El memorando N° 231 de la Dirección de Control Municipal de Viña del Mar, enviado a la Contraloría General de la República, también denunció que "por 24 años no ha existido una normalidad en la provisión del cargo de director de Administración y Finanzas".

Se explica que, en julio de 1994, se llamó a concurso público para el cargo, grado 3, y que el ganador fue el ingeniero comercial Flavio Vega, quien "no ejerce sus funciones inherentes al cargo, ignorándose las causas", aunque un decreto alcaldicio en 1997 lo nombró director. Hasta hoy Vega se desempeña en el Convention Bureau.

Pese a ello, en 1998 se nombra en el cargo a René Cabrera, quien funciona ahí hasta 2009. Desde 2008 hasta 2011 el actual contralor municipal, Hugo Espinoza, realizó suplencias interrumpidas. Desde enero de 2011 y hasta marzo de 2018, el administrador municipal de entonces, Pablo Staig, ejerció además como director subrogante de Administración y Finanzas hasta abril de 2018, cuando es nombrado como suplente Javier Infante.

Esta situación -dice el documento- ha generado que "en los últimos años funcionarios de confianza alcaldicia no titulares del cargo ejerzan la función de Administración y Finanzas sin la necesaria fuerza para dar a conocer y presentar de manera adecuada las restricciones financieras de la coyuntura de cada año, especialmente en no llevar el gasto más allá de las posibilidades reales del municipio".

Lo anterior, sumado a que "no hay un desarrollo organizacional normal" para las áreas de esa dirección de Costos, Inventarios, Presupuestos, Procedimientos y Métodos, y Estudios Financieros, funciones que "han estado desprovistas de personal y con un estándar bajo" (...), "ha contribuido al proceso de entropía que vive la municipalidad de Viña del Mar".