que será contada a nivel de copucha, que es donde merece estar.
Estándares democráticos
La población de Valparaíso no tiene idea del contenido de los proyectos que se votan. Por lo demás, el contenido de estos proyectos fue delimitado por los resultados de la consulta de agosto, donde cualquiera con una lista de RUT y tiempo libre pudo haber votado tantas veces como quisiera.
A su vez, la consulta realizada por el Gobierno ha sido sin ningún tipo de registro que controle si los votantes viven o no en Valparaíso, o incluso en Chile.
Con la misma fuerza que criticamos la discutible democracia de Venezuela, no dejemos pasar como en Valparaíso se definirá el uso del borde costero mediante una elección sin registro, sin información y sin libertad de voto.
Estacionamientos en Reñaca
Seguridad en la Quinta
Sin embargo, me preocupa que antes del inicio del espectáculo no se anuncie las vías de escape ante una eventual emergencia, como suele advertirse en otros escenarios.
Observando las columnas metálicas que penden sobre la gradería y la ausencia de vías de escape, ¿qué pasaría frente a un sismo, con una masiva asistencia y en plena función?
Es de esperar que tal lamentable evento nunca suceda. No obstante, considero que la autoridad pertinente debiera tomar una pronta resolución a fin de evitar en el futuro desgracias mayores que lamentar.
Chile y Venezuela
En cuanto al bienestar de la población, es válido recordar que en el caso chileno se transitó desde la desnutrición infantil a una situación de nutrición plena que hoy raya en la obesidad. Caso contrario es la existente en Venezuela y su vergonzosa hambruna.
Existe una lista larga a mencionar para efectos de demostrar que ambos casos no son análogos y las comparaciones antojadizas más se asemejan a panfletismo oportunista.
Es lamentable que un puñado de arquitectos intente cuestionar el resultado del concurso de Barón, bajo resquicios sin asidero ni incidencia. Olvidan que cuando el jurado escogió los tres finalistas que fueron a la consulta ciudadana, nunca se vulneró el anonimato, ya que el tuit de la Universidad de Chile que ellos citan es posterior.
Iván Poduje Exasesor del Ministerio de la Vivienda Concurso Barón
Aldo Valle señaló en su columna de opinión del domingo pasado, en El Mercurio de Valparaíso, que hay que ser claros y enfáticos en reconocer los déficits en los estándares democráticos de Venezuela. Por ello es aún más importante reconocer lo que está sucediendo aquí, donde frente a nosotros se vulneran garantías mínimas de un proceso eleccionario en las "consultas" respecto del sector de Barón. El estándar mínimo es que las votaciones sean libres, informadas y secretas, cuestión que no ha sido asegurada a los porteños.
Gustavo Farfán
A propósito del nuevo fracaso en la licitación de los parqueaderos de Reñaca, en la editorial de ayer se señaló, entre otras cosas, que ciertos problemas de la ciudad se resolverían con el buen diseño de licitaciones. En base a ello, parece correcto añadir que no se debe perder de vista que una buena ciudad se construye con buenos proyectos. En el caso, llama la atención que de las seis empresas serias interesadas, ni siquiera el proponente del proyecto -que cuenta con ventaja en la postulación (Art. 3, Ley 19.865)- haya presentado una oferta. Este hecho no evidencia sino que el foco debiese estar en la evaluación ex ante de los proyectos y -por qué no- en atender la voz de los vecinos.
Pablo Marín Concha
Tuve la oportunidad de asistir a los tradicionales conciertos de verano que se desarrollan en el escenario de la Quinta Vergara, loable iniciativa que se ha mantenido en el tiempo y que es un verdadero disfrute musical para el público, adulto y personas de la tercera edad mayoritariamente, como lo es quien escribe estas líneas.
Luis Ossa Gajardo
Hay quienes se han empeñado en encontrar similitudes entre la dictadura venezolana y la situación chilena liderada por nuestras FF.AA. Por cierto, las diferencias más profundas están tanto en su génesis como en su epílogo. Oportuno es mencionar que Augusto Pinochet se sometió al veredicto popular, reconociendo derrota y entregando el poder.
Miguel Huerta Marín