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Aumentan los casos policiales y detenidos durante enero de 2019

VALPARAÍSO. Confecciones terminadas a mano son el sello su creador, que se niega a ceder ante las prendas industriales que se ofrecen en el retail.
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Romina Acevedo Grez

La sastrería de alta costura "Aldo Paolo Silva", ubicada en el corazón de calle Esmeralda (N°973), abrió sus puertas hace poco más de dos semanas con el propósito de mantener vigente el oficio del sastre y, sobre todo, cautivar a los porteños que buscan sentirse parte de una imagen distinta, ligada al buen vestir.

El dueño del establecimiento, oriundo de la ciudad de Quilpué, Aldo Paolo Silva (44 años), tiene más de 20 años en el oficio de sastre. Titulado de diseñador de vestuario en el Instituto profesional de Ciencia y Artes (Incacea), reconoce las dificultades del trabajo y explica que "efectivamente quedan algunas sastrerías en Viña del Mar y Valparaíso. Los locales que permanecen son los más conocidos, como 'Rubeinstein' y 'Jaime Beizar', que llevan años luchando contra la industrialización de vestuario".

Silva precisa que "el problema de esta época es que no existe oferta de exclusividad y menos de entregar calidad a los clientes".

Sin embargo, para el profesional quilpueíno la baja en el número de sastrerías en la región y a lo largo el país no ha sido un impedimento para materializar su vocación.

"Quiero volver y entregar una variedad de trajes, pero conservando la escuela antigua, al más puro estilo italiano, es decir, las confecciones son terminadas a mano, además de que la entretela viene también a mano y que las telas son de origen inglés, siendo la calidad completamente diferente y exclusiva. En comparación a los otros trajes que son hechos con terminaciones industriales y son todos iguales, si vamos hacer las cosas, las vamos hacer bien", enfatiza Aldo Silva.

También se refiere a los precios de sus confecciones. "Los precios que ofrecemos van desde los $ 50 mil a los $ 500 mil, dependiendo del modelo, el material o la pieza que se pida. Si los clientes quieren el traje completo es obviamente un valor mayor, en vez de si piden solo la camisa o pantalón, el precio va cambiando a lo que se solicita(...).La gran diferencia es que desde acá el cliente se lleva algo que es a la medida", explica el especialista.

Sobre los tiempos de dicho trabajo, precisa que "para trajes yo me demoró unos 15 días, entonces la atención es totalmente completa para el cliente".

Por otra parte, el profesional comenta que "el chileno, por lo general, es desordenado para vestirse y ocupa tonalidades básicas, pero eso no quiere decir que el varón no quiera sentirse y verse bien, sino que falta enseñar y desarrollar la cultura de la imagen. Por ejemplo, el hombre pide, por lo general, los trajes con corte recto y cruzado, la solapa en punta o también con corte recto, es lo clásico para ir a un evento u oficina"

Pese a la lucha constante con el comercio de las confecciones industriales, Silva eligió instalar su local en Valparaíso, pensando en la relevancia de este oficio, como también en el renacer las sastrerías en la región. Respecto a los negocios que están alrededor de su local, Silva reflexiona que "estamos en plena bohemia porteña, que hasta me atrevería a decir que este es el 'Wall Street' de Valparaíso, en donde hay hoteles, tribunales, bancos y notarías, por lo que este es el ambiente ideal para nosotros, ya que el profesional necesita vestirse de traje".

Añade que "el sector donde estoy ubicado tiene una esencia especial que le da un plus al local, ya que en Valparaíso los edificios son arquitectónicamente hermosos y atractivos, entonces si lo miramos a nivel profesional, me entrega mucho más que Viña del Mar".

En el año 2015, un suceso simbólico marcó el declive de los sastres en el puerto, cuando cerró la reconocida "Sastrería Lidia", unas de las más antiguas, ubicada en el Cerro Alegre durante más de medio siglo y que bajó sus cortinas sin dejar ningún heredero que siguiera esta centenaria tradición. En la actualidad, el lugar funciona como un restaurante, uno más de los tantos que hay en el puerto.

Según una investigación publicada en la sección Economía y Negocios del Diario El Mercurio, la cifra de sastres que continúan activos en el siglo XXI en nuestro país no sobrepasa los cincuenta, cantidad que contrasta con los más de mil profesionales que se dedicaban a este oficio de costura en Chile en la década de los 70.

Carabineros de la Prefectura de Carabineros Valparaíso desarrolló su segunda sesión expositiva del Sistema Táctico Operativo Policial (STOP), en la cual se dieron a conocer antecedentes de la situación delictual de enero y el trabajo que realiza la institución. El prefecto de Valparaíso, coronel Óscar Alarcón, precisó que durante enero de 2019 se registraron 77 casos policiales más que igual mes del año anterior, pero asociado también a un aumento de un 5% en el total de detenidos en comparación al mismo periodo del 2018, registrándose un total de 333 aprehendidos por diversos delitos. "Hay una tasa de detención importante que, de cierta forma, refleja el trabajo de los carabineros, la detección y detención de individuos que han cometido tanto delitos violentos como delitos a la propiedad", precisó luego de la exposición el jefe de la V Zona, General Hugo Zenteno.


Sastrería de alta costura quiere cautivar a porteños


con trajes a la medida

"El chileno, por lo general, es desordenado para vestirse y ocupa tonalidades básicas, pero eso no quiere decir que el varón no quiera sentirse y verse bien"

Aldo Paolo Silva, Diseñador de alta costura"

"El problema de esta época es que no existe oferta de exclusividad y menos de entregar calidad a los clientes"

Aldo Paolo Silva, Diseñador de alta costura"

día es el es el tiempo que demora este sastre en terminar un traje a la medida. 15

cuestan los trajes más exclusivos que se encuentran en la sastería de alta costura. $ 500.000

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