Premier cuestiona a Facebook por retransmitir en directo la masacre
NUEVA ZELANDA. Jacinda Ardern dijo que las redes sociales deben responder por su rol en la retirada de contenidos sobre la matanza en las dos mezquitas. La red social informó que sigue sacando archivos.
La Primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo que las redes sociales deben responder sobre su rol en la retirada de contenidos después de que la matanza de Christchurch fuera retransmitida en directo por Facebook.
"Hicimos lo que pudimos para retirar imágenes que circularon tras el ataque terrorista. Pero al final depende de estas plataformas el facilitar la retirada. Creo que hay varias cuestiones que merecen una respuesta", dijo Ardern en rueda de prensa.
La Primera Ministra informó también que ha estado en contacto con la jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, tras el asalto a las dos mezquitas, que causó 50 muertos y 50 heridos.
Preguntada por si la red social debería detener el servicio de streaming, Ardern dijo que "esta es una cuestión que quiero discutir con Facebook".
"Es una cuestión que afecta más allá de Nueva Zelanda, pero esto no significa que no podamos jugar un rol activo en la búsqueda de soluciones", aseguró la autoridad.
Tras la rueda de prensa, Facebook indicó que durante las primeras 24 horas posteriores al atentado, se retiró 1,5 millones de videos en todo el mundo, 1,2 millones de los cuales fueron bloqueados cuando eran cargados.
"Seguimos trabajando sin parar para retirar contenido infractor", dijo a través de Twitter la representante de Facebook en Nueva Zelanda, Mia Garlick.
"En respeto a las personas afectadas por esta tragedia y las preocupaciones de las autoridades locales, también estamos retirando versiones editadas del video que no muestran contenido explícito", añadió.
En tanto, la familia de Breton Tarrant, el australiano inculpado por el ataque en Christchurch, dijo estar "destrozada" por la masacre que cometió, según declaró su abuela a la televisión australiana. "Estamos todos estupefactos, no sabemos qué pensar", comentó Marie Fitzgerald al canal australiano Channel 9.
"Es muy difícil admitir que alguien de nuestra familia pueda hacer algo así", añadió desde su casa en el estado australiano de Nueva Gales del Sur.
"Todo el mundo está hundido... destrozado es la palabra", aseguró.
Brenton Tarrant, que creció en la pequeña ciudad de Grafton, parece que se sintió cautivado por la ideología neofascista durante sus múltiples viajes en Europa.
"Fue a partir del momento en el que viajó al extranjero (que) creo que el chico cambió, completamente", contó su abuela, quien añadió que durante la adolescencia, a Tarrant le interesaban principalmente los videojuegos.
El australiano empezó a viajar tras la muerte de su padre hace varios años, y en los últimos tiempos vivía en la ciudad neozelandesa de Dunedin (sur). Según su abuela, volvió a Australia hace un año por el cumpleaños de su hermana y no parecía ser otro. "Era simplemente él mismo", afirmó.
La hermana y la madre de Brenton Tarrant fueron puestas bajo protección policial e incluso los miembros de la familia no pueden tener contacto con ellas, indicó.
Los neozelandeses rindieron homenaje a los 50 fieles muertos en el ataque de Christchurch, mientras han ido aflorando más informaciones sobre la matanza.
Cuando los restos de varios fallecidos empezaron a ser restituidos a las familias, un listado todavía provisional mencionó detalles de las víctimas y mostró que tenían edades de entre 3 y 77 años, y que al menos cuatro eran mujeres.
Los cuerpos de varias de las víctimas de los tiroteos aún permanecían dentro de las mezquitas para ser identificados, mientras las familias esperaban para comenzar los ritos funerarios musulmanes.
En un cementerio local, excavadoras ya comenzaban a remover tierra y preparar las sepulturas de tantas víctimas.
"Puedo confirmar que los cuerpos de las personas fallecidas empezarán a ser restituidos esta noche (domingo)", dijo la Primera Ministra. Según ella, todos los restos habrán sido entregados este miércoles.
El Papa pide "gestos de paz"
El Papa Francisco lamentó el ataque contra dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, y pidió "gestos de paz para acabar con el odio y la violencia". "En estos días, al dolor por las guerras y los conflictos que no cesan de afligir a toda la humanidad, se ha agregado el de las víctimas del horrible atentado contra dos mezquitas en Christchurch, en Nueva Zelanda", dijo el Pontífice tras el rezo del Ángelus y desde el palacio apostólico del Vaticano. "Rezo por los muertos y los heridos, y por sus familiares", añadió.